viernes, 30 de junio de 2023

Cambios en Educación

En numerosos artículos he defendido la tesis de que tiene que ser la sociedad, y los padres como su punta de lanza, quien exija y consiga los cambios en nuestro sistema educativo; sin esa exigencia la cosa no cambiará.

¡Iluso de mí! ¿Pues no tengo delante de mis narices y desde hace suficientes años un ejemplo perfecto de que el clamor de los padres no sirve de nada?

Estoy hablando, huelga decirlo, de la petición de incontables padres en las provincias catalanas para que se cumplan la ley y las sentencias de los tribunales (todas ellas, en la misma dirección) y a sus hijos les den clases en español. A estas alturas, incontables padres. En contra, el gobierno autonómico, la Administración catalana de Educación, el colectivo de maestros, profesores y directores de centros escolares, los padres independentistas y todo el mundo indepe que como un solo hombre, tengan niños o no, vayan sus hijos si los tuvieran a las clases afectadas o no, protesta y genera un ruido insoportable: como todo el mundo sabe, si un niño en una escuela en Balaguer recibe el 25% de sus clases en español Cataluña como la conocemos estará condenada a la extinción y el catalán desaparecerá de la faz de la tierra sin dejar ni un triste recuerdo.

Hasta el punto de que ¡ay del que se atreva a insinuarlo! La exclusión, la muerte civil y el acoso hasta conseguir que se largue de aquí es lo único que puede esperar, así que ya sabe: mejor ni intentarlo.

Vemos, pues, cómo se comporta el entorno: fácil es imaginar el futuro que tendría un padre que exigiera que a sus hijos (y a los compañeros de clase) se les enseñara de verdad y que demandara al colegio y a la Administración por lo hacerlo.

jueves, 29 de junio de 2023

Pido disculpas si...

https://www.youtube.com/watch?v=0lN-iL3hz4g 

 

 

La presidente del Congreso de los diputados ha realizado unas declaraciones públicas, en el curso de las cuales ha hecho una afirmación cuando menos polémica. Además de polémica, es falsa y revela que esa señora o desconoce la realidad del español que no tiene la vida resuelta o no piensa lo que dice. Como es comprensible, todos pensamos que es lo primero y que ese desconocimiento de la realidad es fruto de las incontables prebendas de la sinecura que disfruta, y se armó la marimorena.

Y, como era de esperar, la presidente no tardó en rectificar, a la manera de los políticos:

—Pido disculpas si no me he expresado bien.

Ya estamos. Si no se ha expresado bien, pide disculpas por no haberse expresado bien. Pero ¡eh!, si se ha expresado bien entonces no hay nada por lo que disculparse. ¡Eh!

Señora, mire usted sus declaraciones y decida si se expresó bien o no; si se expresó bien, pida disculpas por lo que lamente haber dicho si lo lamenta, y si no lo lamenta reafírmese. Y si no se expresó bien, pida disculpas de la forma correcta:

—Pido disculpas por no haberme expresado bien: lo que quería decir es... (y aquí diga lo contrario de lo que dijo, que por cierto fue una afirmación muy clara).

El problema se complica si, como es el caso y es lo habitual, en la afirmación no hay ambigüedad alguna o posible doble interpretación, no es como si hubiera dicho «como presidente del Congreso he tenido que hacer muchas cosas desagradables», o «trabajando con Pedro Sánchez me he visto forzada a adoptar posturas que no quería, muchas situaciones en las que no podía decir no y tener que tragar». No, normalmente las declaraciones no son interpretables, su significado está claro. Así que, salvo que la declarante explique que fue un lapsus linguae, o un desajuste en su medicación ese día pero que ya se la han corregido, o (la señora tiene 50 años) fruto de algún desajuste hormonal excesivo o qué sé yo, estas disculpas no son sinceras.

En España hubo una vez que alguien dio una disculpa sincera, y medio país se le echó encima; han pasado diez años y siguen haciéndose burlas:

—Lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a pasar.

Pobre Juan Carlos I, como para disculparse de verdad.

No, las disculpas de los políticos casi nunca son sinceras. Su arrepentimiento sí, porque se dan cuenta de que han metido la pata, pero eso no lo van a reconocer.

—Pido disculpas si alguien se ha podido sentir ofendido.

—Pido disculpas si alguien ha interpretado que...

—Pido disculpas si no me he expresado bien.

 

 

 

Les Colporteurs - Korobeiniki


martes, 27 de junio de 2023

Números romanos

https://www.youtube.com/watch?v=x38SI_1nA0s 

 

 

He leído hace unos días que en Suecia han decidido dar marcha atrás en eso de la digitalización de la enseñanza. Que no, que en las escuelas los niños han de leer libros de papel y escribir a mano. Ni tabletas, ni ordenadores ni gaitas. Vuelven los libros de texto y, por supuesto, el memorizar los contenidos. La marcha atrás parece que se ha decidido porque se han dado cuenta de que los jóvenes están teniendo una menor capacidad de comprensión. Que no saben leer y que su capacidad de comprender lo leído está por los suelos, que no consiguen memorizar y que no consiguen mantener la atención. Y se ha perdido la escritura a mano, lo que puede parecer baladí pero resulta que es clave para todos los demás conocimientos (y muchos más).

Es el momento en que alguien recuerda que en Silicon Valley los de las grandes tecnológicas digitales están llevando a sus hijos a escuelas "analógicas", en las que lo digital no entra en absoluto. No quieren tabletas, internet, pantallas y buscadores para sus hijos. Vaya. ¿Y hasta ahora nadie se preguntaba el porqué?

