domingo, 8 de marzo de 2020

Leones, hienas y licaones

 



Como todo el mundo sabe, las leonas son las cazadoras y el león macho se come la parte del león. Los leones macho sólo duermen, comen y disfrutan, mientras las leonas hacen todo el trabajo. Pero hay algunos datos que no todo el mundo sabe.

Fuente: Wikipedia

Los leones macho suelen pesar más del doble de las leonas. También cazan, salvo que su concurso no sea necesario. Por ejemplo, si quieren cazar un búfalo y hay machos allí, los machos acostumbran a ser decisivos, por razones obvias. Y si quieren cazar elefantes o hipopótamos, o hay machos colaborando o la cosa está realmente difícil. Mientras que si quieren cazar un pequeño facuóquero, una leona se basta y sobra. Pero, además, lo normal es que los machos no estén allí. Porque el macho tiene otro trabajo: patrulla el territorio. Lo recorre, lo marca para que otros machos no entren, y si encuentra a alguno ha de matarlo o expulsarlo. O ser él el muerto o el expulsado. Y es que a la manada le va la vida en que no entren otros machos: si un macho "de fuera" consigue expulsar al macho local  - o cuando llega, el macho local está lejos-, lo que hará será matar a todas las crías. Sólo sobrevivirán las hembras adultas o adolescentes. Los machos adolescentes, desde luego, o huyen rápido o también los matará. Como la vida de los leones es finita, cuando el macho ya no tiene el vigor de antaño es corriente que el recién llegado le gane. Así pues, las leonas necesitan un macho que tenga el vigor suficiente para defender a sus crías.

Por otra parte, cuando los leones macho llegan a la adolescencia, tienen un nuevo peligro: el macho titular acabará matándolos o expulsándolos. No así las leonas adolescentes: éstas tienen su tranquilidad asegurada. Y si el joven león tiene suerte y sólo lo expulsan, tampoco ha de celebrarlo: va a vagar solo, confiando en que no lo encuentre nunca ningún león adulto, y cazar solo. Joven, solo, sin experiencia. Lo tiene complicado.

Por suerte para el joven león, si ha sido un buen año para la manada es probable que hayan sobrevivido más leones machos de su quinta y el león padre los haya expulsado a todos a la vez. En ese caso, los hermanos forman lo que se llama una coalición. Y estarán juntos toda su vida. Si se convierten algún día en leones titulares de una manada, lo serán todos los hermanos a la vez. Eso les aportará grandes ventajas, porque si en todo lo que he mencionado ponemos varios leones macho en vez de uno, la situación cambia. Si esa coalición llega a un territorio donde el león titular es uno solo o una coalición de menos leones, lo tienen más fácil. Y si una coalición ha de defender un territorio, también. Y lo mismo para cazar.

En cualquier caso, son los machos los que se están jugando el tipo, así que, si se piensa, comer el primero (comer lo mejor y en cantidad suficiente) es un precio pequeño por la labor vital que desempeñan. 

El caso de las hienas es diferente. En las hienas, la hembra es más grande que el macho, y los clanes de hienas los dirige una hembra. Estos clanes tienen todo un escalafón, que puede resumirse en hembra dominante, hembra lugarteniente, resto de hembras, crías y los machos. Los machos son los últimos. A menudo, una hiena solitaria se incorpora a un clan. Si es un macho, su lugar será el último, por debajo de todos. Pero si es una hembra, su lugar será el último... de entre las hembras. Estará por encima de todos los machos (es curioso cómo este desprecio se produce, sin duda de manera no deseada, también en el idioma español: hay leones y leonas, pero no hienas y hienos; siempre "las hienas").

Fuente: Wikipedia


En las hienas, esto del escalafón es importante. Porque determina a rajatabla el orden en que se come y la cantidad que se come.

Como ya he dicho, las hienas hembra son más grandes que las hienas macho. Más fuertes, más rápidas, más salvajes. Pero son más pequeñas que las leonas (aunque una leona no suele pesar más del doble de una hiena).

En la sabana, los grandes enemigos de las hienas manchadas son los leones. Nadie más. Pero es que los grandes enemigos de los leones (aparte de los leones macho  para los otros leones macho) son las hienas. La cosa funciona así:

Una hiena siempre vence a los guepardos, aunque éstos sean varios. Una hiena siempre vence a un leopardo solitario (el caso común). Si por la razón que sea hay dos leopardos (por ejemplo, porque son los días en que machos y hembras están cortejándose), se necesitan dos hienas. Una leona vence a una hiena, pero dos hienas vencen a una leona (mejor si son tres). Las leonas, a menudo, van en grupo, pero las hienas también. Como los grupos de hienas suelen ser más numerosos, lo habitual es que si hay suficientes hienas, éstas venzan a las leonas.

