A finales del siglo
XVIII, durante la Revolución Francesa, se dieron cuenta de que había muchas
unidades de medida o, lo que es lo mismo, muchas maneras diferentes de medir lo
mismo. En cada sitio lo mismo se medía de una manera diferente: para unos eran
leguas, para otros codos, brazas, yuntadas, millas, varas,… En otros casos
tenemos arrobas, fanegas, onzas, libras, celemines, ánforas, sextarios,… Y
todo, además, agravado por el hecho de que en cada sitio la misma palabra
representaba, en realidad, medidas diferentes: el codo de un lugar no coincide
con el codo de otra región, la fanega de aquí no es la fanega de allí…
Aquello era un
girigay, no era serio. Así no se iba a ningún sitio.
Los diputados
franceses se consideraban los verdaderos representantes del Pueblo, y puesto
que opinaban que el Poder residía en el Pueblo, se arrogaban el poder absoluto
de hacer lo que les diera la gana. No la real gana, porque sería
contrarrevolucionario y por lo tanto reo de guillotina; sólo la gana.
Así que decidieron
que eso de la multiplicidad de medidas se había acabado. Se establecieron unas
unidades de medida patrón, y se estableció que todo el mundo las usaría de
ahora en adelante, prohibiéndose el uso de otras. Estas unidades de medida, ya
las conoce, son el metro, el kilogramo, el litro, etc.
No me cabe duda de
que todo el mundo protestó. Sus medidas tradicionales, por favor. Es el fin de
nuestra cultura. Y todo eso. Tampoco me cabe duda de que a los pocos años todo
el mundo alababa el tener unas medidas únicas y universales y nadie echaba en
falta las unidades tradicionales.
Tiempo después, los
demás países se dieron cuenta que ése era el camino correcto, y se adhirieron
al sistema, adoptando las mismas unidades y desechando las suyas locales.
Como era de esperar,
nuevos descubrimientos han requerido el establecimiento de unidades nuevas: el
parsec, el angstrom, etc. Pero estas incorporaciones se han llevado a cabo con
el espíritu nuevo de medidas patrón y universales.
Como ingeniero, no
puedo menos que estar de acuerdo con lo que hicieron los franceses.
¿Y usted?
¿Está de
acuerdo?
También ocurrió
entonces algo parecido, fueron los mismos y los criterios fueron los mismos.
Permítame, entonces, que repita lo dicho, pero con la sustitución de
unidades de medida a lo otro.
A finales del siglo
XVIII, durante la Revolución Francesa, se dieron cuenta de que había muchas
lenguas o, lo que es lo mismo, muchas maneras diferentes de mentar lo mismo. En
cada sitio lo mismo se nombraba de una manera diferente: para unos era luna, para otros moon, lune, Mond, maan, kuun,… En otros casos tenemos ventana, window, Fenster, ikkuna, fenêtre, finestra,
raam,… Y todo, además, agravado por el hecho de que en cada sitio la
misma palabra representaba, en realidad, conceptos diferentes: el sea
(mar, en inglés) de un lugar no coincide con el sea de otra región, el hay
(heno, en inglés) de aquí no es el hay
de allí…
Aquello era un
girigay, no era serio. Así no se iba a ningún sitio.
Los diputados
franceses se consideraban los verdaderos representantes del Pueblo, y puesto
que opinaban que el Poder residía en el Pueblo, se arrogaban el poder absoluto
de hacer lo que les diera la gana. No la real gana, porque sería
contrarrevolucionario y por lo tanto reo de guillotina; sólo la gana.
Así que decidieron
que eso de la multiplicidad de lenguas se había acabado. Se estableció una
lengua patrón, y se estableció que todo el mundo la usaría de ahora en
adelante, prohibiéndose el uso de otras. Esta lengua, ya la conoce, es el
francés.
No me cabe duda de
que todo el mundo protestó. Sus idiomas tradicionales, por favor. Es el fin de
nuestra cultura. Y todo eso. Tampoco me cabe duda de que a los pocos años todo
el mundo alababa tener una lengua única y universal y nadie echaba en falta las
lenguas tradicionales.
Como ingeniero, no
puedo menos que estar de acuerdo con lo que hicieron los franceses.
¿Y usted?
¿También está de
acuerdo?
Entonces, si es bueno que haya una lengua universal que convierta en innecesarias a las demás, ¿por qué
insistimos tanto en defender las lenguas locales?
Comentario adicional: ¿verdad que encuentra lógico y preferible que todo el mundo represente el concepto '1' con el guarismo 1, el concepto '2' con un 2 y el '37' con un 37, y el concepto '1+2=3' como 1+2=3? Pues eso.
Comentario adicional: ¿verdad que encuentra lógico y preferible que todo el mundo represente el concepto '1' con el guarismo 1, el concepto '2' con un 2 y el '37' con un 37, y el concepto '1+2=3' como 1+2=3? Pues eso.
Bob Dylan - El hombre puso nombre a los animales, una versión muy sabinesca