Pues resulta que los suecos sí. Y han llegado a las mismas conclusiones. Tanta herramienta capaz de pensar por nosotros, de realizar múltiples tareas mucho mejor y todo eso, en la práctica se convierte en una debacle mental, una trituración de cerebros. En los niños y los adolescentes, una hecatombe en la que ellos son los bueyes y los dioses lo digital, internet y los cachivaches con pantallas.

Salvo en España, claro. Aquí no nos ha pasado eso que dicen que pasa: nuestros alumnos han obtenido las mejores notas históricas tras el bachillerato, con sobresalientes en porcentajes inauditos; el porcentaje de aprobados en las pruebas de acceso a la selectividad supera el 98% en algunas provincias y las notas en esas pruebas superan de media más del 10, y no me cabe duda que en los próximos años, con la introducción de ChatGPT, el 95% obtendrá matrícula de honor, cracks que somos. Además, tenemos una tasa de universitarios entre nuestros jóvenes de las mejores, si no la mejor, de Europa... Es evidente: o aquí aún no ha llegado la digitalización a las escuelas, o la estamos sabiendo integrar correctamente, o eso que cuentan son patrañas.

Lo que me cuesta entender es el porqué de eliminar, en España, los números romanos del temario de Primaria. Vox tampoco lo entendió, y el año pasado registró una pregunta al Gobierno de Sánchez en este sentido. La respuesta del Gobierno fue, más o menos: «No se ha incluido el sistema romano de numeración puesto que presenta serias dudas en cuanto a su contribución al sentido matemático». Los números romanos no tienen sentido matemático porque «no se pueden usar para estimar y aproximar, componer y descomponer números, buscar relaciones y patrones en los números, usar diferentes niveles de precisión,no permiten realizar operaciones aritméticas de forma operativa, además de no incluir (sic)» (el párrafo termina de esta forma). En su respuesta, el Gobierno añade que quizá los números romanos puedan tener lugar en otras materias: «Puesto que el conocimiento del legado cultural derivado del Imperio Romano es fundamental, en especial en España, el currículo no excluye que se puedan estudiar los números romanos, como elemento cultural, en otras áreas de la Educación Primaria». Lo que, como todo el mundo sabe, es garantía de que los maestros los van a enseñar. En clase de gimnasia o manualidades, seguramente.

Yo... no sé qué responder. Soy una persona ya mayor, digamos del pleistoceno, y sí me enseñaron los números romanos cuando era pequeñito, 6 ó 7 años. Pero no me enseñaron a sumar, restar o multiplicar con números romanos sino arábigos: nunca me enseñaron a sumar con números romanos. No sé para qué creía el Gobierno de Sánchez que se enseñaban los números romanos en nuestras escuelas. Pero tampoco voy a entrar en esa discusión: si los padres de los niños están de acuerdo con que sus hijos no aprendan los números romanos, yo ya no voy a luchar por que aprendan. No costaba nada, apenas requería tiempo y permite entender las fechas de las lápidas, las horas de muchos relojes o si alguna vez ven escrito "siglo XXI" o "Alfonso XIII", pero allá ellos.

Aunque, con sinceridad, no sé a qué estamos jugando.


Ya puestos, la cosa no se acaba con los números romanos. ¿Qué más se eliminó del temario? La regla de tres. Sí, el método que permite deducir que si una persona necesita dos litros de agua, tres personas necesitan seis litros. Sí, Vox preguntó también por este asunto, y la justificación del Gobierno vino a ser que «la regla de tres, como indica su nombre, es un algoritmo rutinario, que no implica ningún tipo de razonamiento. Desde la perspectiva de la didáctica de las Matemáticas, se muestra que la regla de tres, fuera de contexto, produce dificultades en la enseñanza del razonamiento proporcional». El «desarrollo de la competencia matemática, en particular, el razonamiento sobre las situaciones de existencia o no de proporcionalidad, es imprescindible; pero el nuevo currículo de matemáticas ha evitado el uso de reglas, trucos o pautas algorítmicas no razonadas».

Lo cierto es que la intención de Sánchez en lo que respecta a las Matemáticas (y que sabemos, de nuevo, por la respuesta dada a otra pregunta voxiana) es "desarrollar el máximo de las potencialidades en todo el alumnado desde una perspectiva inclusiva". Para ello, los saberes a impartir de la asignatura los dividen en tres ciclos:

  • Primer ciclo: contribución de las Matemáticas a los distintos ámbitos del conocimiento humano, desde una perspectiva de género.
  • Segundo y tercer ciclo: valoración de la contribución de las Matemáticas a los distintos ámbitos del conocimiento humano, desde una perspectiva de género. 

En su desarrollo sobre la idea de las Matemáticas con perspectiva de género, el Gobierno explica que no debe ignorarse la contribución de las mujeres a la historia y progreso de las Matemáticas y a su aplicación en otras áreas. Y destacan que mujeres como Ada Lovelace, Sophie Germain o Florence Nightingale deben ser estudiadas al igual que Pitágoras, Laplace o Newton. Por ser mujeres, naturalmente. 



No sé, repito, a qué estamos jugando. No comprendo que estas cosas no se hablen ahora que se acercan elecciones, no comprendo que la educación de los hijos no les importe a los padres, o que estos renuncien a debatir estos temas porque no creen que el debate tenga utilidad frente a los deseos de "el Gobierno". No entiendo la resignación de todos los que deberían no resignarse. No sé qué democracia es ésta en la que vivimos, la verdad.



