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jueves, 25 de abril de 2019

La farsa del juicio de la farsa

Y broma buena, la que le gastamos al boticario, que en paz descanse desde entonces. Tenía la botica de guardia, y despachaba por un ventanuco, le pusimos la receta un poco lejos, sacó la cabeza “pa” leerla, y con un cepo de cazar lobos, clack, jajajaja y su mujer se enfadó, la tía asquerosa. Como le dijo mi madre, si no sabe aguantar una broma, márchese del pueblo.
(Chiste que contaba Gila) 


Dos meses largos llevamos de juicio; es el turno de los testigos de las defensas. El último mes, las acusaciones habían traído como testigos a policías y guardias civiles, que habían explicado lo mal que lo pasaron en los sucesos del 20 de septiembre y del 1 de octubre, los obstáculos al cumplimiento de las órdenes judiciales que tuvieron que afrontar y las agresiones que sufrieron. El odio que les tenían las masas. Aunque se hicieron cansinos por la repetición de hechos similares, al observador extraño todo aquello no podía menos que impresionarle. Pero ahora hablan los que traen las defensas, y son (y lo reconocen ante el juez) amigos de los acusados. Y la cosa ha cambiado.

Al principio del juicio también hablaron testigos pro-acusados. Pero eran llamados por la acusación, y se tenían que enfrentar a preguntas incómodas. Trabajos que hicieron, que cobraron, que encargaron, que pagaron. Aquello fue un circo, hasta el punto de que a alguno el juez le llamó la atención para decirle que tanto olvido no era creíble, a otros se les apercibió de que se les deduciría falso testimonio al acabar el juicio (ya veremos), la mayoría no sabía nada, no recordaba nada. Trabajaron gratis, sin encargos, no cobraban, saltándose todas las normas de cada empresa pero sin saber porqué,... Aquello era La ley del silencio. A mí me indignó tanta mentira, tan evidente, soltada con tanta sinvergonzonería y, en aparencia, tanta impunidad.

Pero lo de estos días... Los testigos están declarando sobre lo mismo que policías y guardias civiles, los altercados del 20 de septiembre y el día del referéndum. Y lo que están diciendo es que ellos no vieron nada. No vieron ningún altercado, ningún mal gesto a la policía, nada de nada. Sólo colaboración, gente pacífica y democráta que sólo quería votar, que se reunía espontáneamente con aire festivo. Vamos, que sólo les faltaba decir, como Gila, que si la policía no sabe aguantar una broma...

Es una farsa, todo esto. Ya era una farsa el proceso separatista en sí mismo, y el juicio también lo es. Pero no por la desfachatez de muchos testimonios, sino porque creo que todos somos conscientes de que, al final, terminará en nada. ¡Oh, sí, los condenarán! Pero la condena serán sólo palabras sin hechos que las confirmen.

Todo parece indicar que va a ganar Sánchez. Gobernará con un porrón de aliados, en una coalición Frankenstein unida tan solo por el odio al PP; no creo que el PP consiga la mayoría (ni aunque le apoyara Ciudadanos además de Vox), así que la alternativa (y no hay otra, ésa es la verdad) es que gobierne el PSOE. Y eso, en lo que afecta a los separatistas, se traduce en una de estas cuatro opciones:
  1. Despenalización de los delitos que se les imputan, con efecto retroactivo. Fin inmediato del juicio si no ha acabado, y los acusados vuelven a sus casas tan panchos.
  2. Ley de amnistía para los delitos que se les imputan. Los acusados vuelven a sus casas y sus condenas quedan anuladas. 
  3. Indulto general a los acusados. Porque sí.
  4. Cumplimiento de las penas en cárceles catalanas. El gobierno catalán aplica el mismo criterio que ha aplicado con Oriol Pujol, el hijísimo, y a la semana los acusados están ya de vuelta en sus casas, con el tercer o cuarto grado. 
Sí, como lo más probable es que el PSOE necesite los votos de ERC, PNV, Podemos y demás, y como los del PSC son (sus dirigentes, sus electos) tan separatistas o más que los de ERC -o los tienen tan acomplejados que quieren hacer todo lo que los de ERC quieren, a ver si así les aceptan como catalanes tan auténticos como ellos-, el PSOE buenista hará una de esas cuatro cosas; según lo apurado que esté. Sobre todo, ¿saben por qué lo harán? Porque es lo que no haría el PP. Y los socialistas no necesitan más motivo.

Y yo pienso que esto Marchena lo sabe. Y lo saben los fiscales, y lo saben las defensas, y lo saben los acusados. Y no está en nuestra mano impedirlo, así que... En fin, el juicio ha de seguir, pero la inutilidad de lo que va a trascender la tenemos todos clara. Y un juicio que no tiene consecuencias es una representación. Una farsa.

Ojalá me equivoque, por descontado, pero cuanto antes asumamos que así va a acabar todo antes pasaremos página. Total, una de tantas. 




The Knack - My Sharona

martes, 26 de febrero de 2019

Los libros de texto





Una comentarista en un blog que sigo se quejaba, como botón de muestra de las cosas que nos pasan aquí, de que en un trabajo sobre la geografía de Cataluña en el curso de 4º de primaria de su hijo pequeño se incluía la frase (traduzco) ‘Cataluña es una nación con una lengua y cultura propia’.

En efecto. Cosas como éstas ocurren a cada rato. A los niños, desde pequeños, se les repite una y otra vez la frasecita de marras. Conceptos que han de estudiar, leer con atención e intentar retener en su memoria para responderlo si les preguntan. Y no es sólo en 4º de primaria, es en todos los cursos de la enseñanza preuniversitaria. Un dogma que no se discute, sólo se interioriza y se acepta como verdad suprema.

Por supuesto, el padre o madre que quisiera protestar ante el maestro por lo erróneo del concepto o lo tendencioso de su formulación sabe, seguro, que su hijo va a estar catalogado como el hijo de un protestón, cuando no un españolazo; en cualquier caso, alguien con el que es mejor no tener relación alguna. Eso, huelga decirlo, no es nada beneficioso para el niño, por lo que el padre y la madre van a decidir que la vida es muy dura, que hay que morir al palo y que toca aguantarse.

Eso, cuando el progenitor lo detecta. ¿Se leen los padres el material escolar de sus hijos? Lo dudo mucho. Así que ni nos podemos imaginar todo lo que circula sin que nos enteremos.

Lo peor de esto es que hay poco que hacer. La defensa que harían si se les acusara (algo que, insisto, no va a suceder jamás mientras ellos y los de su cuerda manden, no en vano el profesorado es el sector laboral en el que más implantación tiene el separatismo, alcanzando porcentajes muy alejados de la media de la sociedad y que claramente nos indica que algo pasa), es que no dicen ninguna mentira. Y es que en literalidad puede ser correcto. El empleo de la palabra nación… puede usarse la acepción 17ª del diccionario aunque cualquier persona la interprete con la acepción 1ª (números puestos como ejemplo). De esta manera el autor (y el maestro) consigue que el alumno, que no está prevenido, la interprete con la acepción 1ª y al tiempo puede defenderse de una hipotética acusación diciendo que él quería que se interpretara como la 17ª. Y lo mismo con lo de propia: el luxemburgués es una lengua propia de Europa, como el noruego. Es el otro quien interpreta que “el luxemburgués es la lengua propia de Europa”. La cosas clama al cielo porque se podría haber escrito “con 600 lenguas y 800 culturas propias” y así quedaría más ajustado a la realidad, y conscientemente no se ha hecho. El ánimo de manipular existe, de eso no hay duda.

Pero lo importante es que si se les llevases ante el juez, pueden alegar esta defensa.

Y esto, la verdad sea dicha, es que no sólo pasa en las escuelas. Los medios de comunicación, cualquier escrito no íntimo, las conversaciones normales entre conocidos,... este tipo de dogmas se repiten tantas veces como si nada que al final la mayoría de las personas termina interiorizándolos y aceptándolos como realidades indiscutibles.

Por otro lado, frente a la literalidad de la letra está “el espíritu de la ley”, es decir: no nos vengas con excusas que todos sabemos lo que querías decir. Y el espíritu de la ley es lo que debe predominar siempre. Sólo los fulleros y los fanáticos hacen prevalecer a la literalidad.

