sábado, 30 de septiembre de 2017

El debate político en Cataluña

- ¡Me han detenido por ir circulando, tan tranquilo, con mi propio coche por la autopista! ¡Circular con el coche de uno por la autopista no es delito!

- No, no lo es, pero te falta explicar que circulabas a 190 km/h. Que la Guardia Civil te quiso dar el alto para pedirte que circularas más despacio. Que no paraste, arremetiste contra ellos de manera que uno tuvo que saltar a la cuneta, y que aceleraste aún más. Que te estuvieron persiguiendo con bocinas y sirenas, que los demás conductores tuvieron que echarse a los arcenes para dejarte paso y que consiguieron pararte justo cuando ibas a empotrarte con un autobús escolar lleno de niños discapacitados.

- No es verdad, me han detenido por circular en coche y porque no les caigo bien por ser catalán.



Señores, éste es el nivel del debate político en Cataluña. ¡Votar no es delito! ¡Ejercer un derecho, el derecho al voto, no puede ser delito! ¡Tengo derecho a decidir!

DIversos colegios profesionales, incluyendo de ingenieros y arquitectos, y asociaciones profesionales equivalentes como por ejemplo la Asociación de Consultores de Estructuras, por citar una de mi campo, han firmado un manifiesto. El manifiesto, como es de imaginar, es pro-referendum, y abunda en argumentos como los que he expuesto. Votar no es delito, etc. Se están conculcando (por parte de la policía) derechos fundamentales de las personas, etc. Situación muy preocupante, etc. Cada cual debe poder expresar libremente su opinión, etc. He leído una carta que uno de los presidentes de esas asociaciones ha escrito a sus asociados para justificar la firma. De nuevo,las mismas ideas: que son derechos fundamentales, que votar no es delito, etcétera, etcétera. Que él es consciente de que en la asociación hay personas de muy diversas ideas políticas, que estén a favor y en contra del referéndum, etc., pero que no tiene ninguna duda de que todos los asociados ¡están a favor de los derechos fundamentales, que están siendo conculcados, etc., etc.!

¿Por qué cuento esto? Pues porque así se hacen las cosas en Cataluña. ¿Consultó la junta del colegio de ingenieros a los colegiados si debía o no debía adherirse al manifiesto? No, claro que no (y además para qué, si todo el mundo iba a estar de acuerdo, estoy seguro de que pensaban los de la junta).

Esto es lo que pasa, aquí. Personas brillantes,con gran intelecto, incapaces de discernir las falacias que tienen delante de la cara. Incapaces de reflexionar. Incapaces de decir que no ante los que les presionan para que digan que sí. Y esto, en Cataluña, no hace falta explicarlo: los que presionan son siempre los mismos . Siempre. Y se les reconoce porque ¡son los que gritan sin presiones, en libertad! Y en el otro lado el pueblo llano, en este caso los profesionales colegiados y asociados, que se cuidarán muy mucho de discrepar en público. Porque ya conocen a los que no discrepan, los cuales, creánme, no son personas que acepten las discrepancias. 

En fin. Mañana es el día anunciado. Muchas personas, que tildaríamos de normales, serias y responsables, intentarán votar que quieren la separación de España. Que no quieren ser españoles y que quieren renunciar a lo que supone. Y nosotros hemos de preguntarnos ¿qué está pasando por la cabeza de esta gente para que piense así? Yo, claro, no estoy en su cabeza, pero me atrevo a hacer algunas suposiciones.

En primer lugar, no tienen ningún vínculo emocional con el resto de España. Para ellos, Cataluña es el centro del mundo, el Paraíso en la Tierra. A España van de vacaciones, viajes turísticos. Sí, estuvimos por allí, comimos muy bien, muy bonito todo. Me viene ahora a la memoria algo que mi dijeron hace muchísimos años, en Aragón, cuando se enteraron que me venía a vivir aquí. Un ingeniero que trabajósusbuenos años en estos lares. No te aceptarán, me dijo. Nunca. Te dejarán progresar hasta un nivel, pero no más allá. Porque para ellos nunca serás de los suyos. Y es que no hay tierra menos acogedora que ésta. Aquí, usted, sus hijos, sus nietos, siempre serán identificados como venidos de fuera. Como no verdaderos catalanes.

Por ello, no les causa ningún trauma no ser españoles.