Vivaldi - Las cuatro estaciones: Invierno (1er movimiento)

lunes, 26 de junio de 2023

El color del cristal

En este mundo traidor

nada es verdad ni mentira,

todo es según el color

del cristal con que se mira.

 

La estrofa de cuatro versos de arte menor con rima abab se llama cuarteta.

La cuarteta con la que he empezado no sé si es de Antonio Machado, pero no me extrañaría nada. El caso es que cuando era niño se recitaba con frecuencia.

Uno de los conceptos de moda en estos tiempos es fake news. Y se intenta advertir a la población de que existen y que hay que estar precavidos y atentos a identificarlas. También se habla mucho del posicionamiento político de los medios y cómo cuentan la misma cosa de manera tan diferente que parece que son otras.

Cuando era niño, la sabiduría popular ya sabía esto. Y se encargaba de que lo supiéramos.

sábado, 24 de junio de 2023

Noche de san Juan

Noche de san Juan. Calor, ventana abierta. Hacia las diez de la noche empiezo a escuchar los primeros petardos, lejanos o flojos. Hacia las diez y media, ya están aquí. Hacia las once, cohetes estruendosos, y cierro la ventana.

Hace, pongamos, veinte años, en mayo empezaban a surgir como setas los puntos de venta de petardos. Allá donde hubiera un local libre o un espacio para una caseta temporal. En junio el buzón se llenaba todos los días con folletos de ofertas de petardos. Los niños no aguantaban, y ya dos semanas antes de san Juan se empezaban a escuchar los más leves, los que manejan los niños más pequeños. La semana de san Juan esto parecía Sarajevo. Luego estaba la noche en sí, conozco a personas que se iban de Cataluña esa noche por imposible. A la mañana siguiente, todas las aceras eran un reguero de carcasas de petardos, imposible no pisarlos. Y los niños que no habían podido tirarlos todos la noche antes aprovechaban la mañana. Petardeo, petardeo, petardeo.

Este año, nada de nada. Ni puestos de venta, ni folletos en el buzón, ni petardos antes de tiempo. Alguno potente por la noche, pero ni punto de comparación con antaño, cuando bajábamos las persianas para que no se colaran en casa. Y por la mañana, aceras limpias, sin carcasas. Y siguen sin oírse. 

¡Qué diferencia! El cambio ha sido gradual, pero cuando uno echa la vista atrás la percibe.

Puede que haya cambiado la forma en la que celebramos la fiesta de San Juan.

Puede que haya cambiado la sociedad catalana, o la barcelonesa. 

Puede que haya cambiado mi barrio y que ahora seamos o personas distintas o las mismas pero 20 años más viejas. 

viernes, 23 de junio de 2023

Prometio

https://www.youtube.com/watch?v=1u2j9-0o3LY 

 

 

Si hay una tierra rara por excelencia, es el prometio. Porque ¿sabe usted dónde se encuentra? En la constelación de Andrómeda. Con un par, vaya usted allí a buscarlo. ¿Y más cerquita, pongamos en la Tierra? Pues... buena suerte: queda medio kilo.

¿Por qué sólo hay medio kilo? Porque es radiactivo. Es decir, se descompone de forma natural. Y su periodo de semidesintegración es de sólo 17 años, lo que significa que si teníamos una cierta cantidad de prometio, en 17 años sólo quedará la mitad.

Las tierras raras.. El término "tierra rara" no es una descripción literal, se refiere a una serie de elementos cuya característica principal, además de tener un nombre curioso (prometio, por ejemplo, pero también europio, holmio, lutecio, etc.), es que no se encuentran aislados. Uno, por ejemplo, puede encontrar hierro o cobre. Pero no se encuentra una mena de europio. En cambio, aparecen aquí y allá mezclados con otros metales en proporciones insignificantes. Esta escasez no significa, sin embargo, que no tengan utilidad: muchos la tienen, y algunos mucho.

El prometio, en cambio, no tiene utilidad. No la tiene porque, con medio kilo de producto en toda la corteza terrestre, ya me dirán quién se la va a buscar. Como se desintegra y al hacerlo genera energía y rayos X, pues sí hay quien le ha encontrado aplicación, en sondas espaciales y esas cosas, pero vamos.

Un dato divertido del prometio es que se dedujo que existía, pero pasaron muchos años hasta que se localizó. El número atómico del prometio es el 61, el 60 es el neodimio (utilísimo en la industria y descubierto en 1885), y el 62 es el samario, que es muy abundante y se descubrió en 1853. Una vez que Mendeleiev ordenó los elementos en su tabla periódica, el hueco apareció. Sin duda, tenía que existir un elemento 61, y seguro que se buscó, pero... nada de nada. El típico elemento que se anuncia haber descubierto y que luego se demuestra que el anuncio era falso. Hasta las bombas nucleares y la fisión del uranio no se descubrió. Y es que el prometio se genera en la desintegración de cierto isótopo del europio (ya se imaginan) y en la del uranio (del radiactivo). Curiosamente, el neodimio y el samario son elementos estables, no radiactivos. Pero el del medio no.