Por eso duele saber lo que está pasando con los libros de texto y lamentamos que no haya una Alta Inspección o un Ministro del ramo que diga que no nos vengan con monsergas, que escriban en los libros de texto lo que quieren que el lector entienda sin error de interpretación posible. 

Quizá el 28 de abril algún partido lleve cambiar esto en su programa electoral, esperemos que sí. Tendría mi voto.





Fleur East - Sax

miércoles, 20 de febrero de 2019

La hora de la verdad






Estos días estamos de juicio. El juicio a la parte apresada de la cúpula de los separatistas catalanes. Dejando de lado los mensajes mendaces, manipuladores y torticeros que emiten los separatistas no apresados (TV3 y medios de comunicación separatistas, sobre todo, pero también políticos y opinadores por libre en las redes sociales), hay tres aspectos que me han llamado la atención en estos primeros días.

1.- El empleo del catalán

Es un tema del todo menor, pero arguyen algunos acusados y su claque que han de tener derecho a expresarse en catalán durante el juicio. Aducen que en español no se defenderían igual de bien.

Me sorprende. No que no sepan español, que podría ser (si se juzgara a Marta Rovira y a algunas consejeras, sería hecho cierto), sino que sean personas que han alcanzado altos cargos dentro de la Administración del Estado - un vicepresidente de comunidad autonómica, una presidente de parlamento autonómico, etc.- sin saber expresarse con suficiente soltura en español. Si no entienden las preguntas (de nuevo, sorpresa siendo cargos tal altos) se les pueden dar las aclaraciones pertinentes, pero su alegación es que no sabrían expresarse ellos.

Bien, pues que lo reconozcan. Que reconozcan que se puede tener un elevado cargo público en España, con derecho a chófer, sueldo más alto que el del presidente del gobierno y resto de canonjías, sin saber expresarse en español. Y entonces se buscará una solución. Luego, que vayan por ahí diciendo que el catalán está oprimido, el español impuesto y blablablá.

Todo lo demás son ganas de tocar lo que no suena. Y eso, a mí no.

2.- Las estrategias de defensa

Son variadas. Unos están empleando una defensa verdadera: yo no hice lo que usted dice que hice, pruebe usted que yo lo hice y que lo que hice es el delito que usted dice que es. De momento, Forn. Esta línea de defensa se combina y basa, además, en que "era todo mentira, señoría". La declaración de independencia era de mentira, no era de verdad. Por eso no cometieron ningún delito. Tal cual y sin pestañear.

Otros están empleando la defensa "esto es una farsa". Junqueras, y creo que Romeva. Se basa en no contestar a la acusación y aducir que todo es una farsa, un juicio político, que son presos políticos y resto de monsergas. Que votar no puede ser un delito y que en cambio impedir a porrazos que la gente vote sí que lo es. Falacia tras falacia, éstos son los que tienen a su claque en el séptimo cielo: joder qué tíos, les están dando sopas con ondas a esos estúpidos fiscales y jueces. Reconozco que nos están tocando las narices un rato con esas proclamas, sobre todo porque el juez jefe no está permitiendo a los fiscales responder a esos discursos políticos, pero… aún hay partido, y salvo que esto sea una farsa y un juicio político con el PSOE al mando, estos tíos se van a chupar más cárcel que Rudolf Hess.

Y los capitostes convergentes, Rull y Turull, están… haciéndose el tonto. Yo no sabía nada. Pero nada de nada. ¿Papeletas? Sí, había, yo las usé para votar, pero no sé de dónde salieron. ¿Urnas? Sí, había, yo hice la presentación en público. Pero no sé cómo se consiguieron ni dónde se guardaron. Sí, yo firme el decreto de convocatoria del referéndum, pero no organicé nada ni sé como se organizó ni quién lo hizo… Suena a chiste, pero estoy trascribiendo respuestas que de verdad han dado. Y que no, que no se gastó un duro público. Que todo fue espontáneo, voluntad popular, que era algo que organizó la gente motu propio sin ninguna dirección.

Y otro argumento que emplean: hicieron una ley (catalana) que legalizaba el referéndum, y antes de que el gobierno central la impugnara por inconstitucional ellos convocaron el referéndum. Por lo que estaban dentro de la legalidad en ese momento.

¡Te cojo las llaves del coche! Y antes de que te dé tiempo a decir que no, salgo por la puerta y me lo llevo. Son como niños.

Ya veremos qué tal les sale la jugada.

3.- El verdadero argumento

La verdadera defensa que esgrimen todos es que no importan las leyes: tenían un mandato del pueblo, estaba en su programa electoral (falso: sus programas nunca hablaron de un referéndum) y lo que hicieron fue cumplirlo. Quedaba así legitimado ese programa electoral al ganar las elecciones (¡el 47% de los votos válidos!). Dicen que, puesto que ningún tribunal les impugnó ni les prohibió el programa electoral, lo que éste proponía era, automáticamente, legal.

Y lo peor es que la masa de su claque se lo cree de verdad.

La masa separatista de verdad cree que el 47% de los votos es un mandato popular y que representa a la mayoría de Cataluña. Esto se puede entender por la sencilla razón de que ellos de verdad creen que quien no piensa como ellos no es catalán, es un español.

Pero lo alucinante es que crean que era legal por estar en el programa.

Si un partido, pongamos Vox, ganara las elecciones y en su programa electoral estuviera la supresión de la autonomía catalana y, ya puestos, la conculcación de los derechos políticos de los censados en las provincias catalanas o, por seguir en un terreno hipotético, la prevalencia del varón frente a la mujer en cualquier disputa o competencia, ¿podrían aplicarlo? El argumento que están empleando los separatistas es que sí porque al ganar las elecciones están por encima de la Constitución.


Ítem más: se les llena la boca a todo el conjunto separatista que "lo que es inadmisible es el Estado usando los tribunales contra la voluntad democrática". En otras palabras: los políticos estamos por encima de la Ley y no sujetos a ella. Esto, en España, ni en la Edad Media.
Llegados a este punto, lo único que puedo decir es que sobran las palabras.
Ainda dúo - Recuerdos de Ypacaraí

sábado, 19 de enero de 2019

Tres botones de muestra para entender la política en Cataluña


y la adaptación de estudiantes de medicina de Harvard ¿Qué hace el bazo?:



Tres detallitos, tres noticias cualesquiera, más o menos coincidentes en el tiempo, y que pasan completamente desapercibidas en el día a día de la política en Cataluña. Porque no destacan sobre todas las demás, es todo los días así con noticias como éstas y muchas más.

1.- El estado policial

Archiva un juez la investigación del espionaje llevado a cabo por los Mozos de Escuadra: opina que no ve delito alguno.

La cosa va sobre que se ha demostrado que la policía autonómica espió a abogados, periodistas, políticos, sindicatos, asociaciones, partidos políticos, etc.  Todos ellos con un denominador común: eran antiindependentistas. ¡Incluso espiaban a la Policía, la Guardia Civil y a los agentes del CNI que pudieron! La Policía Nacional consiguió interceptar un convoy de documentos internos de los Mozos cuando los iban a incinerar y ahí estaban todas las pruebas de lo que se sospechaba y más que se sospechaba. Por supuesto, todas las investigaciones se hacían sin conocimiento de fiscal o juez alguno. Como era de esperar, el jefe de la "Brigada de Información", Manel Castellví, no supo dar explicaciones convincentes ante el juez del porqué de esas investigaciones ni de que no eran por ser los espiados antiindependentistas (a menudo se hacía hincapié en los papeles intervenidos del caracter "españolista" o "constitucionalista" del sujeto). De hecho, cayó en suficientes contradicciones como para que pensemos (no, que estemos seguros) que mentía. En fin, las pruebas encontradas son abrumadoras y el juez ha establecido que sí, que hubo espionaje. Pero ha considerado que no había delito.

Veremos en qué para todo esto. De momento el fiscal cuenta con mis simpatías: ha pedido que se reabran las diligencias, pues, como Castellví en ningún momento ha dicho qué delito habían cometido o pudieran cometer los investigados para que los investigaran ni tampoco indicar qué llevó a los Mozos a investigarlos, ni porqué a esas personas y no a otras, admitir que se les espiara por la simple razón "de que se les estaba investigando" (que es lo que hace el juez) no es sino aceptar (y, por parte del juez, legitimar) que vivamos en un estado policial.