Estos enfrentamientos entre depredadores de la sabana no suelen terminar en muerte sino en huida del perdedor (salvo las crías, que no pueden huir ni defenderse, y se las mata por si acaso). Lo normal es que si no hay nada por lo que luchar, el que tiene las de perder rehúye el enfrentamiento; pero si una parte ha cazado, entonces hay algo por lo que luchar. Si un leopardo o unas leonas han cazado un ñu, puede aparecer un grupo de hienas que quiera aprovecharse. O si el ñu lo han cazado las hienas, sean las leonas las que lo quieran. Por lo general, como nadie quiere recibir una herida que lo incapacite para cazar otra presa, suele bastar una exhibición de poderío y dentadura, algo que sirva para que el bando perdedor calibre las fuerzas a las que se ha de enfrentar; además, el bando fuerte suele aplicar el principio de que a enemigo que huye, puente de plata, por lo que la cosa acostumbra a acabar en retirada antes de que todos se hagan demasiado daño. Pero dado que hienas y leones comen las mismas presas (incluyendo animales que mueren de viejos, de enfermedad o de hambre o sed) y vive en los mismos espacios, los enfrentamientos son frecuentes. Y, como he dicho, lo normal es que ganen las hienas. 

Salvo que haya leones macho. Si los hay, la cosas cambia. Porque un león macho vale por varias leonas, y por lo tanto se necesitan bastantes hienas para superarlo. Y si es una coalición de leones machos, lo normal, se necesitan muchas más hienas. Y un clan tan numeroso no es frecuente. Aunque llega a haber clanes de 80 hienas y las coaliciones suelen ser de 2 ó 3 leones, raramente de 4 ó 5, clanes tan grandes son difíciles de mantener: el territorio ha de ser feraz en demasía, y la hembra dominante ha de ser extraordinaria. Las hienas se pelean a menudo entre sí, y la hembra dominante se pasa el día batallando con los otros 79, recordándoles su lugar y defendiendo su parte de león. Con lo que tenemos que, en realidad, cuando los leones macho se ganan el jornal es después de la caza, cuando han de defender lo cazado frente a las hienas. Esto, por descontado, también es válido cuando las cazadoras son las hienas y la manada de leones quiere lo cazado, o nadie ha cazado y el elefante ha muerto de viejo; como sea, se trata de la comida.

Por cierto que cuando hay leones macho implicados, aquello del enrfentamiento sin sangre no rige. Al león le gusta que quede claro que ése es su territorio, y es demasiado rápido, fuerte y poderoso para que la hiena o el leopardo huya sin más. Como además al león macho le gusta matar "por si acaso" (por si acaso tienes crías que crecen, por si acaso algún día no estoy, por si acaso algún día te comes un animal que me gustaría comerme yo), lo mejor que se puede hacer es, cuando se sabe que hay un león macho, largarse corriendo; otro día será. Hay que ser muchas hienas, tener mucha hambre, para enfrentarse a los leones macho.

Viéndolo así, las leonas cazan y comen. Los machos, si están también cazan, pero sobre todo defienden. Lo cazado, y también a las leonas y a las crías. Y si han de arrebatar comida a las hienas, también. Y son los que se juegan el cuello, los que acostumbran a morir.  La contrapartida es llevarse la parte del león; pues vale. En el caso de las hienas, las hembras se llevan la parte del león... simplemente, porque pueden.

Pero de todos los animales de la sabana mis favoritos son los licaones (o perros salvajes africanos). Los licaones son de la familia de los perros, pero no son perros (los lobos sí son perros, o mejor dicho: los perros son lobos). Y no se pueden adiestrar; pero, aparte de eso, podemos considerarlos como perros. Salvajes, eso sí.

Fuente: Wikipedia
 
Las jaurías de los perros salvajes son diferentes de las de los leones y las hienas: en ellas mandan un macho y una hembra. Son la pareja alfa, y no importa quién de ellos dos consiguió antes el grado alfa y quién lo obtuvo en cuanto que consorte.

Los perros salvajes son más bastante más pequeños que las hienas, no digamos ya que los leones. Pero los grupos de perros se comportan de manera diferente a los de leones y hienas: se ayudan todos entre sí. No hay uno o una que coma más, mejor, antes. Todos comen. De hecho, cuando hay crías se queda siempre un perro de guardia, vigilando las crías, y los cazadores, a su regreso, le llevan comida también al guardián. Donde en los otros clanes hay luchas, disputas y expulsiones, en los perros todo es armonía. Como si los perros supieran que cuantos más fueran y mejor se lleven, mejor para todos. Y es cierto que necesitan ser muchos. Han de sobrepasar ampliamente en número a la hienas para vencerlas  - expulsarlas o defender su comida-, y realmente muchos para defenderse de las leonas (de los leones macho es pedir un imposible). Como no es frecuente que las jaurías sean tan numerosas, lo normal es que los licaones pierdan.

En fin, hay sociedades en las que mandan los machos, sociedades en las que mandan las hembras, y sociedades que no distinguen entre machos y hembras a la hora de mandar, y manda una pareja. Éstas últimas viven en armonía y nunca son sus enemigos los de su misma especie.

Los que más peligro corren de extinción son, no hace falta decirlo, los perros salvajes. 





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