Lo verdaderamente curioso del prometio, para mí, es que haya aparecido en el espectro de la estrella GY de la constelación de Andrómeda. A 455 años luz de aquí. También, por lo que parece, se ha localizado en la estrella Przybylski (en la constelación del Centauro), a 365 años luz, y en alguna otra. Y sí, que haya aparecido prometio en una proporción tan inusual convierte a estas estrellas en interesantísimas, está claro que hay algo especial en su historia para que tenga tanto prometio y las demás estrellas no. Baste decir que hay quien opina que en la estrella Przybylski (en adelante, P) podría haber una civilización alienígena, no sé si por causa de la rareza de la estrella o como causa de la misma. Resulta que en la estrella P además de elementos muy raros (el prometio, pero también plutonio y otros) en cantidades muy altas, hay cantidades muy bajas de hierro o níquel, que sí tienen en cantidades mucho mayores las estrellas normales. Como he dicho, la mitad del prometio se ha desintegrado cada 17 años (17,7 para ser exactos), y algo parecido le ocurre a esos otros elementos raros, por eso las estrellas no suelen tenerlos: la cantidad que se hubiera formado en la creación de la estrella o en sus primeros millones de años ya debería estar prácticamente agotada.Así que no se sabe cómo diantres se está aún produciendo prometio en esas estrellas, y de ahí que hubiera quien pensara que el origen era artificial, alienígeno. Otra explicación sería que en la estrella P. hubiera en una proporción inaudita elementos cuya desintegración generara prometio, y que además su periodo de desintegración fuera tan largo que millones de años después aún hubiera enormes cantidades. ¿Qué elementos? Ahí estaría lo bueno: que no hay ninguno así en la Tierra, incluyendo en ese haber los que han sido artificialmente creados en laboratorios. Actualmente hay 118 elementos entre descubiertos y creados; que hubiera uno más pesado aún y tan estable como para aún existir parece... poco probable, cuando menos. Baste decir que el 118, el oganesón (no se preocupen si no lo conocían), creo que sólo se ha conseguido crear un puñado de átomos, menos de 10, y su periodo de semidesintegración es de 14 milisegundos: crearon 2 atomos, 14 milisegundos después sólo quedaba 1, y ése desapareció. Que un átomo más pesado sea estable es realmente dudoso. Entonces, ¿de dónde sale el prometio de la estrella P? Tal vez sí haya, más allá del átomo de 118 protones, un átomo con más protones y una cantidad tan grande de neutrones que sí sea estable, y que alguna explosión de alguna supernova o que sé yo. 

Son las preguntas que nadie sabe responder las que hacen avanzar la Ciencia. El prometio de la estrella Przybylski promete.



Geoffrey Oryema - Lapwony

martes, 20 de junio de 2023

Un verano de cambio climático

https://www.youtube.com/watch?v=P0DK-0fIKCw 

 

 

Este verano va a hacer calor. El cambio climático, ya saben. El cambio climático es la fuerza que mueve el mundo: ¿hace calor? ¡Cambio climático! ¿Hace frío? ¡Cambio climático! ¿Llueve? ¡Cambio climático! ¿No llueve? ¡Cambio climático! ¿Llueve en agosto y nos chafa unos días de playa? ¡Cambio climático! ¿Ya no llueve nada en agosto? ¡Cambio climático! ¿Nieva, no nieva, hay inundaciones, hay sequía, hay, hay, hay? ¡Cambio climático!

Y saldrá en las noticias: «ni los más viejos del lugar...». La memoria de los viejos, ya se sabe. «Antes sí hacía frío, no como ahora. Sí hacía calor, sí llovía, sí teníamos sequías...». Recuerdo la terrible, mortal (87 muertos) riada que se llevó por delante un cámpin en Biescas en 1996. Una riada inaudita, cambio climático 100%. Resulta que algún viejo del lugar sí se acordaba de una semejante... en 1928. Y es indiferente que hubiera ocurrido antes, en el mismo sitio (se le dio importancia, a posteriori, para tratar de culpar a todos los que habían aprobado el emplazamiento del cámpin, ya saben que el ser humano siempre ha de culpar a otro de todo lo que haga mal); podía haber ocurrido algo semejante a 50 km de distancia, y hace 150 años en otro sitio a 30, y lo que quieran.

Pero el mantra es "cambio climático", y eso lo justifica todo. Ya sabemos a quién echarle la culpa de que llueva o de que no, de que haga calor o de que no, de que nieve o de que no.

Como digo, este verano va a hacer calor. Y algún día se nos dirá que en cierto lugar se ha batido el récord de calor histórico, que nunca allí se había llegado a esa marca. Y todos diremos: ¡cambio climático!  Nadie se planteará que si no se hubiera superado la marca de temperatura en en ese sitio pero en otro sí también hubiéramos dicho todos... ya saben (¡cambio climático!, por si no lo habían pillado). Así que habría cambio climático tanto si en ese sitio se bate la marca histórica de temperaturas como si no.

Y nadie se planteará si lo que hemos cambiado es la medida de la temperatura. Es como con la resistencia del terreno, que tras la extrañeza porque los terrenos aguantaran menos que antes alguien se dio cuenta que la culpa era de las máquinas que medían esa resistencia, que habían cambiado una serie de detalles que alteraban el resultado. No es lo mismo cómo se mide la temperatura ahora de cómo se hacía en 1940: la misma tecnología del termómetro ha cambiado, no tiene nada que ver. Probablemente, en los extremos más fríos y más cálidos,  un termómetro de 1940 no marque lo mismo que uno de 2020, digo yo. También las propias estaciones metereológicas, las cabinas. Puede que hayan cambiado, y esos cambios afecten en algunas décimas de grado. O que se hayan deteriorado, o se hayan reparado, repintado, cambiado la madera o qué se yo. Puede que la hayan movido (de hecho, muchas se han movido), y alguna pasara de estar cerca de un bosquecillo a estar rodeada de asfalto, o que hubiera una charca cerca y ahora esa charca no existiera. Cuando hablamos de décimas de grado, esos detalles importan. Y, por descontado, puede haber cambios antropogénicos: puede que la estación estuviera, en 1940, en una zona campestre 100% y ahora esté rodeada de urbanizaciones, o haya una urbanización o un polígono industrial en la dirección de los vientos dominantes. Quiero decir, si Mark Spitz, en vez de nadar sin gorro, sin afeitarse el bigote ni depilarse el cuerpo, con los bañadores de 1972 y los cronómetros de 1972 hubiera nadado como ahora, con gorro, depiladísimo, bañadores especiales y todo lo demás, habría pulverizado sus propios récords. ¿Hace más calor o es que hemos cambiado cómo tomar las medidas? Y ese más calor que hace, ¿es global o es sólo debido a que hemos alterado las condiciones en el entorno del termómetro?

