miércoles, 17 de junio de 2015

Patanes




Del diccionario de la Real Academia Española:

Patán: Hombre zafio y tosco.
Zafio: Grosero o tosco en sus modales o falto de tacto en su comportamiento.
Tosco (referido a personas): Inculto, sin doctrina ni enseñanza.


Muchas cosas se pueden decir y se van a decir de los nuevos inquilinos de los ayuntamientos más significativos. Yo, este cambio lo resumiría en la foto publicada en Heraldo de Aragón que recoge la salida de los nuevos concejales de Podemos (formalmente, "Zaragoza en Común") tras su investidura:


Espectacular. Concejales del ayuntamiento de Zaragoza. Usted, viendo la foto, ¿qué opina?

Quizá mamarrachos sea la primera palabra que le venga a la mente. Mi padre, que es aragonés, diría que unos esgarramantas. Yo, al verla, lo tuve claro: patanes. Son unos patanes.

¿Han elegido los zaragozanos a unos patanes para que les gobiernen? Lo dudo. Lo más probable es que estos patanes sean lo que se suele decir "conocidos en su casa a la hora de comer". Sí, estarían en la lista, pero no dieron la cara. Se votaba a Podemos, a unas siglas, quizás a una persona: el alcalde, el candidato de Zaragoza en Común, no nos engañemos. Nadie (casi nadie: yo voté por el 2º nombre) vota por las personas que rellenan la candidatura.

Si les hubieran conocido, incluso si les hubieran conocido tal como son, como los muestra este excelente fotoperiodismo, ¿les habrían elegido para que les gobernaran?

Peor aún: ¿no tenían más plantilla en Podemos? ¿Estos son los mejores que han podido presentar?

No he podido encontrar en la web de heraldo.es los artículos de opinión que reflejen lo que piensa de esto el periódico (nunca lo he conseguido, no parece la web de un periódico sino un servidor de noticias), pero los comentarios, más de cien, sí revelan lo que opina el pueblo. Y, como era de esperar, hay división de opiniones. 

De hecho, podemos dividirlos en dos grupos: los que piensan que son unos patanes y los que los defienden.

Y los que los defienden, a su vez, se dividen en dos grupos: los que responden insultando y argumentando "y tú más", y los que defienden la espontaneidad de los concejales.

Con los primeros no se puede discutir. En realidad, no se puede hablar. No se les puede decir nada, porque si no les gusta lo que oyen van a agredir, a decir "y tú más". Su esquema mental es simple: ellos, perfectos, los demás, una mierda. Y, sí, su voto vale tanto como el nuestro... porque las reglas las pusieron gente como nosotros. Donde las pusieron gente como ellos, sólo cuenta el voto de ellos.

Los segundos son otra cosa: respetan nuestras opiniones, pero las creen equivocadas. Opinan que es mejor dar saltos de alegría que celebrarlo a escondidas con una mariscada en La Mar a cuenta del ayuntamiento o yendo a ver si hay alguna rusa nueva. Yo reconozco que preferirían que lo celebraran con un convite privado en su casa, pero... estos de la foto son unos patanes.

Porque lo primero que salta a la vista es su "espontaneidad" al manifestar su alegría, pero también su vestimenta. Es evidente que no conocen que existe un código de vestimenta y de conducta (¡de conducta!) para cada situación. Que no es lo mismo una siesta de domingo por la tarde en el sofá de casa que una toma de posesión. ¿O creen que los ujieres y maceros en estos actos se visten así porque están más cómodos? Vuelvan a leer la definición de patanes dada al principio, y convendrá conmigo: son unos patanes.

¿De verdad quiere la gente que les gobiernen unos patanes?

Lo que sabemos de estas personas es quelas emociones les pueden, se rigen por las tripas, no por la cabeza. ¿Y acaso no preferimos que nuestros gobernantes no se dejen llevar por las emociones, sino que conserven siempre la cabeza fría? 
 
Estoy de acuerdo en que no queremos que nos gobiernen personas que buscan primero su provecho personal, pero existen más opciones. Hay personas instruidas, cultas, con modales, que sabe como comportarse en cada situación... Gente con clase.

Pero... en fin. La plebe (porque las personas que las han votado son la pura definición de la plebe) los ha elegido; tendrá que aguantarlos, al menos 4 años, y luego, veremos si ha aprendido algo. A los demás, nos queda el consuelo de que no es la primera vez que la plebe elige a los patanes.

Eligieron a Barrabás.




Joaquín Sabina - ¡Qué demasiao!

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