lunes, 24 de septiembre de 2018

Por qué se producen los atascos




Todos tenemos la experiencia: va uno tan pancho por la autopista, el tráfico es denso pero fluido y todos circulamos a velocidad alta. Y entonces ve que más adelante están todos parados. Todos. Usted también para. Poco a poco, los carriles van avanzando, cada uno a su ritmo, hasta que de pronto se encuentra de nuevo circulando a alta velocidad (quizá ya no tal alta) y con un tráfico denso pero fluido. ¿Por qué el parón? Ni idea, usted no vio causa alguna.

Una de las preguntas más frecuentes en estas situaciones es papá, ¿porqué se producen los atascos? Si usted no es ingeniero pero quiere saber la respuesta, quizá lo que sigue le ayude a responder. No va a ser la respuesta más científica posible, pero le servirá para salir del paso: se la entenderán.

Supongamos que su coche mide 4,5 m. Supongamos que usted circula a 120 km/h y que deja con el conductor de delante una distancia de seguridad equivalente a 1 segundo (como ya expliqué en esta entrada, es la distancia que usted recorre en 1 segundo, su tiempo probable de reacción: lo que tarda usted en pisar el pedal del freno en que ve que ha de frenar). Es decir, unos 33,5 metros. Con lo que usted ocupa 38 metros: 4,5 con su coche y 33,5 con espacio libre delante. Si todo el mundo en su carril va a la misma velocidad, que es la optimización de la capacidad del carril, podemos decir que 1000 coches ocupan 38.000 metros de carretera.

Imaginemos ahora que en esos 38 km quieren entrar más coches: se incorporan más coches de los que abandonan la carretera. Pongamos que no son 1000 coches, son 2000. Ahora no tiene usted 38 metros para usted, sino la mitad: 19. Y como su coche sigue ocupando 4,5 m (no circula usted a casi la velocidad de la luz), el espacio libre de delante es de 19-4,5=14,5 m.

Si usted es un conductor prudente, seguramente quiere mantener su segundo de reacción con respecto al coche de delante, por lo que ajustará su velocidad: irá a 52 km/h. Con respecto a sus 120 km/h iniciales, es como si estuviera casi parado.

Y si aún entraran más coches, pongamos 4000, usted iría a 18 km/h. Por cierto, si quisieran circular 6000 coches por ese tramo, la distancia que tendría es de 1,80 metros. Poco más de metro y medio. Pero es la distancia que, seguramente, deja usted con el de delante en un atasco: no se va a acercar más. Así que con 6000 coches usted está parado y no se mueve. Si eran 1000 coches al principio, significa que por cada coche que circulaba se han ido incorporando 5 más.

Recapitulo: si en el viaje, por cada coche que circula con usted cuando la carretera va densa pero fluida se incorporan 5 coches más, todos parados. Les es físicamente imposible avanzar: su única solución es que empiecen a salirse coches, lo que suele ocurrir... por la parte de delante, y cuando se hayan ido usted podrá moverse.

Por supuesto, el atasco se produce mucho antes de los cinco coches: las incorporaciones no son nunca tan fluidas como para no interferir en la circulación, y se producen reducciones de velocidad. Si usted va detrás del que ha reducido, lo que usted observará es que el coche que ha reducido ha invadido su espacio libre: se ha incorporado al espacio que tenía reservado, cuenta como uno de los cinco coches que le están quitando carretera. Y así se llega rápidamente al atasco.

De hecho, vuelvo al dato anterior: sólo que 1 coche se le incorpore en su espacio, usted dejará de ir a 120 km/h para ir a 52 km/h. Y eso, en una conducción ideal.

En fin, resumiendo: cada coche, para circular, necesita un cierto espacio. Mayor cuanto más rápido quiera circular. La carretera tiene el espacio que tiene, y si hay muchos coches usted no toca a tanto espacio. Así que reduce la velocidad. Y si hay muchos coches, llegan a no caber y se paran. Fin.

Sí, sé que es una explicación muy sencilla. Demasiado simplificada, me dirá alguno. Pero, bueno, tampoco hace falta darle a su hijo una clase magistral, ¿no?




 Pepa Flores (Marisol) - Háblame del mar, marinero

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