https://www.youtube.com/watch?v=BwUhZv4m3T0
Tras 6 años de gobierno de Sánchez hemos llegado a un punto en el que nosotros, los ciudadanos, no les generamos ningún respeto, no digo ya temor. Han ido dando pasitos y comprobado que esos pasitos sólo causaban un enarcar las cejas en algunos pero nada más. Y como el pasito ahí quedaba, el siguiente pasito les llevaba aún más lejos. Si se hubiera declarado desde el principio los pasos que iban a dar estoy seguro de que se les habría impedido; pero a pasitos, pues no hay problema.
—Don Juan, Don Juan, la puntita nada más
—¿La puntita, puta plebeya? ¡Te la meteré toda ella, los cojones y algo más!
Sí, los versos populares son soeces, pero reflejan fiel la intención del don Juan que nos gobierna. Y, como ya no nos respetan, gobiernan a calzón quitado. Ya no les importa que se sepa lo de la esposísima, lo del hermanísimo, el torticerismo de las instituciones que controlan o lo que se tercie (no hay semana sin inofensivo escándalo). Pueden declarar abiertamente que les dan igual las leyes y los tribunales, porque tienen un Tribunal Constitucional que dictará que la ley es lo que ellos hagan o quieran. Y los millones van a desaparecer a chorro sin que importe y algunos se van a enriquecer sin que importe y nadie se va a preguntar por la relación entre ambos fenómenos. A fin de cuentas, cada cual roba según si cercanía al poder, que para eso es tal (o al menos así lo conciben). El objetivo de nuestros gobernantes, y mucho me temo que en el caso de estos gobernantes siempre lo ha sido, es la impunidad. Total y pública impunidad.
Y, mientras tanto, la enseñanza se va al garete, los jóvenes casi no pueden independizarse, nuestro nivel adquisitivo disminuye cada años mientras nos crujen con cada vez más impuestos, las pensiones en las que confiamos todos están cada vez más cerca de reconocerse que no se podrán pagar, nos están invadiendo desde Jovenlandia (para eso nos crujen con impuestos: para subvencionarlo) y la demografía nos indica que nos estamos yendo, como país, al garete. ¿Qué más les da? ¿Acaso Maduro se priva de algo aunque sus gobernados no tengan qué comer? ¿Acaso faltan ciudadanos que le apoyen?
Ahora ya nos gobiernan a calzón quitado. Es lo que hay, y es lo que va a haber. ¿Qué pronóstico tengo? De entrada, el líder seguirá hasta las elecciones de 2027 (las convocará, espero, un poco antes para que no sea pleno verano). No aprobará presupuestos, pero le da igual: no quiere presupuestos aprobados para hacer nada en particular, pues lo importante es seguir en el cargo. A finales de década el catacroc del sistema de pensiones será tal que habrá que hacer algo. Como el sátrapa seguirá gastando sin freno, la deuda pública alcanzará niveles escandalosos. Hacia 2030 la Unión Europea intervendrá, diciéndole a Sánchez que largo de ahí y mandándonos a los hombres de gris. A partir de ese punto empezará nuestra recuperación, pero con unas pensiones del 33% de lo que estaríamos cobrando. Y, en cuanto a la sociedad española, casi todos los jóvenes capaces se irán. Les íbamos a dejar España en herencia, pero nos la habremos cargado y lo que les vayamos a ofrecer no la querrán, como pasa con cualquier herencia con más deudas que patrimonio.
¡Claro que no me gusta! Pero ¿qué puedo hacer? No voy a presentarme a las elecciones, no voy a afiliarme a ningún partido político, no voy a darme de alta en X o donde sea que se den de alta los influencers para expandir mi opinión. No voy a hacer nada, salvo contemplar, como todos mis millones de compatriotas, cómo un tirano de pacotilla lleva a España al abismo.
Julio Jaramillo - Ódiame