Como ven, el tema es serio. Y sin embargo su tratamiento no pasa de un breve en una columna de una página par.

2.- Los políticos mangonean en la policía

Han destituido al jefe de la brigada antidisturbios de los Mozos de Escuadra.

A lo largo del pasado diciembre, los separatistas más violentos (los que aquí denominamos CDR, por comités de defensa de la república) montaron diversas algaradas; algunas, demasiadas, fueron toleradas por la policía autonómica (que es la que tiene la competencia del orden público); algunas otras, sobre todo las que podían afectar a los políticos separatistas, no. Los mozos fueron puestos en el disparadero por su parcial criterio de actuación, y no tuvieron más remedio que hacer lo que debían. En Gerona protegieron una manifestación de Vox (legal y que contaba con todos los permisos) frente a una turba de separatistas que quería reventarla. Y el 21-D, cuando el Doctor Fraude trajo su Consejo de Ministros a Barcelona, las porras también salieron contra los CDR. En este último caso el mal fue aún mayor, pues se recogío en un vídeo que se hizo viral que un mozo de la brigada antidisturbios le espetaba a un agente rural (funcionario, por lo tanto, de la administración catalana) que se alineaba de uniforme (obviamente, algo prohibido) con los CDR la famosa frase de "La república no existe, idiota". 

Como los mozos siempre habían sido amigos de los CDR, la conclusión era clara: había elementos españolistas entre los mozos. En concreto, entre la brigada antidisturbios. Y los CDR exigieron cabezas. El presidente suplente, Torra, exigió cabezas. Y el consejero de interior ha destituido al jefe de la brigada antidisturbios. Oficialmente, no hace falta decirlo, no hay ninguna relación entre todo esto y la destitución se ha debido a otros criterios, del todo punto inocentes. ¡Faltaría más!

3.- Cuando el Parlamento es tu cortijo

Nuevo cierre del Parlamento de Cataluña.

Los separatistas, después de las infaustas sesiones del 6 y 7 de septiembre, declararon el Parlamento cerrado. Así no podía haber marcha atrás. La cosa no les salió del todo bien porque luego, cuando la policía española hizo sus jugadas, se encontraron que al estar cerrados no podían usarlo para protestar. Aparte de que mal podían alardear de demócratas con medidas como esas. Cuando (según su épica) más trascendente era el momento que vivía el país, cuando estaban haciendo el salto democrático, su estrategia era silenciar a los representantes del Pueblo.

Pero esta técnica, que ya habían practicado antes, la han ido aplicando cada vez más a menudo. Por ejemplo, en junio del año pasado, una vez elegido Torra como presidente suplente. ¿La razón del cierre en esa ocasión? Que los jueces habían anulado el derecho de voto de Puigdemont y los otros huidos de la justicia y ya no tenían mayoría de votos. El cierre siguiente fue porque ERC y la tropa de Puchi no se ponían de acuerdo: ante la posibilidad de perder votaciones, de nuevo Parlamento cerrado. Así no se pierde nada. 

Es verdad que, con tanto periodo cerrado, todos nos hemos dado cuenta de que no lo necesitamos (al Parlamento) para nada; no me extrañaría que esa percepción termine pasándoles factura (a los parlamentarios y su cohorte de ayudantes, que son los que viven del invento). Pero aún así, un poco de decencia...

El más reciente cierre es porque la policía ha "detenido" (un ratito) a algunos alcaldes cupaires de pueblos de Gerona, acusándoles de cortar las vías del AVE en los altercados del mes de diciembre. No han cerrado el Parlamento formalmente porque aún estamos en las vacaciones navideñas y no hay plenos, sino que lo que han cerrado son la comisiones.

Como ejemplo, la comisión de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias: la presidente, de EC, declaró la comisión cerrada "en protesta por las detenciones" antedichas. Claro, los diputados no separatistas protestaron. Y uno del PSC pidió explicaciones. La presidente se las dió: en virtud del artículo 235.2 del reglamento del Parlamento.

¡Ah, pero resulta que ese artículo se aplica en caso de alboroto o desobediencia de un diputado, y además implica sanciones! Así que el diputado preguntó qué alboroto o desobediencia había generado qué diputado, y qué sanciones se le iban a imponer. ¡Tierra, trágame! La presidente entonces reconoció que lo hacía por falta de quórum (los diputados de ERC y del grupo de Puchi se habían ausentado). De nuevo el diputado la interpeló, pues esa razón no tenía relación alguna con el artículo que invocaba la presidente. La respuesta de la presidente fue que no tenía el reglamento a mano.

La presidente, de ERC, declaraba cerrada la comisión, aunque no sabía (y le daba igual) qué artículo la autorizaba a tomar esa decisión. Por ella, como si no tenía autoridad. Frente a su deseo, ¿qué son las leyes y los reglamentos? Detalles menores, está claro.

¡Son tan demócratas! Como los de la República Democrática de Corea del Norte.



Pues bien, todas estas cosas y muchas más ocurren a diario aquí en Cataluña, y pasan sin pena ni gloria en los medios de comunicación no separatistas (en los separatistas, se pueden imaginar). No sé si es por la cantidad de cosas que pasan (con lo que estas cosas ya no son noticia), si porque ya estamos tan curados de espanto que nada de esto nos llama la atención, o porque los muchos años de esfuerzo dedicados por Jordi Pujol y su banda a castrar y domar a los medios de comunicación ha tenido estos efectos.




Ylvis - The Fox (What Does The Fox Say?)

jueves, 30 de agosto de 2018

Lo que distingue a una dictadura es la diferencia en el trato entre los que están a favor y los que están en contra

Han hecho en Venezuela un nuevo cambio de moneda. El nuevo bolívar (nombre oficial, "bolívar soberano") equivale ¡a 100.000 bolívares antiguos! Si tenemos en cuenta que hace diez años ya hicieron un cambio de tres ceros (un bolívar de antes equivalía a 1.000 bolívares de 2008), tenemos que 1 bolívar de ahora son 100.000.000 bolívares de 2008. Una desvalorización, en porcentaje, del 10.000.000.000%. Vamos, que un billete antiguo vale más como papel reciclado que por los bolívares que marca (es cierto: un rollo de papel higiénico llegó a tener menos papel que la cantidad de billetes necesario para comprarlo).

Está claro que algo va mal en la economía venezolana. No, mal no. Muy, muy mal. Y, sin embargo, el dictador Maduro aún tiene sus partidarios. ¿Cómo es posible? Bueno, supongo que será gente que piensa que aunque con Maduro no les van bien las cosas, con otros estarían peor aún. El caso es que estos partidarios, en Venezuela, tienen bula para hacer de todo. De todo. Incluyendo, por ejemplo, formar bandas en moto que tirotean a los antimaduros.

Por descontado, la tolerancia hacia los opositores al régimen es muy distinta: todo lo tienen prohibido, todo es subversivo, ilegal, violencia, terrorismo. 

Formalmente, Venezuela es una democracia; creo que pocos defenderán que no es una dictadura (básicamente, los podemitas, ZP y patanes de este jaez).



Saltemos ahora a Cataluña.

Llenar los árboles de un parque de tiras de plástico amarillo es, ya se sabe, libertad de expresión. Que allá donde vayamos todo sean tiras de plástico amarillo es libertad de expresión. Los lazos amarillos, las tiras de plástico amarillo, representan el apoyo al régimen de Torra. 

Como Maduro, Torra también tiene sus seguidores. Con bula para todo. Y si, por ejemplo, ese seguidor es alcalde en un pueblo pequeño, mostrar su apoyo (colgar plásticos, pancartas, banderas independentistas, realizar pintadas, lo que se les ocurra) se hace sin pudor alguno, con todos los medios que el ayuntamiento tiene. ¡Ay, en cambio, de los opositores!