En segundo lugar, ellos no perciben que deban su bienestar a ser parte de España. Al igual que no les causa traumas no ser franceses. Y como se sienten cómodos siendo vecinos de Francia pero no franceses, piensan que lo mismo será con España. Como piensan que los franceses están encantados con los catalanes, también creen que los españoles seguirán encantados con ellos. De hecho, sería peor para España no llevarse bien con Cataluña, discurren. No, de verdad que creen que no habrá ningún inconveniente.

En tercer lugar, lo de la Unión Europea. No es importante, porque nadie percibe ninguna ventaja en ser de la Unión Europea, y como además son ricos (sí, los separatistas son ricos, y los pobres no. De hecho, es facilísimo reconocer a un independentista: le va muy bien. La opresión, el que te roben, es lo que tiene, que medras más y vives mucho mejor que los que te oprimen y te roban), seguirán viajando igual a todos los sitios, que el dinero abre todas las puertas. Además, será sólo cosa de unos meses. ¡Somos tan ricos, que no nos expulsarán de verdad!

En cuarto lugar, el PP. Lo que sea, para chinchar a los del PP. Y si la separación de Cataluña les disgusta, adelante con ella. De verdad que muchos, muchísimos, lo piensan. Si alguien quiere discutir con alguno de ellos, se lo aseguro: en minuto y medio, si no antes, han sacado el tema del PP. Y en todas las discusiones es su argumento principal. Así que mi conclusión es lógica, lo hacen por el PP.

Y en quinto lugar, muchísimos creen realmente que España les roba y que vivirían aún mejor si fueran otro país. Al igual que muchísimos creen que la famosa sentencia sobre el Estatut les ha cercenado sus libertades y viven con sus derechos recortados. Da igual que ni se hayan leído el Estatut ni la sentencia, dicen que es así y para ellos es bastante.

Lo demás, no lo sé. El fin justifica los medios cuando es uno mismo el que persigue el fin, y por lo tanto saltarse las leyes es correcto cuando es uno mismo el que quiere hacerlo. No les genera ningún escrúpulo. Lo mismo la corrupción (no es corrupción si son de los nuestros), la manipulación informativa (¡es tan fácil creer que son los otros los que manipulan!) y el escándalo de la lengua: antes, los niños tenían que aprender en su lengua materna; ahora, en la catalana. ¿Problema? Ninguno, siempre que la lengua sea la catalana... y los alumnos sean los de los otros: los de los de fuera. La inmersión nunca ha regido para sus niños.

Bien, mañana estas personas intentarán votar. No tendrán muchos problemas para digerir su frustración, porque una de las características de su personalidad es que la culpa siempre es de otros. En este caso, un Estado opresor les ha oprimido y les ha impedido ejercer sus derechos y libertades, una vez más. No importa, seguirán intentándolo.

De verdad se lo digo: cuando les miro a la cara, me dan ganas de que se separen con todas las consecuencias. Como el que se burla del torero porque se arrima poco al toro: habría que dejarle que bajara él al ruedo y nos enseñara a todos cómo se torea de verdad.

lunes, 25 de septiembre de 2017

Contradicciones

Una de las cosas que más exaspera de los separatistas es la naturalidad con la que viven sus contradicciones.

Hace no mucho un independentista me defendió el derecho a decidir. Que él lo que defiende es la democracia, y que la democracia es votar. Le pregunté porqué no podíamos votar sobre la inmersión lingüística o sobre el tranvía  en la diagonal: me respondió que no todo es votable.

Están cayendo amenazas de multa e inhabilitación. Los capitostes, asustados como conejos, se están echando para atrás. ¿No se supone que en diez días seremos independientes? ¿De qué tienen miedo, entonces? Está claro: estos capitostes no creen que en diez días vayamos a ser independientes. Y, sin embargo, afirman en todo momento, urbi et orbi, que sí lo seremos.

Y los hiperventilados les creen. No ven ninguna contradicción entre sus hechos y sus palabras.

No sé si algún separatista cree realmente que el 2 de octubre serán independientes. Qué diablos, seguro que sí: las aulas universitarias están llenas de jóvenes ingenuos. Da igual, hay muchos que saben que no, que no habrá independencia. ¿Por qué, entonces, llevan las cosas tan lejos, en vez de plantear una discusión sosegada sobre el tema (y aceptar el resultado)?

