jueves, 3 de enero de 2013

¿La liberalización matará a los arquitectos?


El Ministerio de Economía ha preparado un anteproyecto de ley de servicios profesionales que, entre otras cosas, viene a decir que los ingenieros con competencias en Edificación podrán también proyectar y dirigir obras de edificios residenciales, culturales, docentes o religiosos, algo que hasta ahora sólo podían hacer los arquitectos. Y, ya puestos, si hasta ahora las obras de los arquitectos necesitaban que las dirigieran un arquitecto técnico y las de los ingenieros y los ingenieros técnicos no, pues tampoco los edificios residenciales que proyecten los ingenieros necesitarán un arquitecto técnico que dirija su ejecución; también pierden éstos la exclusividad que tenían.



Yo no sé bien qué es eso de "competencias en edificación"; yo soy Ingeniero Industrial, y aunque estudié la rama Mecánica, creo que competencialmente puedo ejercer de las demás ramas de la Ingeniería Industrial (eléctrica, química, textil, y las que sean).  En la edificación somos competentes cuando es de carácter industrial o pseudo-industrial (un silo de misiles nucleares intercontinentales, por ejemplo),  cuando lo de edificación es más bien  discutibles (un silo de cemento  o una torre de alta tensión es complicado  catalogarlo como "edificio"), y, en fin, en multitud de elementos de los edificios, por lo que imagino que sí seremos competentes.  Y digo yo que también lo serán los de Caminos, los de  Montes, los de Minas, los Aeronáuticos (que pueden hacer edificios para pruebas, hangares,...), los Navales (proyectan todo lo que haya en un astillero o en una plataforma flotante, entre otras lindezas), etc. Esto en el caso de los Ingenieros Superiores; en el caso de los Técnicos yo creo que se tira por elevación y también entran todos o casi todos; el texto del Ministerio (la presentación que comento está disponible en muchos sitios, por ejemplo aquí) habla de  "ingenieros" a secas, en el misma frase que "arquitectos" (página 12), así que puede que se refiera sólo a Ingenieros Superiores, pero no tendría sentido. Aunque en la página siguiente, cuando habla de los arquitectos técnicos también los contrapone a los ingenieros Y a los ingenieros técnicos. No sé, no sé. Por otro lado, como a partir de ahora hay "grados", "másters" y cosas así, pues que yo no me manejo mucho con lo que es cada uno y cómo se debe titular.


Llamativo para los internautas ha sido también que diga que cualquier persona puede ser propietario y/o titular de una farmacia. La gente de internet, que salta a la mínima y que no suele reparar que la frase siguiente dice que, a pesar de ello, la dirección de la farmacia sí sigue siendo competencia exclusiva de farmaceúticos.

El mandamás de los arquitectos da la impresión de ser internauta, porque le ha faltado tiempo para dirigir un comunicado a todos los arquitectos en los que les dice que "… la información disponible en este Consejo Superior desvela la pretensión del legislador de extender la reserva de actividad de la arquitectura a todas las ingenierías, lo que sin duda supondría la más grave agresión a nuestra profesión sufrida hasta la fecha y que conllevaría su práctica desaparición, así como la destrucción de la arquitectura en nuestro país…" y, por supuesto, informa de que ha puesto en marcha todas las medidas de presión que se le han ocurrido, manifestación de estudiantes incluida.

Vamos a ver. Si yo soy muchimillonario y decido invertir en una farmacia y contratar a un farmacéutico para que la gestione y me rinda cuentas y beneficios, ¿cuál es el problema? ¿Acaso el propietario de una industria farmacéutica ha de ser farmacéutico?

Existe el argumento de que un ingeniero no está preparado para sustituir a un arquitecto, no tiene sus conocimientos ni su pericia, por no hablar de su gusto estético. Se colige, por tanto, que un ingeniero no debe sustituir a un arquitecto. Este argumento es ridículo: yo, ingeniero, desde luego que no sé hacer el trabajo específico de un arquitecto, pero eso no es lo mismo que decir que ningún ingeniero sabe hacer el trabajo de un arquitecto. En realidad, el ingeniero sabio (el ingeniero necio no es ninguna amenaza para los arquitectos como colectivo), si algo sabe es que "zapatero, a tus zapatos". No se va a meter a arquitecto. Sin embargo, ¿porqué no una firma de ingeniería y arquitectura? ¿Porqué no va a poder una firma con cincuenta ingenieros y treinta arquitectos en plantilla (en el mundo hay despachos con 10.000 personas y más) diseñar, por ejemplo, un hotel? Hasta el último arquitecto reconocerá que claro que puede. ¿Entonces? Bueno, lo que piden es que el proyecto lo firme un arquitecto. Pero es que ese proyecto lo han hecho entre muchos, con aportaciones seguramente de ingenieros, ingenieros técnicos, arquitectos, arquitectos técnicos, delineantes proyectistas y quizá más gente aún. Si la estrategia de la empresa es que los proyectos lo firma un único responsable de todos los proyectos, el Director Técnico o el propietario ¡o quien sea!, ¿qué importa el título de la persona que se responsabiliza en nombre del despacho completo? Imaginemos que el Director Técnico tiene ambas titulaciones y que no ha intervenido en ese proyecto en concreto (es una firma con muchos técnicos y muchos proyectos). ¿Puede firmarlo añadiendo que es Arquitecto y no puede si dice que es Ingeniero? Esto es lo que me subleva. El título por el título.