¿Y si no hiciera más calor? ¿Si no se batiera ningún récord? Lo más probable es que no pasara nada, que nadie dijera nada. Hasta que algún año se batiera, y entonces todos diríamos, al unísono:

  —¡Cambio climático!

 

 

Juice Newton - Queen of hearts

domingo, 18 de junio de 2023

Una vez más, se acerca ese momento

https://www.youtube.com/watch?v=8zDbGr6YxEI 

 

 

Una vez más, se acerca el momento en el que los diputados electos han de jurar el acatamiento de la Constitución para adquirir plenamente su cargo.

Una vez más, se acerca ese momento tan divertido en el que muchos diputados electos... en fin, ya saben.

Hace 5 años escribí una entrada al respecto, y en ella incluí un fragmento que no me resisto a repetirlo. Una vez más:

Por imperativo legal. Y se quedan tan frescos. ¿Jura usted acatar la constitución española? Sí, por imperativo legal. ¿Qué significa esa coletilla? ¿Jura usted acatar o no? Olvídese del imperativo legal, nadie le obliga a usted: si no quiere, no jure. Ya, pero es que si no juro no tengo el puesto y no cobro. Ya, qué le vamos a hacer, así son las cosas. Si quiere usted el puesto y la pasta, ha de jurar. Pues bueno, juraré. Pero por imperativo legal. Ya estamos.

En primer lugar: esto de jurar la constitución española viene de antes. De cuando se hizo la constitución. En aquellos años muchos políticos eran "preconstitucionales". Con antecendentes, vaya. No estaba de más el comprobar que habían renunciado a sus orígenes franquistas y acataban los nuevos principios demócratas, la constitución. Era tranquilizador, agradable. Pero eso era entonces. Porque ahora, jurar acatar la constitución y las leyes no tiene sentido. ¡Ay de aquel que no cumpla la constitución y las leyes! Ahora mismo, estamos obligados todos, este acto sobra.

En segundo lugar: cualquier coletilla es una chiquillada. Puede que el acto no tenga mucho sentido, pero si se hace, se ha de hacer como un hombre. Y, contradicciones al margen, estas coletillas no dejan de ser un cruzar los dedos, un intento de engañar al otro, una mentira para evitar las consecuencias de ser consecuente, una prueba, sin más, de la falta de hombría de cada uno. Que, por cierto, ese otro acepta la coletilla pero no se llama a engaño, no. Lo que pasa es que aplica lo dicho en primer lugar y lo deja pasar, piensa "me da igual la coletilla, tú cumplirás o a la cárcel". Pero sí, a veces nos molestan estas tonterías, porque parece que nos quiere tomar el pelo a todos nosotros. Y a mí no me gustan que me tomen el pelo. Yo, si fuera el otro, respondería a cada chiquillada con otra: "lo siento, tío, pero hasta que no recites la fórmula sin coletillas no te doy por bueno el juramento. Y deprisita que hay más memos como tú y no tenemos todo el día". Estoy seguro de que la ley me autoriza a no aguantar bromitas de estas. Claro que esto es Cataluña, y el otro... lo más seguro es que también haya usado la coletilla de marras.

 

En fin, que no me queda claro si elegimos a hombres o a chiquillos mentales. Suerte que los identificamos rápido.

 

 

 

Tchaikovsky - El cascanueces (danza del hada de azúcar) 

viernes, 16 de junio de 2023

Menores inimputables

https://www.youtube.com/watch?v=rZOPst7sFcE 

 

 

Leo en las noticias que este año, entre los meses de enero a abril, ha habido en Cataluña 58 agresiones sexuales grupales. Vaya, eso es casi una cada dos días. Pero lo que caracteriza a muchas de estas agresiones es la edad de los asaltantes: menores de edad. Y peor aún: muchos menores de 14 años, y por tanto inimputables.

De estas agresiones, las más famosas son unas que han ocurrido en Badalona y que tienen como sujetos de la banda a chavales gitanos. Estos chavales se saben impunes, y por lo que se dice no hay quien los meta en vereda, imagino que hasta que cumplan las edades legales pertinentes.

Yo no termino de entender qué está sucediendo. ¿Es que acaso la Ley no tiene respuesta para los delitos cometidos por menores inimputables? Me cuesta creerlo, pero si no tiene entonces la ley del menor es una mala ley.

Cuando un adulto comete un delito, la ley le castiga. La imposición de ese castigo se llama condena, y si el adulto no es rico este castigo lo acostumbra a cumplir en una penitenciaría.

Si un menor "inimputable" comete un delito, lo lógico es que se le castigue. Psicólogos tiene el Estado, y pedagogos de esos que tanto saben, que deberían ser capaces de explicar al menor qué ha hecho mal, por qué lo que ha hecho mal está mal, y por qué va a ser castigado. Y hacerle entender que si el castigo le parece muy severo es porque lo que ha hecho es muy grave. ¿O es que no serían capaces, esos psicólogos y pedagogos?