Insisten en que no hay fractura social. Insisten en que son respetuosos con las ideas de los demás. Niegan que apliquen prácticas totalitarias.

¡Insisten en que les están reprimiendo! ¡En que no les dejan expresarse! 

Dicen que quieren un país para todos. Para llevarnos todos mejor entre nosotros. Y se quedan tan panchos. Aunque también insisten en que nosotros no somos pueblo de Cataluña; por esta razón nuestra lengua no es lengua de Cataluña, es una lengua invasora que debe enseñarse como una lengua extranjera. 

Creen en una realidad paralela. Creen que todo saldrá bien. Que serán independientes, que el mundo les felicitará, que la UE les acogerá como si fueran miembros fundadores, y que España les tratará como si nada hubiera pasado, tan amigos. Se niegan a creer que no será así. O quizá es que no captan que esas cosas importan, que tienen consecuencias. ¡Como niños!

Ven lo que hacen, y creen que los demócratas son ellos.

No sé cómo son capaces de seguir con estas contradicciones.

sábado, 23 de septiembre de 2017

El caso M, como ejemplo

Charlo con un arquitecto. Me cuenta que han despedido a otra arquitecta que tenían, M.

Parece ser que M. era una inutilidad como profesional. La contrataron porque presentó un buen currículum, pero... Al llegar no empezó arrasando, al contrario. Pero lo achacaron a que siempre cuesta aclimatarse a la cultura del despacho; además, no estaba acostumbrada al tipo de proyectos que ellos hacían, quién sabe, quizá sería cuestión de tiempo. Y pasó el periodo de prueba.

Poco a poc se les hizo evidente: era una inútil.Pero en esas M. se quedó embarazada. Luego, la baja de maternidad. Y luego, la reducción de jornada. Que no es por nada, pero si M. ya era inútil a jornada completa, con media jornada más aún. Llega un momento en el que todo el mundo es consciente de que no tiene sentido asignarle una labor en un proyecto y, sin embargo, hay que dársela.

Al cabo de 3 años, la han despedido.

Hay dos tipos de personas: las que braman contra la empresa porque M. era una trabajadora honrada que estaba protegida por la ley como madre de un menor (o una menor, no sé) de 12 años, y las que opinan que M. ilustra la injusticia de esas protecciones.

Yo soy de estos últimos. Y pienso que estas protecciones no benefician a las madres, al revés. Porque quien contrata a una madre (o futurible madre) contrata también la mochila de protecciones que acarrea. Por lo tanto, a las madres esta mochila penaliza su competitividad.

O quizás es que yo soy un ingeniero del pleistoceno. En mis tiempos, cuando uno era padre no quería una reducción de jornada. Al contrario, había que ganar más garbanzos y eso se resolvía trabajando más aún, no sé si me entienden (los que lo vivieron, seguro que sí). Ahora, en cambio, se pide que se trabaje menos, "en compensación por el esfuerzo de tener un hijo". 

Y sí, es cierto que hay situaciones en las que el trabajador debe estar protegido por la ley. Pero pienso que esas situaciones han de ser excepciones o, como mínimo, adaptadas a las circunstancias (y que sea un juez quien decida si hay de haber proteccióno no). Aplicar el mismo rasero a una empresa de 10.000 empleados y a una empresa de uno o dos empleados no me parece justo.

No sé cuántos hijos nacen gracias a estas protecciones laborales, pero M. era una inútil y espero que ese despacho gane la batalla legal que sin duda les vendrá.

El futuro después del 1-0

Nazis, socialistas, comunistas, anarquistas o ácratas. No pasa nada. Tenemos visiones distintas de los problemas y de sus soluciones. Pero tenemos algo en común: el problema lo tenemos todos, y en las soluciones estamos todos. Y sobre esta base fundamentamos nuestra conviviencia.

Esto no rige con los separatistas, porque ellos no quieren nuestra convivencia en común. Para ellos, la convivencia es el problema. Nosotros somos el problema. Somos su problema, y ellos quieren ser el nuestro.

Y ahora, pasado el 1-0, toca convivir. Los tenemos como vecinos, como compañeros de trabajo o de pupitre, en la puerta del colegio o al otro lado de la ventanilla o el mostrador. En la barra del bar y en los asientos del cine. ¿Nos espera, para siempre o tal vez sólo muchos años, una Cataluña dividida (pero mezclada, ¡ay!) e dos bandos? Eso me temo. Pues, como diría Roger Rabbit, "nos han dibujado así".