El otro día, un grupo de personas, huelga decir que más que hartos, se dedicó a quitar los plásticos que ensuciaban un espacio público: 

Un espacio cualquiera (imagen obtenida de Crónica Global)
Eso el régimen no lo consideró libertad de expresión: es terrorismo. Y envió a los mossos, ya sin tapujos su policía política, a "identificar" a esas personas. No hace falta detallar el trato que dieron los mossos a esas personas, en esa actuación. Y anunciaron que les pondrían multas de hasta 30.000 euros por "daños en el dominio público". Por comparar, una multa de tráfico grave, ir a 100 km/h por dentro de una ciudad (límite de velocidad 50 km/h), sube a 200 €. 30.000 euros es 150 veces una multa grave de tráfico. Por quitar plásticos amarillos que, digámoslo ya, ensucian y afean (no vean cómo están al tercer día), hacen un efecto de ser basura que tira de espaldas. ¡Ah, pero esas personas están en contra del régimen de Torra! 

Formalmente, Cataluña es una democracia.




Coda: quizá algún día salgan a la luz las cosas que hacen los mozos de escuadra. Algunas de ella ponen los pelos como escarpias, uno no sabe si hablamos de la Stasi, de la KGB o de qué. De momento, baste decir que hay muchos en el cuerpo muy, muy exaltados, y que tienen bula para casi todo.Sí, es una policía política y el apodo de Genestapo les sienta como un guante.

miércoles, 27 de junio de 2018

¡Qué extraño que estés trabajando a estas horas siendo andaluza!




Con la que está cayendo, no cabe excusa alguna. No puede decirse que fue un error, que no había intención, que no se pretendía... No, no cabe.

Programa de TV3 Está passant. No lo he visto nunca, pero se supone que es un programa de "actualidad informativa en clave de humor". Uno de tantos como hay en TV3. El jefe del programa, Toni Soler, conocido prusesista y uno de los más fanáticos. Prototipo del lacista, quizá el más de todos. En la parodia en cuestión recrean una llamada telefónica de Inés Arrimadas al suplente, Torra. Inés Arrimadas, que ganó las últimas elecciones (los lacistas y los de TV3 lo niegan, por supuesto), nació en Jerez de la Frontera. Así que Soler, haciendo de Torra, pronuncia la frase que titula este artículo: "¡Qué extraño que estés trabajando a estas horas siendo andaluza!". El público de TV3, alborozado, rompe en aplausos.

No fue un lapsus. No fueron unas líneas del guión que se les pasó revisar. Ni siquiera es un hecho puntual que no había sucedido nunca y que no volverá a suceder. Y, por descontado, no se arrepienten de haberlo dicho y no lamentan "si alguien se ha podido sentir ofendido". Es TV3, es constantemente así desde hace años.

Y todo lo que revela es cierto. Lo que piensan de Arrimadas, lo que piensan de quién es catalán de verdad y quién no. Lo que piensan de los andaluces, no vaya usted a comparar a un auténtico catalán de socarrel con uno de ellos. Lo que piensan del respeto a los otros políticos. A los millones de catalanes que les votan. Lo que piensan de lo que es TV3. Lo que piensan que es Cataluña, y cómo entienden ellos la democracia.

Lo que piensan en el fondo. Cataluña es suya y éstas son sus reglas, a quien no le gusten que se vaya.

Así es la vida aquí. Desde hace años. 


Sona Jobarteh - Gambia

jueves, 7 de junio de 2018

Diálogo indepe





Se les llena la boca con la palabra diálogo. Constantemente lo dicen. Quieren dialogar. Sin líneas rojas, dicen. 

Me hace gracia, lo de las líneas rojas. Porque  para ellos es independencia sí  o sí. No es negociable. Como tampoco lo era lo del referéndum, también era sí o sí. Etcétera. Y además, piden "gestos" antes de empezar. Que liberen a los presos, que los tengan en cárceles catalanas, esas cosas. Y cuando llegue el momento de la negociación, ya saben: ni una cesión. Lo que tienen, lo tienen. Lo que se negocia con ellos, así ha sido siempre, es qué parte del pastel se les da ahora y qué se guarda para después. Y lo llaman "negociación", porque a cambio del pastel que se llevan ellos ofrecen... irse contentos.

En Cataluña, esta estrategia de negociación se llama "el peix al cove", y están realmente orgullosísimos de ella. Yo llevo viendola en práctica años y años, y jamás (repito, jamás) he visto que los negociadores indepes cedieran nada en nada.

En resumen: que ellos sí van con líneas rojas: todo lo suyo, lo que quieren y lo que tienen, son líneas rojas. No es negociable, no son traspasables.

Pero lo que más me asombra es que quieren negociar "de gobierno a gobierno" y no haya nadie que les diga que antes de ir a negociar en nombre de Cataluña lo que tendrían que hacer es hablar entre ellos (entre todos los catalanes, ¡ey! no sólo entre los indepes) y, cuando tengan una propuesta que avale el, pongamos, 80% de los votos de las autonómicas, entonces sí, entonces presentan esa propuesta como la propuesta de los catalanes. Y no como ahora, que llevan ideas que no aceptan la mitad de Cataluña. 

Pero claro, para eso tendrían que dialogar con aquellos de los que pretenden ignorar hasta su mera existencia. Y gente, además, que les conoce. Que ven todos sus trucos a kilómetros. Con los de Ciudadanos, con los del PP, con gente a la que ni saludan cuando se los cruzan en el Parlamento. Con gente con la que no pueden hacer el peix al cove porque no tienen nada que darles (a los indepes) y sí muchas cosas que arrancarles (a los indepes). Es decir, gente con la que no quieren negociar. 

¡Y sería tan fácil! Bastaría con decirles algo así: si quiere usted hablar conmigo, hablemos. Pero primero hable usted con los de su tierra. Si quiere hablar en nombre de Cataluña, traiga detrás los votos de Cataluña. De lo contrario, usted es el partido indepe. Y el partido indepe no habla con el gobierno, sino con los otros partidos políticos. Vayan y búsquenlos. 

Se les llena la boca con la palabra diálogo. Y es que los indepes son el mejor ejemplo que conozco del díme de qué presumes y te diré de qué careces.




Ismael Lô - Tajabone

martes, 22 de mayo de 2018

Camino de las manos


He planteado el tema en otras ocasiones, pero creo que ha llegado el momento de manifestarlo con toda su crudeza.

En primer lugar, ésta es la lista que presentó Junts pel Sí por la provincia de Barcelona a las elecciones al parlamento catalán el 2015:

Raül Romeva i Rueda
Carme Forcadell i Lluís
Muriel Casals i Couturier
Artur Mas i Gavarró
Oriol Junqueras i Vies
Eduardo Reyes i Pino
Oriol Amat i Salas
Neus Munté i Fernàndez
Marta Rovira i Vergés
Jordi Turull i Negre
Antoni Comín i Oliveres
Josep Rull i Andreu
Anna Simó i Castelló
Neus Lloveras i Massana
Chakir El Homrani Lesfar
Marta Pascal i Capdevila
Lluís Corominas i Diaz
Oriol Amorós i March
Irene Rigau i Oliver
Germà Gordó i Aubarell
Pere Aragonès i Garcia
Antoni Castellà i Clavé
Alba Vergés i Bosch
Anna Figueras i Ibáñez
David Bonvehí i Torras
Marc Sanglas i Alcantarilla
Montserrat Candini i Puig
Magdalena Casamitjana i Aguilà
Maria Senserrich i Guitart
Joan Ramon Casals i Mata
Gerard Gómez del Moral i Fuster
Jordi Cuminal i Roquet
Fabian Mohedano i Morales
Maria Assumpta Rosell i Medall
M. Assumpció Laïlla i Jou “Titon”
Adriana Delgado i Herreros
Àngels Ponsa i Roca
Jaume Profitós i Martí
Marc Viñolas i Prat
Patrícia Gomà i Pons
Marc Guerrero i Tarragó
Lluïsa Llop i Fernàndez
Montserrat Ribera i Puig
M. Mercè Jou i Torras
Miquel Estruch i Traité
M. Dolors Feliu i Torrent
Ana Maria Surra i Spadea
Joan Buscà i Ambrós
Oriol Giménez i Gómez
Josep Tomàs Àlvaro i Juncosa
Maria Mercè Rius i Serra
Carme Labòria i Rojas
Eliseu Esterlich i Galera
Francesc Poch i Ros
Elisabeth Abad i Giralt
Sílvia Requena i Martínez
Jordi Albert i Caballero
Josep Sicart i Enguix
Agnès Russiñol i Amat
Núria Balada i Cardona
Salvador Tresserra i Purtí
Joaquim Esquius i Freixas
Mont-Serrat Grané i Alsina
Laia Girós i Barrés
Cèsar Martínez i López
Anna Maria Carbonell i Aixàs
Iolanda M. Aguilar i Juncosa
David Puértolas i Roman
Àlvar Roda i Fàbregas
Josep Maria Vila D’Abadal i Serra
Carles Viver i Pi-Sunyer
Elisenda Paluzie i Hernández
Núria Picas i Albets
Miquel Calçada i Olivella
Pere Joan Cardona i Iglesias
Maria-Lluïsa Passola i Vidal “Isona”
Josep Maria Mainat i Castells
Immaculada Tubella i Casadevall
Salvador Cardús i Ros
Jaume Cabré i Fabré
Montserrat Carulla i Ventura
Núria de Gispert i Català
Ernest Benach i Pascual
Joan Rigol i Roig
Josep Guardiola i Sala
Xavier Rubert de Ventós
Sílvia Bel i Busquet
Raimon Carrasco i Azemar
Manel Pousa i Engroñat “Pare Manel”
Carme-Laura Gil i Miró
M. Immaculada Parellada i Garrell “Ada”
Josep Cruanyes i Tor
Èric Vergés i Pascual
Clara Ponsatí i Obiols
Jaume Sobrequés i Callicó
Ramon Moliner Serra
Pol Girbal Jornet
Rosa Moneny Guarro
Salvi Güell Bohigas
Dolores Guirado Iruela
Eulàlia Turró Ventura
Maria Carme Freixa Bosch
Josep Maria Cervera Pinart
Ignasi Thió Fernández de Henestrosa
Laia Cañigueral Olivé