Otra cuestión es la responsabilidad del menor. Ha de entender que puede que no la tenga, pero que sin embargo sí va a ser castigado. Si un niño de ocho años sisa una cartera porque su madre se lo ordena, aunque el niño solo cumpla órdenes ha de ser castigado para que entienda que sisar está mal; allá el castigo, que deberá ser el adecuado para el niño y el delito. Si un menor, de 13 años, acompañado de otros amigos, raptan a una niña de 11 años, se la llevan a unos lavabos de un centro comercial y allí la violan por turnos mientras los compinches montan guardia, pues el menor también ha de ser castigado para que comprenda, si no era capaz de entenderlo antes, que lo que ha hecho está mal. Y el castigo debe hacerle entender lo malo que es lo que ha hecho. Y si no lo entiende por las buenas, que se lo expliquen los psicólogos y pedagogos. Pero no que lo que ha hecho está mal y que no lo ha de volver a hacer, sino el porqué del castigo que va a recibir. Lo de que no ha de volverlo a hacer ya se encargará el recuerdo del castigo recibido.



The Pretenders - My city was gone (versión de Suzy & the Sissies)

 

miércoles, 14 de junio de 2023

Selectividad y autoengaño

https://www.youtube.com/watch?v=tYqh4xFSkOk 

 

 

En el 2016 la nota media de la selectividad fue de 8,75. En 2022, de 10,34. Cabe aclarar que aunque se sigue puntuando sobre 10, en la selectividad se permiten dos exámenes adicionales que pueden sumar hasta 2 puntos cada uno, con lo que la nota máxima es 14. Pero eso, en 2016 y ahora.

Si usted quiere, lo ponderamos como que somos unos tíos estupendos, que enseñamos de maravilla y que nuestros alumnos son los mejores del mundo.

Si usted quiere autoengañarse.

Otra posible explicación es que se hinchan las notas. Esto es, que se evalúa con generosidad.

¿Por qué con generosidad? O bien porque los alumnos son más malos y hay que mantener las tasas de aprobado, o bien porque se quieren mejorar los resultados. Sin embargo, el primer motivo no justificaría que las notas mejoren: lo que se buscaría es que las notas se mantuvieran siendo peores estudiantes los alumnos. Entonces, tiene que ser lo segundo: queremos tener mejores notas. Como si, por ejemplo, en que un niño aprendiera a decir "mamá" se le diera ya el título de doctor en medicina y así seríamos un pueblo de licenciados universitarios.

¿Por qué se iba a querer tener mejores notas sabiendo que son notas falsas? Claramente, para engañar al que no sabe que son falsas. También, para satisfacer al que le da igual si son verdaderas o falsas, sólo quiere que sean altas. Los primeros, la sociedad en general; los segundos, los padres y los propios alumnos. 

Como es tesis que he defendido en numerosas entradas anteriores, si esto no es causa de escándalo general, que no lo está siendo, pues a mí plim. No creo que sea buena cosa, pero si sarna con gusto no les pica, adelante.



Bette Midler - Wind beneath my wings (versión de Lucy Thomas)

 

lunes, 12 de junio de 2023

Un acceso a la Universidad diferente

Se han celebrado estos días las ya clásicas pruebas de acceso a la Universidad. Aún no se han publicado los resultados, pero podemos estar seguros de que el 95% las habrá aprobado, y no me extrañaría que más del 80% con una nota superior a 10. 

P.S.: en Aragón más del 98% de los examinados ha aprobado el examen; en la provincia de Teruel, el 98,8%.

Con razón el proceso ya no se llama Selectividad, pues no selecciona un pepino. Y sin embargo, cada vez más voces alertan que el nivel de los alumnos que ingresan es insuficiente. Y se oyen más risas de lo ridículo de todo esto.

¿Y si planteáramos un proceso diferente?

Lo primero que tendríamos que hacer es saber qué cualidades queremos que tengan los estudiantes, y entonces exigir que los que ingresen las tengan. Pues bien, seguro que lo que se ha de exigir es que tengan comprensión lectora. Que puedan escuchar un discurso, entenderlo y explicarlo. Que sepan expresarse verbalmente, también por escrito. Que escriban correctamente, con sintaxis adecuada, con respeto a la Ortografía y a la Gramática, con el léxico que se supone en un universitario.

¿Los conocimientos? Bueno, eso es lo que se mide ahora, y de facto todos pasan. Normal, han aprobado el bachillerato. Yo no examinaría de conocimientos: es un poco ridículo que se vuelvan a examinar de lo que ya se han examinado.

Así que, por lo que a mí respecta, las pruebas deberían consistir en un comentario de texto, en una conferencia y en una pequeña exposición oral. Por cierto que en esta última prueba buscaría además otros detalles: ¿tiene cultura general el aspirante? ¿Educación, modales? ¿Se viste conforme se espera de alguien que quiere entrar en esa universidad? ¿Es capaz de enfrentarse a una corta prueba sin un botellín de agua, sin un teléfono móvil y todo eso? En definitiva, ¿es ya un adulto o es todavía un niño?

viernes, 9 de junio de 2023

Algo no va bien en la enseñanza, pero da igual

Parece ser que España no ha salido muy bien colocada en las pruebas internacionales de comprensión lectora, que se realizan a niños de 9 y 10 años; dicen que es la edad en la que los niños pasan de aprender a leer a aprender leyendo. Y parece ser que Cataluña ha salido muy, muy mal posicionada. Como si los niños catalanes fueran (¡ya!) un curso por debajo de los asturianos. Entiéndase, no todos, los de los elitistas colegios de pago casi seguro que no, pero la media da ese valor (así que imaginen ustedes el nivel de los de los colegios públicos si quitamos del conjunto los niños de los colegios privados). Cabe señalar que no todas las comunidades autónomas se prestaron a esas pruebas, pero Cataluña sí y es lo que me importa ahora.