En fin. Deseo sinceramente que los culpables, y no sólo el primer escalón, sean de verdad castigados por todo el mal que han causado. Nosotros, es ya irremediable, tendremos que sufrir las consecuencias de sus propósitos, pero al menos el próximo desgraciado quizá decida que mejor se guarda su odio y su rencor en su casa.

viernes, 22 de septiembre de 2017

Mezquindad de mezquindades, todo es mezquindad

Reconozco que yo, que a estas alturas de la vida ya debería estar curado de espanto, me quedé anonadado por la bajeza de espíritu de la que se alardeó durante la manifestación del 26 de agosto tras el ataque de las Ramblas.

Por contarlo sucintamente, como es habitual en estos casos tras un ataque del ISIS (estos en concreto no, eran catalanes de pura cepa de Ripoll, nacidos aquí, educados aquí, hablando catalán como Pompeu Fabra y con planes de ser voluntarios el 1-0, pero podemos asimilarlos a los de ISIS), con numerosas víctimas de paises europeos, se organizó una "gran manifestación de repulsa". Quiere el protocolo que el jefe del Estado y el presidente del Gobierno encabecen la manifestación, y a menudo otros mandatarios extranjeros también acuden o envían a representantes. Así que, como no podía ser menos, el Rey, Rajoy y muchos ministros, presidentes de comunidades autónomas y andamases de partidos políticos aportaron su presencia. El Rey, y Rajoy. La CUP dijo entonces que si iban esos, ellos no. Colau, mal rayo la parta, encontró una solución: el Rey no encabezaría la manifa. Iría en una segunda fila, más atrás. La primera, en la frente. Ella, como alcaldesa, se suponía que era la anfitriona y que organizaba el cotarro. El Rey y Rajoy transigieron. Aún me hago cruces de que Rajoy transigiera en semejante feo al Rey, que es nuestro rey y por lo tanto hacérselo a él es hacérselo a todos nosotros. En fin, eso no fue lo peor.

Resulta que Ada Colau, mal rayo la parta, encargó la organización de la manifa a la ANC. Con un par. Y la ANC vio una ocasión y la aprovechó.

LA ANC organizó las cosas de manera que tras las personalidades iban todos los hiperventilados. Y luego, lejos, los manifestantes normales. Los hiperventilados llenaron la cabecera de la manifestación, lo que podían filmar los medios de comunicación, de carteles clamando contra el Rey, contra Rajoy, contra la islamofobia y diciendo que el Rey es culpable, por vender armas a los saudíes. Aparte, los insultos y los silbidos que ellos encuentran correcto si es al Rey y a Rajoy pero que les sube por las paredes y les hace decir de todo cuando se los dedican a Puigdemont (como le pasó en Badalona). 

Más aún: acudió gente creyendo que era una manifestación normal, y fueron increpados por los separatistas. Muchos de los normales decidieron largarse, viendo que la mani se había convertido en otra cosa; otros tuvieron que salir por piernas, y parece ser que hubo casos en que los mossos tuvieron que intervenir para sacar a gente, porque los hiperventilados los querían linchar. Creo que es que llevaban banderas de España.Y fue sonado el que una pareja de judíos, que acudieron con la bandera de Israel (parece ser que es habitual en las manifestaciones de este tipo, que los paisanos de las víctimas y en general los turistas de la zona acudan con la bandera de su país; quiero decir, hicieron lo normal) también fueron expulsados de malos modos.

¿Las víctimas? Por lo que pareció, eran los musulmanes, pobrecitos. ¡Qué malos que somos los españoles, por atacarles! ¡No a la islamofobia! ¡Por amor de Dios, si pusieron entre Rajoy y del Rey a una musulmana con su pañuelo y todo! Ahí, los dos, haciéndole escolta. ¿Quién presidía? ¿El Rey? ¿Rajoy? No, la mora. El Rey, porque tiene mucho aguante, y los demás porque si el Rey no se va no se va nadie, pero me pareció una maniobra sucísima.