 Y ésta, la de Ciudadanos:

Inés Arrimadas García
Carlos Carrizosa Torres
José María Espejo-Saavedra Conesa
Fernando Tomás de Páramo Gómez
Sonia Sierra Infante
Antonio Espinosa Cerrato
Francisco Javier Hervías Chirosa
Susana Beltrán García
David Mejía Ayra
Marina Bravo Sobrino
Joan García González
Jesús Galiano Gutiérrez
Noemí De la Calle Sifré
Sergio Sanz Jiménez
Carmen de Rivera Pla
Laura Vílchez Sánchez
Elisabeth Valencia Mimbrero
Martín Eusebio Barra López
María Francisca Valle Fuentes
Carlos Ballart Torres
Pau Guix Pérez
Manuel Losada Seivane
Dolores Agenjo Recuero
Lluís Herrera-Portugal Hurtado
Marta Ferrer Zorrilla
Cristian Saludes Monclús
Carmen Romero Novo
Raúl Alba Molina
Carolina Torres García
Ángel Guillén Deu
David Gerboles Pérez
Anna-Clara Martínez Fernández
Júlia Barea Sánchez
Jordi Obón Cabré
Julio Roldán Moreno
José María Cano Navarro
Francisco Avilés Salazar
Manuel Rodríguez de L’Hotellerie de Fallois
Júlia Juan Gimeno
Laura Tinadonis Hernández
David Aguinaga Abad
Esther Martínez Martí
Roberto Torrecilla Padilla
M. Dolores Marín Laraño
Jorge García Mulet
Alexandra Vilarrubí Sanllehí
José Rosales Fuentes
Mercedes Rodríguez Ordóñez
Javier Pérez Gómez
Martín Victoria Iglesias
Adoración Roldán Coello
Francisco Javier López Morano
Nieves Valero Collado
Carlos Sánchez Nicolau
Norman Muñoz Madrigal
Carmen Ortuño Aparcero
Andrés Aristayeta Blas
Stella Parodi Barriga
Tomás Francisco Rodríguez Pérez
David Javier Heredia Tapia
Ana Recio Cruz
Germán Prado Pérez
Isabel García Bejarano
Rubén Martínez Goy
Mercedes Arévalo Hernández
Àngels Mª Menchen Gallardo
Sergi Cerrato Recasens
Susana Pérez García
Luis Díaz Vargas
Nicolás Ortiz Cuevas
Fernando Díez Crespo
Carme Gómez Castell
David Expósito Peñalver
Maria Ester Rupérez Del Río
Ángel Federico Lao Peña
Raúl García Dil
Lorena Bocharán Naya
Luis Rojo Gallardo
Adriana Mayo Fuentes
Maria Raya de Cárdenas
Fausto Ramírez Ruíz
Juan Foncuberta Riba “Nito”
Mª Ángeles Valls Borrás
Paloma Jiménez Parga Maseda
Javier Nart Peñalver
Raúl González Fuentes
Magí Algueró Alejos
Carlos Prusi Menéndez
Raquel Quiles Puerto
Silvia Prado Revilla


Como he leído en unos comentarios en Internet, esto no va de partidos políticos, ni de propuestas de gobierno ni nada de eso. Esto va de los tuyos contra los míos. De tu clan contra mi clan, de tu tribu contra la mía, de tu pueblo contra el mío. ¡Y tanto que ellos manifiestan ser "un sol poble"! ¡Y tanto que ellos afirman que representan a Cataluña!

Añadamos otro dato que nadie quiere reconocer aunque es muy cierto: son inintegrables. Les podremos dar todo tipo de concesiones, claudicar en todo, pero ellos nunca dejarán de ser "ellos". Nunca dirán "vale, ya nos integramos con vosotros". No, siempre querrán más. Quieren el todo. La independencia absoluta. Y no sólo la independencia: quieren la independencia sin nosotros, con los que no somos de los suyos fuera de Cataluña.

Señores, ésta es la realidad de Cataluña. Quien quiera resolver el problema catalán, que sepa que ésta es la realidad que yace bajo todo lo que pasa.




Otra cuestión a tener en cuenta es que el ambiente es cada vez más bronco. Y no sólo por ellos, que desde luego que lo es, sino también por parte de los que hasta ahora les sufrían en silencio. Cada vez está habiendo más enfrentamientos, y no sólo verbales. De momento, empujones, sopapos y cosas así. Pero cada día más, y cada día nos extraña menos. En el Maresme, la zona donde la resistencia es más activa, los resistentes están siendo seguidos hasta sus domicilios, identificados, publicadas sus caras, nombres y matrículas de vehículos en Facebook, pinchadas las ruedas de sus coches y pintarrajeados con lazos, acosados e insultados,... Y no, nadie, hace nada, ninguna autoridad lo denuncia, nadie se dirige a los indepes para que dejen en paz a los resistentes. ¿Vamos camino de una guerra civil? Bueno, como mínimo es una pregunta que ya se hace mucha gente en voz alta. ¿Vamos camino de llegar a las manos? Uy, eso seguro. ¿Qué pasará, cuando lleguen los veraneantes del resto de España y descubran lo que han hecho los indepes en su ausencia? ¿Bajarán las orejas, o decidirán que no tienen porqué soportar esto?

¿Y entonces? ¿Qué hacemos, cómo se evita esto? Ja, con estos tres sencillos pasos:
  1. Diagnostique bien el problema y, sobre todo, su causa
  2. Diseñe la solución idónea
  3. No le tiemble el pulso para llevarla a cabo.
Me temo, sin embargo, que nuestros políticos carecen de las cualidades necesarias para afrontar todo este lío.

¿Lo que haría yo? ¡Caray, ya lo he escrito muchas veces, qué caramba! Una pista: esto va de lenguas. ¿Segunda pista? Pues lo que hicieron los jacobinos. No, hombre, lo de la guillotina no (sobre todo, porque la guillotina, los últimos tajos, se los asestó a los padres de la idea). Lo otro. Y, muerto el perro, se acabó la rabia.



Youssou N'Dour - 7 Seconds (ft. Neneh Cherry)

sábado, 19 de mayo de 2018

Cataluña en pocas líneas

El correveidile del Ausente, el Sustituto, ha nombrado a sus consejeros. Éstos son: Aragonès, Turull, Maragall, Buch, Bargalló, Comín, Rull, Puig, Capella, Chakir El Homrani, Artadi, Puigneró, y Jordà.

Cataluña es así: lo que quieras, pero es su cortijo. Son los amos y tú no, ¿te enteras? Pues eso. Cada cual, en su lugar.

Y este espíritu está presente en en todas partes, desde Alcanar a Port Bou y a Pont de Suert.