Parece ser, también, que los resultados del estudio se disponían antes de las elecciones municipales y autonómicas pero no se hicieron públicos hasta el día después, no hace falta pensar mucho para suponer el porqué.

El caso es que, una vez conocidos, algunos articulistas de prensa han comentado el asunto. No mucho, no con mucha insistencia, se ve que es algo que o no es importante, o a nadie interesa o, simplemente, como no tiene arreglo ¿pa'qué? 

Yo llevo años diciéndolo. Que no vamos bien, que no estamos reflexionando sobre el modelo y no estamos reflexionando bien, que esto iba a pasar.

Y, sin embargo.

Sin embargo, el tema ahí se ha quedado. Olvidado, Nadie le ha dado ya importancia. Y si los lectores no le dan importancia, los escritores no insisten.

El problema de la enseñanza, mientras no sean los padres - y la sociedad- quienes exijan que se resuelva, no se va a resolver. Si a los padres en Cataluña se les dice que su sistema educativo es tan malo que en 4º de primaria los niños ya llevan un año de retraso - sobre los asturianos, quiero decir: no sobre un sistema excelente- y los padres ni se inmutan, pues qué quieren que les diga.  

jueves, 8 de junio de 2023

Desprecio o desconocimiento de las estructuras

Me comparte la foto un ingeniero. Espero que no me pida que haga la ¿reparación?

 


A veces uno se pregunta cómo es capaz la gente de hacer esto. El que planteó el conducto tendría, digo yo, un cierto conocimiento de su oficio. Sabría lo que es una viga de hormigón. Luego, el que hizo el paso. Éste también lo sabría. ¿Y alguien lo autorizó? Imagino que sí. 

 

Y además el conducto luego va hacia abajo. En fin. Que Dios reparta suerte.

viernes, 2 de junio de 2023

El País Vasco

https://www.youtube.com/watch?v=PTMMS88gi6c

 

 

Es difícil saber si el País Vasco ha cruzado ya la línea de no retorno. Si no lo han hecho, llevan camino.

Están tramitando, parece ser que con éxito asegurado, un cambio en la enseñanza que equipara el sistema educativo al catalán: en vasco. Y ay de los que no sepan vasco. El objetivo oficial es que al final del proceso educativo todos los alumnos sabrán tanto vasco como español; y lo que se aduce es que, a fin de cuentas, el español ya lo aprenden por sí solos porque es el idioma de la calle y de los hogares.

¿Cómo oponerse a un fin tan loable?

Imagine que en vez de vasco decidimos que la enseñanza se realiza en japonés. O chino, o swahili. Puede hacerse. ¿Qué ocurriría? Pues que los primeros años escolares el alumno emplearía la mayor parte de sus esfuerzos en aprender el idioma en que le van a enseñar, chino o japonés. Y una vez lo haya aprendido, entonces empezaría a aprender materias en ese idioma. Si para entonces se ha terminado el ciclo escolar, mala suerte; si ha aprendido rápido y le queda el 50%, pues tendrá la mitad de tiempo que los alumnos del resto de España para aprender otras cosas. Salvo que los alumnos allí sean mucho más inteligentes que los del resto de España o sus maestros y profesores mucho más capaces, es de suponer que aprenderán la mitad de las cosas. Pero ¡ey!, sabrán swahili. Muy útil para regatear con los manteros, aunque el resto de españoles también sepa regatear sin saber swahili.

Si los alumnos no saben vasco y las materias se les van a enseñan en vasco, es de cajón que lo primero que han de hacer es aprender vasco. Mientras tanto, el resto de alumnos españoles estarán aprendiendo otros conocimientos. Así que si los alumnos tardan dos o tres años en aprender vasco, esos años de ventaja que les sacan los demás. Si tardan más, pues más desventaja. Luego irán todos a las mismas universidades (o no), y allí ¿cómo competirán? Lo más probable es que, de forma natural, acaben yendo a universidades vascas, en las que el nivel esté rebajado para ajustarse al bajo nivel de sus alumnos, y los demás españoles, también naturalmente, eviten ir a esas universidades salvo los más zotes de entre los zotes, que ya se sabe que por inteligencia o por éxito estudiantil nadie en España se va a quedar sin poder ir a la universidad.

Y suponiendo además que en esos años perdidos los alumnos adquieren un dominio del vasco sobresaliente. Porque si ya es difícil explicar a un chaval en su lengua materna los entresijos de los polinomios, los matices del cubismo o la génesis de las rocas vulcanianas, imagínese en un idioma que no es su lengua materna si no lo dominan ambos, maestro y alumno.

En otras palabras, ¡qué puede salir mal?