¡Ah, las "otras victimas"! ¿Las que murieron e hirieron en las Ramblas? Nada. Que les den. Y éstas, y los suyos alucinadas. ¿Qué manifestación de apoyo es ésta, decían, que en realidad apoya a los de ISIS y les arrincona a ellos? De verdad, no lo entendían. Ni tampoco los medios de comunicación extranjeros que cubrieron el evento.

Fue bochornoso. 

Fue tan bochornoso que un conocido, hiperventilado él, vino a decirme "que no fue tanto como se dijo". Lo más parecido que le he oido a una disculpa.

Fue increíblemente bochornoso, y me dejó muy afectado. Porque fue la constatación de lo ruines que son mis conciudadanos. Los tipos con los que no tengo más remedio que convivir.


Un par de semanas después, montaron el golpe en el parlamento. Habían presentado unas propuestas de ley, la del referéndum y la de lo que se haría cuando se ganara el referéndum. Ninguna de las propuestas fue siquiera admitida a trámite por el parlamento (por la Mesa, se entiende). No podían damitirlas, porque sabían que serían automáticamente inhabilitados por desobediencia al TC. Y no era éste, el normal, el camino que tenían pensado, no. Se montó un Pleno para el 6 de septiembre, y al empezarlo los separatasdijeron que tenían un tema urgente que tratar, que eran estas dos leyes. Que querían que se aprobaran ya. Sin que la oposición las pudiera estudiar. Sin que la oposición pudiera presentar enmiendas a la totalidad (ey, sí les dejaban presentar enmiendas parciales, podían opinar sobre aspectos sueltos). Fue escandaloso. La presidenta de la mesa, Forcadell, ejerció de fascista y les retiraba la palabra. A votar, a votar, decía constantemente. Al final, claro, la oposición abandonó el parlamento y las leyes se aprobaron... sin oposición. Y ya puestos, esa misma noche, a las dos de la madrugada, el parlamento (los separatas, que eran los que estaban) nombraron a los cinco partidarios que formarían el equivalente a la Junta Electoral. Y luego, para terminar, decidieron clausurar el parlamento hasta después del 1-0 (¡ay, cómo se arrepienten de ahora, que no tienen el parlamento para protestar por la respuesta judicial y policial que están sufriendo!). Las 4 asociaciones de jueces de España, todas, afirmaron que lo que habían hecho era totalitarismo, no democracia. Que vulneraron a posta todos los derechos de las minorías, de los que disentían de ellos. ¡Y además terminaron cerrando el parlamento! No tenían votos para cambiar ni una coma del estatuto de autonomía, y decidieron abolir todas las leyes.

Porque las abolieron todas. Las españolas, y las de ellos. En la sesión se saltaron a la torera todas sus normas. Por ejemplo, hay una norma que dice que antes de aprobar una ley, es obligatorio que pidan un dictamen al Consejo de Garantías Estatutarias. No es obligatorio que acaten el dictamen (estos tíos, en otras ocasiones, se han saltado sus recomendaciones alegando que eran sólo eso, recomendaciones - de no promulgar la ley porqe vulnera principios establecidos, dicho sea de paso). El Consejo protesto, diciendo que como mínimo tenían que enviarles la ley. Pero los separatas contestaron que, como de todas maneras no iban a hacer caso, ni se molestaban en cumplir el trámite.

También falsearon. Necesitaban que el secretario de la Mesa firmara unos papeles: falsificaron su firma. 

Y así con todo. Pero lo mejor es que hace unos días, al empezar la campaña, los de CDC (Puigdemont y los suyos) anunciaron que montarían 636 actos a favor del referéndum, con la colaboración de Puchi y sus consejeros, y que también participarían en actos de otros partidos y de "entidades cívicas". Pues bien, el artículo 10 de la ley (suya, la de ellos) del referéndum dice que "las administraciones públicas catalanas se han de mantener neutrales en la campaña electoral y abstenerse de utilizar sus recursos presupuestarios para favorecer cualquiera de las opciones en la campaña del referéndum".

Pero claro, están más que acostumbrados. Con ellos, ni leyes ni derechos para los que no son de su cuerda. Sumemos a esto la opresión por parte de la administración catalana, los acosos, los señalamientos públicos,... Esto es nazilandia.

Y las personas normales, los hiperventilados que nos cruzamos en la calle, en el trabajo o en las aulas, son la mezquindad personificada. Las personas con las que tenemos que convivir.





(esta entrada no tiene música, porque de verdad que no estoy de humor).