Quien no lo entienda, ni entiende lo que pasa ni entenderá Cataluña. 

A mí me lo advirtieron, antes de venir, pero es que yo era demasiado joven entonces.

martes, 17 de abril de 2018

Acta est fabula




Es el lema de Tabarnia, Acta est fabula. La farsa se ha acabado. Y viene que ni anillo al dedo en estos momentos.

Sí, lo confieso. Llevo dos, tres semanas, puede que más, sin leer las noticias de la prensa sobre Cataluña. Ya ni sé el status de Puchi, ni me interesa. Para mí, toda esta farsa ya está acabada, ya sé el final, he descubierto al asesino y el chico se va a casar con la chica; me he levantado y me estoy yendo, para evitar las aglomeraciones de cuando enciendan las luces. 

Hace tiempo que pienso que el prusés ha sido como una pelea de boxeo. Los indepes eran un boxeador cantamañanas, que habla y provoca al campeón mientras baila a su alrededor, siempre lejos de su alcance. El Estado, el campeón, quieto en el centro del ring. El aspirante lanza golpes y se aleja, pero el campeón apenas se inmuta. El público, enfervorizado, ruge y chilla al campeón que lo noquee de una vez, mientras la claca del cantamañanas no cesa de decir que lo tiene justo donde lo quería, en el centro del ring, y que apuesten por el aspirante porque en cualquier momento el campeón va a caer, ¿no ven que ni se mueve?

Y de pronto, cuando creemos que el aspirante está  haciendo daño de verdad (y no se ha dado cuenta de que se ha puesto a tiro), el campeón suelta un derechazo brutal al hígado del aspirante y acto seguido la izquierda le rompe la mandíbula. Esto, para mí, fue el discurso del rey el 3 de octubre, aquellos 20 minutos que dejaron claro que jamás se iba a llegar a Ítaca, y la manifestación del 8 de octubre que dejó bien claro a todos que "ellos" no son Cataluña, sino tan solo un puñado de catalanes.

Y el 27 del mes, el derechazo final, el 155, el aspirante cae a la lona. Empieza la cuenta del K.O., la claca del aspirante no sabe qué hacer. Unos gritan que se levante, otros creen que es un truco del aspirante para levantarse con más brío y desmoralizar al campeón, loss gritan que el combate está amañado y el árbitro comprado. Protestan porque el campeón está usando los puños, y eso no se vale, eso es violencia innecesaria y tampoco era para tanto, el aspirante no había hecho nada que mereciera esos golpes.

Entonces surgió Tabarnia, el gran invento catalán de este siglo. Y el lema que idearon, acta est fabula, se hizo realidad. Empieza la cuenta de diez... y sonó la campana en el nueve, un juez alemán la ha hecho sonar. Llevan al aspirante a su asiento, grogui perdido. Formalmente la pelea no ha terminado, quedan asaltos, pero todos sabemos, el campeón, el público, y también los del cantamañanas aunque se nieguen a reconocerlo, que la pelea sólo va a acabar de una manera, con el aspirante saliendo en camilla para jamás volver a siquiera caminar. Yo, ya digo, hace tiempo que me he levantado y me marcho del pabellón (en la época en la que se disputaban veladas de boxeo se denominaban "palacio de los deportes", a mí que me registren).

Ya no sigo las andanzas de Puchi, los aspavientos y las salidas de tiesto de los indepes, la política catalana en general. La veo como cosa pequeña, insignificante, mero pasatiempo para personas aburridas. Lo que a mí me preocupa es el futuro en general. ¿Qué va a pasar con la economía? Las mayores empresas, casi todas las de caché, se han mudado. ¿Tendrá consecuencias? ¿Qué vamos a hacer con los dos millones de catalanes que nos odian? ¿Tendremos que seguir conviviendo con ellos? ¿Va a crecer ese odio (no, más no es posible), se va a mantener, va a atenuarse?

¿Qué va a pasar con la escuela?

¿Qué va a pasar con TV3? ¿Seguirá siendo Cataluña el cortijo de los indepes?

¿Desmantelarán por fin a los Mossos, nuestra Gestapo?

¿Cambiará algún día la norma no escrita de que cualquier líder de cualquier organización de cualquier tipo ha de ser indepe y la organización también ha de serlo oficialmente? 

¿Cómo podemos conseguir que jamás vuelva a pasar nada parecido? 

¿Cómo saldremos de todo esto?

Cuestiones, todas ellas, para tratarlas otro día.




Europe -The final countdown (versión a capella de los Hullabahoos)

lunes, 12 de febrero de 2018

Imperativo legal



Comienza el nuevo periodo "legislativo" en Cataluña. Algunas cosas, que en otros lugares y/o momentos no se verían normales, aquí sí lo son.

  • El partido que obtiene más votos y más escaños es ninguneado. Como si no existiera. Los supremacistas dan por hecho que el Parlamento, al igual que las calles, será siempre suyo y actúan en consecuencia.
  • Cuando se reúne por primera vez la cámara, se nombra una "mesa de edad": el diputado más viejo y los más jóvenes. Esta mesa de edad preside y coordina la primera votación, que es elegir al presidente del parlamento. Los cargos de la mesa de edad son rutinarios y protocolarios, y no deben tener ninguna trascendencia: han de ser una anécdota de ese día, nada más. Dio la casualidad de que los tres eran de ERC, algo que también tenía que haber sido anecdótico, pero esto es Cataluña. La mesa de edad, en vez del protocolario y neutro discurso de apertura, hizo un discurso político partidista. Se enfrentó a los diputados del partido mayoritario (de la minoría mayoritaria, todos los partidos son minoritarios aquí), y "interpretó" reglas. Esta interpretación de reglas, además, salvo que se cambien expresamente, van a formar parte de las reglas.
  • El reglamento de la cámara dice que se puede votar por delegación cuando se está en el hospital, gravemente enfermo, o de baja de maternidad, cosas así. Los letrados del Parlamento, que se entiende que están ahí precisamente para esto, emitieron un informe que decía que estar en la cárcel no justifica que se vote por delegación. Pues bien, la mesa de edad decidió que les daba igual el informe de los letrados, que ellos eran más chulos que nadie y que "interpretaban" que sí se podía. Y lo autorizaron.
  • Se formó la Mesa titular del parlamento, y por supuesto es con mayoría supremacista. Aunque no tuvieron mayoría de votos en las elecciones ni de diputados, en la Mesa tienen una mayoría absoluta. Gracias a Podemos, que se abstiene de cualquier tema: sin la oposición de Podemos, los supremacistas sí tienen mayoría frente a los legales, y como para ellos 1 voto de más es suficiente para imponer cualquier cosa, pues imponen todo.
  • Curioso, lo de Podemos: lo permite todo, por omisión. Si dice que no a algo, eso no se hace. Así que todo lo que se hace es porque ellos quieren, luego que no me vengan con milongas de que ellos no son supremacistas. Los supremacistas dominan la mesa del parlamento porque los de Podemos han querido, que si se hubieran negado no habría sido así.
  • El nuevo presidente del parlamento ha pronunciado el tradicional discurso: al igual que Forcadell, él también dice que será presidente de todos y blablablá. Con el lazo amarillo en la solapa, eso sí. Y con ciertas frases en el discurso que son... supremacistas. Oyéndole, todos hemos entendido. Los legales van a estar solos, en el Parlamento: jamás la mesa dirimirá a su favor, en ningún tema.
  • Como es de esperar, la mesa retorcerá el reglamento para conseguir lo que ellos quieran. 
  • Y, a todo esto, el circo sigue: grandes lazos amarillos en los sitios vacíos, por los que están huídos en Bélgica o en la cárcel, e incluso en la tribuna de invitados, porque hay un tipo en la cárcel que ha declarado que se arrepiente de todo y que pasa de la política pero que ellos siguen contando como de su bando. Por cierto que han pasado días desde el pleno, y los lazos ahí siguen. Es curioso, porque cuando los del PP pusieron unas banderas españolas y catalanas en los sucesos del 6-7 de septiembre, en que abandonaron el pleno una diputada de Podemos se levantó presurosa a retirarlas. Y según confesó luego, tirarlas a la basura. Y es curioso porque revela el distinto tratamiento que se da a este tipo de símbolos protesta: los supremacistas no los soportan y ven correcto y loable el retirarlos, y los constitucionalistas los respetan y se aguantan.
  • Claro que esto último no llama ya la atención a nadie: al terminar el pleno, los supremacistas cantaron Els Segadors. Los constitucionalistas se pusieron de pie en silencio, en señal de respeto. TV3 pidió explicaciones a Arrimadas, la líder de Ciudadanos, por no haber cantado sus diputados el himno (Arrimadas respondió que le da un poco de miedo el que una televisión pública se dedique a controlar quién canta y quién no el himno), y se han escrito muchos artículos protestando porque no cantaran, y tachándolos de no-catalanes (es la única explicación lógica para ellos). Es curioso que cantaran el himno al acabar el pleno (no sé de ningún país que lo haga), pero mucho más si lo comparamos con lo que hacen los supremacistas cuando sueña el himno de España. Pero es que ya estamos acostumbrados a el doble rasero de los indepes.
  • Los supremacistas (e imagno que los podemitas) juraron acatar la constitución "por imperativo legal", añadiendo a continuación cada cual la coletilla que quiso. 
Por imperativo legal. Y se quedan tan frescos. ¿Jura usted acatar la constitución española? Sí, por imperativo legal. ¿Qué significa esa coletilla? ¿Jura usted acatar o no? Olvídese del imperativo legal, nadie le obliga a usted: si no quiere, no jure. Ya, pero es que si no juro no tengo el puesto y no cobro. Ya, qué le vamos a hacer, así son las cosas. Si quiere usted el puesto y la pasta, ha de jurar. Pues bueno, juraré. Pero por imperativo legal. Ya estamos.

