El pasado domingo se jugó la 49ª Superbowl entre los New England Patriots, campeones de la AFC, y los Seattle Seahawks, de la NFC y ganadores de la del año pasado.
A priori, no había un favorito claro. Por hacer un símil europeo, los Patriots serían un Real Madrid, equipo con historia, respeto y talento en ataque indiscutible, y los Seahawks un A.C. Milan, una defensa imbatible y una calidad que le proporciona un contragolpe letal.
Así, en el primer cuarto los Patriots dominaron y tuvieron la pelota, pero el cuarto acabó 0-0: la defensa de los Seahawks conseguía anular lo suficiente al ataque, pero el ataque de los Patriots era tan bueno que no perdían la posesión. Fue una lucha de trincheras.
En el 2º cuarto, los Patriots consiguieron un touchdown: 7-0 con la patada adicional. Como corresponde, la pelota volvió a los Seahawks... y en pocos minutos empataron. Un equipo era una boa constrictor, y el otro era una cobra. En ese momento estaban 7-7 y quedaban 2 minutos para el descanso; el balón lo tenía la boa. Y la boa lanzó un ataque demoledor, una exhibición de poderío, y aplastó a la cobra: 14-7 y les habían sobrado 30 segundos. ¡Ay, amigo! ¡La cobra empató en esos 30 segundos! 14-14, y al descanso.
En el 3er cuarto el balon lo tiene quien empezó el partido defendiendo, y ésos eran los de Seattle. Un chut de campo, 14-17, y un touchdown, 14-24, diez arriba. Todavía queda mucho partido, pero 10 puntos se le remontan a los Dolphins, no a Seattle. Aunque sean los Patriots. Lo intentan una y otra vez, y nada. Hasta que a mediados del 4º cuarto consiguen un touchdown (21-24) y luego otro más: 28-24. Quedan escasos minutos y lo que parecía imposible había ocurrido.
Claro que... tras este último touchdown, los Seahawks tienen el balón y ya sabemos que son unos fenómenos. Se lanzan en tromba, como es de imaginar, y quedando ni medio minuto para el final están a poquísimas yardas de lograr el touchdown de la victoria. Tiempo muerto. La cara de los Patriots, aún no vencidos formalmente, es un poema. Y entonces... el error. Los Seahawks fallan el pase decisivo, los Patriots lo interceptaron. ¿Por qué se arriesgaron a un pase, que es una jugada en la que se puede perder el balón? No se sabe; quizás se veían ya ganadores y se confiaron. Es como sí en la final se consigue un penalti en el minuto 90 y se falla. Claro que puede pasar, pero...
Sin embargo, hasta el rabo todo es toro y el partido no ha acabado, quedan unos 30 segundos. Hay tiempo para un milagro, con el agravante de cierto detalle técnico: el balón se había recuperado prácticamente en la zona de marca de los Patriots.
Resulta que hay una manera de "perder el tiempo" en estos casos: el jugador que recibe el balón, si hinca la rodilla en tierra no se le puede placar, y consigue que pase el tiempo sin arriesgar la posesión. Pero para hincar la rodilla en tierra hay que estar en el campo, y el quarteback de los Patriots... no lo estaba, tan cerca de la línea de gol habían llegado los Seahawks. El equipo no cabía en una yarda, así que no podían hacer eso. Tenían que jugar la pelota, y los de Seattle iban a tener una oportunidad. La tensíon estaba al límite. Y entonces se produjo el segundo error del partido.
En el fútbol americano, los dos equipos se situan enfrentados a los lados de una línea imaginaria en la que se coloca el balón (en la mano de un jugador, eso sí). Cuando el árbitro pita, los jugadores pueden cruzar esa línea y la jugada empieza. Pero no antes; hacerlo sería una salida nula, y se penaliza. Y eso fue lo que pasó. Los nervios de un jugador fallaron y saltó antes de tiempo: es falta y se penaliza avanzando (o retrocediendo, según la óptica del equipo infractor) 5 yardas. Y el jugador era de Seattle. ¿Se dan cuenta? Ahora el balón está 6 yardas dentro del campo y el quarterback cabe: rodilla en tierra y fin de partido.
Y entonces, el tercer error: los Seahawks perdieron las formas y estalló una tangana. Fea manera de perder el campeonato, qué quieren que les diga. ¡Pensar que 30 segundos antes todos creíamos que iban a ganar! Hasta el rabo, todo es toro.
Los New England Patriots, campeones.
Honey Ryder - Years from now (original de Dr. Hook)
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