Porque, no nos engañemos, en la práctica esto solo afecta a los despachos multidisciplinares, en los cuales haya probablemente arquitectos que hagan el trabajo de verdad, y la ley de lo que versa es de la persona que lo firma, que es quien figura como primer responsable. Que en una empresa son la Dirección y los Propietarios, tengan el título que tengan. Es raro que un ingeniero que no sepa se ponga a ejercer de arquitecto.
Otra cosa es que el ingeniero se autoproyecte; por ejemplo, su propio chalet o un pabellón de invitados en los jardines de su villa. Ahí yo sólo puedo decir: Allá él.
De hecho, recuerdo que en mi primera juventud pasé unos veranos en unos terrenos que se estaban urbanizando - hoy creo que es zona de altísimo standing-. A un lado de la calle estaban nuestros bungalows, y al otro tierra salvaje y luego la playa. Y en la zona de tierra salvaje, una parcelita. Donde (me contaron que era) un obrero de la construcción se iba levantando, en sus fines de semana, un chalet. De dos plantas, y con torre redonda tipo Exin Castillos. A mí, es que ver lo de la torre redonda me dejaba alucinado. ¡Qué tío! 

Al respecto, hace tiempo me pidieron resolver un curioso caso: una casa se había partido por la mitad, en vertical. Completamente. Resulta que era un chalet; el chalet tenía una zona de una sola planta y otra de dos plantas; la parte de una planta se la había construido en su momento el suegro del actual propietario hace más de cuarenta años, y la parte de dos plantas ya la habían construido el propietario y su cuñado. Y al decir "habían construido" quiero decir eso mismo: lo había hecho  el suegro y sus hijos, primero, y luego el yerno con la ayuda de su cuñado, mañosos que eran. No tenían nociones de arquitectura ni de ingeniería, pero ahí estaba. Y la estructura, fontanería, cableado, aislamiento y todo lo demás,a ojo, sin cálculos ni gaitas. Ni estudio geotécnico. Pues bien, el yerno y su cuñado habían hecho unos cimientos según les pareció… pero el suegro, directamente, no. Había visto el terreno muy duro, y  ¡Ancha es Castilla!. Para más inri, el chalet estaba en la divisoria de un monte y… la parte de una sola planta se asentaba parcialmente, en realidad, sobre un relleno  hecho en su día para nivelar la divisoria y no tener que excavar, y con las lluvias (aquél fue un año especialmente lluvioso), el relleno se había corrido y la mitad de la casa había oscilado. Como suena. Con la pertinente grieta vertical que se imaginan.



Pero bueno. Lo que más gracia me hace es eso de "...grave agresión a nuestra profesión ... que conllevaría su práctica desaparición, así como la destrucción de la arquitectura en nuestro país…".  Ustedes perdonen, pero no puedo menos que sonreirme y recordar que lo mismo dijimos los Superiores en 1986, cuando la ley de atribuciones autorizó a los Ingenieros Técnicos a hacer lo mismo que los Superiores. Sí, porque hasta entonces no podían hacer industrias si la potencia superaba los 250 CV, o si tenía más de 100 trabajadores, o si la línea eléctrica era a más de 15.000 V, o (es un recuerdo, vale como idea) si la estructura era de más de cinco plantas, por ejemplo. Para seis plantas tenías que ser Superior. Y en 1986 se les autorizó. Se imaginan la respuesta del colectivo de Superiores, claro. Protestas, manifestaciones con ataúdes, esquelas en los periódicos anunciando la muerte de la Ingeniería,… vamos, lo normal en estos casos.

Y, sin embargo, han pasado más de 25 años y aquí seguimos, y si dentro de 25 años ya no quedan arquitectos no será porque los ingenieros se han comido sus competencias, sino porque para entonces tampoco habrá ingenieros.

Así que, oigan, que un estudiante de ingeniería clame que es el Fin, pase por su juventud e inexperiencia, pero que lo haga el presidente del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España...

1 comentario:

  1. Iría más lejos.
    Eliminaría las competencias, por triviales.
    Y que cada cual se apañe.
    Un economista podría construir piscinas y un arquitecto podría practicar una apendicectomía.

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