En primer lugar: esto de jurar la constitución española viene de antes. De cuando se hizo la constitución. En aquellos años muchos políticos eran "preconstitucionales". Con antecendentes, vaya. No estaba de más el comprobar que habían renunciado a sus orígenes franquistas y acataban los nuevos principios demócratas, la constitución. Era tranquilizador, agradable. Pero eso era entonces. Porque ahora, jurar acatar la constitución y las leyes no tiene sentido. ¡Ay de aquel que no cumpla la constitución y las leyes! Ahora mismo, estamos obligados todos, este acto sobra.

En segundo lugar: cualquier coletilla es una chiquillada. Puede que el acto no tenga mucho sentido, pero si se hace, se ha de hacer como un hombre. Y, contradicciones al margen, estas coletillas no dejan de ser un cruzar los dedos, un intento de engañar al otro, una mentira para evitar las consecuencias de ser consecuente, una prueba, sin más, de la falta de hombría de cada uno. Que, por cierto, ese otro acepta la coletilla pero no se llama a engaño, no. Lo que pasa es que aplica lo dicho en primer lugar y lo deja pasar, piensa "me da igual la coletilla, tú cumplirás o a la cárcel". Pero sí, a veces nos molestan estas tonterías, proque parece que nos quiere tomar el pelo a todos nosotros. Y a mí no me gustan que me tomen el pelo. Yo, si fuera el otro, respondería a cada chiquillada con otra: "lo siento, tío, pero hasta que no recites la fórmula sin coletillas no te doy por bueno el juramento. Y deprisita que hay más memos como tú y no tenemos todo el día". Estoy seguro de que la ley me autoriza a no aguantar bromitas de estas. Claro que esto es Cataluña, y el otro... lo más seguro es que también ha usado la coletilla de marras.


Lo de Maragall, el presidente de la Mesa de Edad, lo dejo para otra ocasión. Que lo merece.




Elgar: Nimrod (variaciones enigma)

miércoles, 3 de enero de 2018

El problema de la educación en Cataluña




Creo que es ya mayoritaria la opinión de que en Cataluña se hace adoctrinamiento en las escuelas. Partidista e independentista, por supuesto. Y hay muchos ejemplos que llaman la atención y hacen que todas las personas de buena fe nos llevemos a la cabeza y exclamemos que estos tíos están locos, que esto es el acabose y cosas por el estilo. Yo no termino de estar de acuerdo. 

Como conté hace tiempo (aquí), la mejor jaula es aquella que el prisionero no percibe. Cuando no sabe que está preso, ni se le ocurre escaparse y buscar la libertad. Pues con lo de la educación en Cataluña pasa algo parecido. Hay unos ejemplos muy groseros, que todos percibimos, y son los que nos escandalizan; pero son sólo unos cuantos (aunque muchos, y todos inaceptables). El verdadero adoctrinamiento es muuuucho más sutil. Tanto, que hay asociaciones que se han puesto a buscarlo, y no lo han encontrado. Ishmael se reiría a carcajadas.

En primer lugar: la enseñanza, en Cataluña, es supremacista: somos los mejores, y los demás no son tan buenos como nosotros. Tenemos héroes, gestas, grandes científicos y descubridores, músicos y artistas. Ya en el Paleolítico pintábamos en nuestras cuevas y, aunque varios pueblos nos han invadido, conquistado y derrotado en innumerables batallas, siempre nos hemos levantado. Y de hecho, somos nosotros los que seguimos aquí, no ellos. Porque somos, en realidad, invencibles. Esto es lo que se enseña en las escuelas, desde el primer día hasta el último, en todas las escuelas catalanas. Salvo las extranjeras, las escuelas de Alemania, de Francia, de Italia, etc. En éstas, los catalanes son gente correcta; los chachipirulis, los de sus propios países.

¿Todavía no se aprecia la trampa? Lo repito: todas las escuelas nacionales enseñan a sus alumnos que ellos son los mejores. Incluso la escuela española. Yo estudié la geografía de España; con menos detalle, la de nuestros vecinos más importantes: Francia, Italia, Alemania, Reino Unido, Polonia. También la de Europa, y la del resto de continentes. Pero, sobre todo, la española. ¿Lugares significativos? Con preferencia, los de España. La Giralda y la Alhambra. Las cuevas de Altamira y la Ciudad Encantada. La bahía de la Concha. El Teide. El palmeral de Elche, las marismas del Guadalquivir, el delta del Ebro. Nuestros picos más altos, nuestras cordilleras más imponentes y nuestros ríos más caudalosos. Da igual que en África haya muchos ríos más caudalosos que el Júcar, yo estudié el Júcar. Los ríos de África, para mí, eran cuatro, el Nilo, el Congo, el Limpopo y el Zambezee. En América otros tres o cuatro ríos, y de montañas, los Andes, las dos sierras Madre, las Rocosas y los Apalaches. En Asia, otro tanto, y de Oceanía quizá nada.

En Historia, otro tanto. Los reyes godos, aunque muchos sean intrascendentes. El proceso de la Reconquista, la formación de España, y el resto de la Historia vista desde España. Lo que nos afectaba, no lo que no. Algunas cosas que no nos afectaban, una breve mención como curiosidad: las cruzadas, las particiones de Polonia, la independencia de Grecia, la conferencia de Berlín, la Primera Guerra Mundial.

En Historia de la Ciencia, por desgracia, poco conocimiento patrio nos dieron; pero en Arte, sí. Aunque el arte y la música se estudió más bien en un ámbito europeo, los grandes maestros se estudiaron fueran del país que fueran.

Y, por descontado, la lengua era la española. Como lengua extranjera, el inglés. Pero poco y mal, visto lo que aprendí. No dí cocina, pero estoy seguro de que mi hermana aprendería platos típicos de aquí, repostería a la española. Lo mismo los que aprendieron bailes regionales; sólo el judo, diría, sería la excepción. Con su toque exótico, además.

Los españoles, estudiamos, éramos unos fenómenos. Nuestras fueron las grandes hazañas, los mayores descubrimientos y exploraciones. Durante cien años, fuimos los reyes del mambo en Europa. En nuestro imperio no se ponía el Sol. Y los demás eran extranjeros. Eran otros. No sabíamos mucho de ellos, y de lo poco que sabíamos es que solían ser nuestros enemigos.  Vale que en los últimos doscientos años estudiamos que nos dieron sopas con honda, que tuvieron grandes hombres y lograron grandes avances mientras nosotros nos quedamos atrasados, cejijuntos, y terminámos matándonos unos a otros en una guerra civil y convirtiendo nuestro país en un erial, y por eso se nos educaba en un complejo de inferioridad hacia los otros. Pero lo importante es que ellos eran los otros. No los estudiábamos.