Imagínese que las pensantes cabezas vascas deciden que esto no puede ocurrir. Que no se ha de bajar el nivel. Y que la mejor manera de aprender vasco es explicando los polinomios en vasco, nada de aprender primero vasco y luego los polinomios. Volvamos entonces al símil: se dará la enseñanza en chino, pero sin enseñar antes chino. Excelente, dirán las familias... de chinos. Sus hijos tendrán los primeros puestos de la clase garantizados; en cuanto a los demás, mala suerte. Al cabo de unos años, lo que tendrían sería un grupo, me temo que no muy numeroso, de alumnos formados con un nivel equiparable al resto de los alumnos españoles (los que tuvieran el vasco como lengua materna), y uno numerosísimo (es innegable) con un nivel de aprendizaje muy, muy inferior. Eso, si ambos grupos pudieran no convivir en las mismas aulas, ya que de convivir, los "torpes" frenarían a los "espabilados", como ocurre desde hace décadas en el resto de España. Así que la elección sería convivir y mezclar, y todos torpes, o no convivir y no mezclar, y tendremos hutus y tutsis.

El siguiente hecho sorprendente (pero explicable) es que la medida salga adelante. Y saldrá, porque en la práctica ya ha salido: no hay apenas, en la educación pública o concertada, centros que ofrezcan escolarizar en español o al 50% en español, casi toda la oferta ya es al 100% en vasco (menos la asignatura de español). Así que lo que la medida va a hacer es regularizar una situación que ya se da. Puede que uno quiera que si hijo se eduque en español, pero si no hay colegios que lo oferten ¿qué se puede hacer?

Ocurre que en el País Vasco hay otra anomalía con respecto al resto de España: no hay, en los pueblos, concejales de Vox o de Ciudadanos. Los que son del PP caben en un taxi, y los socialistas sólo tienen el 16%. El resto son concejales nacionalistas o independentistas o aliados de éstos. A mí me parece sorprendente, una pureza política tal. No se trata de que no tenga implantación un partido político determinado, es que apenas existe una amplia banda del espectro ideológico. Que los que estén a favor de la constitución no lleguen al 20% de los votantes. Una constitución a la que votó "sí" más del 72% de los alaveses, el 64% de los guipuzcoanos y el 73% de los vizcaínos. Es sintomática la falta de pluralidad política en la población vasca, y no habla muy bien de ellos.

La explicación a este fenómeno es demográfica: los echaron. Con los años, han expulsado de sus sociedades a ese bloque. Se sabe que cantidad de vascos abandonaron su tierra por causa de ETA, pero el goteo ha continuado: una vez que un joven, por la razón que fuera, probaba la vida fuera de allí, era difícil que volviera. Para vivir allí hay que sentirse cómodo con el ambiente de allí, y ya se encargaron (y se encargan) nacionalistas e independentistas de que los constitucionalistas no se sientan cómodos.

Debería llamar la atención que una tierra que otrora fue de acogida de inmigrantes, por su potencia industrial, se haya convertido en productora de inmigrantes. Claro que, como la razón es la línea política de la clase dominante, es un asunto que se tapa, del que no se quiere hablar. Aunque sea la realidad.

Lo que provoca, a su vez, otra anomalía: en números redondos, la población del País Vasco no aumenta. Y además está envejeciendo mucho más rápido que el resto de España (salvo tal vez excepciones como Asturias). Esto es algo que la calle identificó hace ya bastantes años, y que es tan evidente que por fin la oficialidad está reconociendo, así de obvio debe ser. Esta evolución demográfica les está empezando a causar problemas (les faltan trabajadores), pero todo sabemos que los problemas demográficos... se acentúan con el tiempo hasta culminar.

Volviendo al idioma de la enseñanza, la medida es de por sí idiota. Es como si en Escocia la educación en el colegio se diera en gaélico escocés en vez de en inglés. ¿No se preguntan, los jerifaltes vascos y su pueblo, por qué en Escocia se enseña en inglés?

¿Y no se preguntan si tiene que ver, en su declive demográfico, algo que ver la educación en vasco? ¿Creen que la futura intensificación en ese aspecto lo paliará o creen que no tendrá influencia?

Quede claro que no tengo nada en contra de un modelo educativo en una lengua que no sea la española: en China no enseñan en español sino en chino, y les va la mar de bien. En Rusia no enseñan ni en español ni en chino, sino en ruso. Y en Francia resulta que enseñan en francés. Pero, claro. Hay una razón por la que en China no enseñan en español sino en chino. La misma por la que en Francia no se enseña en chino sino en francés.

Pero hay, además, otra consecuencia negativa de enseñar en vasco. Los lazos que tenemos los españoles con los rusos, los chinos e incluso los franceses no son muy estrechos salvo casos personales. Los consideramos, y ellos a nosotros, un pueblo diferente. Extranjero. Con sus intereses, diferentes de los nuestros. Si creamos una nación de vascoparlantes, siendo como somos los habitantes de la piel de toro, ¿qué creen que ocurrirá a largo plazo? ¿Cuánto tardaremos los no vascoparlantes en considerar extranjeros, otro pueblo, a los vascos y viceversa? ¿Y en no querer tener relación unos con otros?

Personalmente, no me parece una buena idea, la enseñanza en vasco. No creo que atraiga población de otros puntos de España. Y si atraen jóvenes, ¿cuánto tardarán esos jóvenes en darse cuenta de que si tienen hijos alli les enseñarán en vasco y decidir que mejor hacer de nuevo las maletas cuanto antes?

Dejando aparte el tema de los hijos, ¿cuánto tardarán los que emigren allí en darse cuenta de que no son bien vistos por sus ideas políticas

¿Han pasado ya el punto de no retorno?

Lo que es seguro es que Juan Sebastián Elcano no dio la vuelta al mundo hablando en vasco.

 
 

Ian & Sylvia - Four strong winds (Versión de Neil Young)