Es lo normal, ¿no? Es lo mismo que se hace en Francia, en Italia, en el Reino Unido y en los EE.UU. En todas partes.

Insisto: ¿ven la trampa?

Es lo que se hace en Cataluña. Se estudia Cataluña. No se estudia España. España son "los otros". Como Francia, Portugal o Marruecos. Se estudia el catalán, no el español (es "lengua extranjera"). Se estudia en catalán, no en español. El catalán, la lengua de aquí. El español, la lengua de... ¿un país extranjero? Y por eso, al igual que un buen maestro español de mi época no sería consciente de estar educándome en el supremacismo español, uno catalán no piensa que eduque en el supremacismo catalán.

Esta idea lo mancha todo. Por ejemplo, se estudian los ríos catalanes. El Ebro es un río catalán. Como de pasada, los ríos españoles. Pero como yo los franceses (Loira, Ródano, Garona y Sena) o los italianos (Po, Arno, Tíber): si se les quedan, bien; si no, pasan de curso igual. Y con un punto de fanatismo, que hay que presumir aunque sea de poco: el Garona no se estudia como río francés, sino como catalán, que no en balde recorre 10 ó 15 km en el valle de Arán. Que, oigan, esto es como si en África contaran a España como país africano. Y si necesitan prohombres en su Historia, pues basta con que alguno pasara por aquí para que se le pueda contar como catalán. Aun así, se estudian literatos con menos trascendencia y calidad que Carlos Arniches; pero es lo que se tiene.

Es lo normal, ¿no? Además, no estoy seguro de que algo parecido no pase también en las demás autonomías. Claro, parece lógico enseñar a los alumnos a apreciar lo que tienen cerca, que conozcan su tierra y todas esas cosas... y con ese argumento y otros de similar jaez tenemos estos lodos.

Y ése el el resultado. Puesto que en Cataluña se estudia sólo Cataluña, es normal que el alumno salga apreciando Cataluña, su tierra, y no apreciando la del vecino. No la odia, le deja frío. No siente cariño por ella, no se siente parte de ella. Hay, claro, los energúmenos supremacistas conscientes que intentan inculcar el supremacismo ramplón que vemos en los ejemplos. Pero son pocos. Ni aunque fueran el 10%: eso indicaría que el 90% educa "adecuadamente". Y no son ni el 10%, ¡qué va! Lo que pasa es que es muy llamativo. Por ejemplo, cuando el gobierno catalán convocó una huelga general el 3 de octubre, en todos los medios no supremacistas se vieron las imágenes de unos niños de guardería formando una barricada humana en una amplia avenida, quizás la Diagonal. Es cierto, fue escandaloso, pero... ¿cuántos niños de guardería hay en Cataluña? En verdad, sólo un porcentaje ínfimo de infantes fue "educado" en la protesta y el corte de calles. Y, sin embargo, el 99% de los alumnos de Cataluña van a ser oficialmente educados en la idea de que ellos no son España. Subliminalmente, eso sí.
 
¿Quién fue el culpable? El Ministerio de Educación no sé si es responsable de aprobar cada año los contenidos educativos. Si es así, podría acusarse al ministro de incompetente, y lo mismo a sus subalternos. Pero también al presidente que lo nombró y que no lo supervisa, y al pueblo español, por en definitiva elegir a ese presidente. Y si el ministerio no los puede supervisar, el culpable sería el presidente que cedió las competencias a las autonomías, ¡pero también el pueblo español por no votar a un partido (no sé si hay alguno) que clame por el retorno de esas competencias!
Tal y como yo lo veo, hemos sido nosotros los que nos hemos metido en este lío; los supremacistas catalanes lo único que han hecho ha sido aprovechar las oportunidades que les hemos brindado: está en su naturaleza, como el escorpión que pica a la rana.

En cualquier caso, lo más importante para corregir un error es darse cuenta del error cometido. En Cataluña se educan niños catalanes y no españoles, y así es como lo hacen.



Rosana - En navidad

martes, 26 de diciembre de 2017

Tabarnia




Hace ya algún tiempo, alguien sugirió el concepto de Tabarnia. Parecía una humorada, un chascarrillo ingenioso ideado para chinchar a los supremacistas. Desde luego, no se me ocurrió que llegaría un día en que me lo plantearía como una opción seria. Se supone que es un concepto metafísico, un suponer. Una idea para contrastar lo que dicen los supremacistas.

Para reconocer a un supremacistas sólo hay que invertir lo que dice. Lo mismo, pero del otro lado. ¡El supremacista se subirá por las paredes, dirá que eso no puede ser, que por favor! Pues bien, eso es lo que hace Tabarnia: si España es divisible (algo que todo supremacista afirma), Cataluña también. Y, claro, eso sí que no. Pero es lo que se propone.

Tabarnia es Barcelona, Tarragona, sus áreas metropolitanas y sus comarcas costeras. Un mapa típico de Tabarnia sería éste:

Fuente: elmagacin.com

Yo habría puesto otras fronteras, más restrictivas. No habría incluido el Bages, el Alt Penedés o la Anoia, y habría quitado las zonas interiores del Baix Camp, el Vallés Oriental y la Selva, por ejemplo. Pero es la idea. Hay una zona, que no es pequeña ni despreciable, que no quiere ser parte del proyecto que se está fraguando para Cataluña.

Sociológicamente, Tabarnia y Cataluña (entendamos Cataluña como la Cataluña actual sin Tabarnia) son muy diferentes. Votan ideas opuestas, hablan idiomas diferentes, ven las cosas de manera diferente y sus estilos de vida son del todo punto opuestos: el ruido del tráfico que no percibiría un tabarnés de Barcelona no dejaría dormir a un catalán de Camprodón.

La cuestión es que ahora, esto de Tabarnia, hace pensar ¿por qué no? Cataluña no tiene arreglo. Desde 1980, el bloque supremacista tiene siempre el mismo porcentaje de votos, voto arriba, voto abajo. Y en este tiempo, el bloque supremacista se ha radicalizado, y como respuesta (como respuesta: siempre a posteriori de cada radicalización supremacista) el voto constitucionalista se ha radicalizado también. Ya apenas hay término medio: quien plantee un esquema "catalanista", un somos diferentes y mejores, pero sólo poco diferentes y poco mejores, y además vamos a convivir genial porque nos van a respetar nuestra poca diferencia y poca superioridad, no va a ningún sitio, aquí y ahora. Ya está todo planteado: es ellos o nosotros. Y ya no hay afecto personal entre los bandos: aquí ya somos todos taurinos o antitaurinos.

En este entorno, la idea de Tabarnia puede cuajar. Y ya no como idea para contraponer al argumentario supremacista, sino como posible futura realidad. El mismo argumento que sirve para descentralizar España sirve para Tabarnia. Desde luego, la administración tabarnesa estaría más cerca del ciudadano tabarnés de lo que está la administración catalana. También miraría más por sus intereses y se preocuparía más por ellos, el tabarnés se sentiría más identificado con sus instituciones de gobierno, participaría más pues trataría de asuntos que sí le concernerían... Formalmente, cualquier objeción sería de poco peso. Dado que los supremacistas quieren separarse de España por razones económicas (Espanya ens roba!), no podrían acusarnos de separarnos por ser la parte rica de Cataluña. El argumento de que nos separamos porque nosotros somos industriosos y el español agrícola y cazador no lo podría decir el de Artesa de Segre frente al barcelonés. Ni siquiera la Historia: alguien encontrará que Tabarnia es el antiguo condado de Barcelona, anterior a la existencia de Cataluña como ente.

Así que parece ser que ya hay entidades y empresarios que les aportan dinero para estudiar las opciones reales de formación de Tabarnia. Qué pasos habría que dar, cómo se articularía, todo eso.

Y yo mismo me lo estoy pensando. ¿Preferiría ser tabarnés o catalán? Creo que, como todo tabarnés, preferiría no tener que plantearme esta pregunta. Pero si es la única manera de no ir al destino que los supremacistas, que son los que tienen y tendrán siempre la manija de Cataluña, me quieren llevar, sí, preferiría ser tabarnés. Y que se queden ellos con su bucólica y pastoril Cataluña soñada,

La verdad es que, cuanto más lo pienso, más me gustaría que la iniciativa tuviera éxito.  



Hometown - Oh Holy Night