domingo, 29 de enero de 2017

Anatomía del golpe




Estos días ha sido noticia lo de Santiago Vidal. Todo lo de Satiango Vidal es para mear y no echar gota, pero esta vez se ha superado.

Resumiendo, Santiago Vidal es un ex-juez catalán, de gran predicamento (hasta esta semana) entre los separatistas catalanes, casi seguro que por ser el primero y más ferviente juez entregado a la causa. En su momento redactó un constitución para Cataluña, una auténtica imbecilidad de constitución, conocida como "la vidala". 

Lo de la vidala merece artículo aparte. Sin entrar en lo mal redactada que está, defiende cosas como que Cataluña tiene derecho "a decidir", que una vez sea independiente ninguna región de Cataluña tendrá ese derecho, y que las regiones de España, Francia e Italia (las que "nos interesan") sí que lo tendrán "y serán bienvenidas", que los nacidos antes de 1977 tendremos derecho a usar el español, que no habrá ejército porque "somos una nación pacífica", y que quien quiera mantener sus relaciones personales con algún español podrá mantenerlas. O que las mayorías absolutas estarán prohibidas. Por ley. También tendremos derecho a la vivienda, incluso la podremos reclamar en los tribunales. En fin, la red está llena de analisis sesudos y divertidos sobre su proyecto, así que no es necesario relatarlo todo aquí. Eso sí, debido a que se dedicó a estos menesteres, ha sido inhabilitado como juez, por lo que ya es un ex-juez.

También es ex-senador. Desde que el prusés empezó a distribuir las mamandurrias de una forma descarada, Vidal ha estado por ahí ofreciéndose para lo que sea, y al final ERC lo designó senador. Y eso que, sostenían ellos, en menos de un año seríamos independientes. Supongo que un año, en sus calendarios, es un periodo de tiempo muy flexible y conviene disfrutar cuanto antes de todas las canonjías posibles, así que senador. El pájaro, la única declaración que le conozco como senador, es una que hizo a los pocos meses: que esto de ser senador no vale para nada, que el Senado hay que suprimirlo y que todos los senadores son unos parásitos de la sociedad. Se ve que no se escuchaba mientras hablaba. Pero no le suspendieron por eso, sino por lo de esta semana.

¿Y qué ha pasado? Más o menos, Vidal ha estado unos cuantos meses recorriendo las agrupaciones locales de ERC y dando charletas a la parroquia para animarles y decirles que las cosas marchan viento en popa. No es el único, pero el caso es que un periodista de El País ha escrito este artículo denunciando las cosas que nuestro héroe iba contando. Muchas de ellas, para su comodidad, las puede oir en este vídeo. Bueno, bueno. La gente se llevó las manos a la cabeza, el gobierno catalán dijo que eso era falso, y Santiago Vidal tuvo que... ratificar que sí lo había dicho. ¡Arghhhh! ERC intervino y forzó a Vidal a reconocer que no era cierto lo que habia dicho, que se lo había inventado, y que dimitía como senador.

En pocas palabras, Vidal ha venido a decir que los preparativos para el golpe de estado siguen en marcha y que ya se han cometido algunos delitos al hacerlos. Que estamos todos fichados, que estén tranquilos los separatistas que no nos escaparemos ninguno, y que los jueces están ya investigados y en listas de jueces buenos y malos. Ya saben qué jueces seguirán al día siguiente y quiénes deberán marcharse. Que en la futura república catalana los jueces irán en consonancia con el gobierno, y que habrá un órgano que vigilará a los jueces para que así sea. También, que en los presupuestos autonómicos hay escondidos 400 millones para el prusés que no los detectará "Madrid". Y otras historias, lean el artículo y vean el vídeo.

En definitiva, que todas las órdenes del Tribunal Cosntitucional de que no se hiciera nada hacia la secesión y contra la Constitución están siendo desobedecidas a escondidas.

Claro, dicho tantas veces de forma tan alta el periodista del País no ha tenido otra que publicarlo y ya nadie ha podido hacerse el sueco. Vidal ha caído. Pero Vidal no importa, no es más que un tonto útil. Lo que importa es si es verdad lo que ha dicho.

Vidal ha dicho que el gobierno catalán ha robado datos de Hacienda y está cometiendo un delito conservando todas nuestras fichas. El gobierno catalán dice que no, que Vidal no sabía de lo que hablaba. Que el senador y cargo de relumbrón de ERC (el partido que controla el área económica del gobierno catalán y que es abiertamente separatista) no sabe nada. Aunque Vidal llevaba meses proclamando este mensaje por las agrupaciones de ERC, no sé qué pensar. ¿ERC no se enteraba de lo que decía en las agrupaciones? Yo más bien creo que sí lo sabía pero no creyeron nunca que esa información nos llegaría a los colonos.

Por oto lado, es interesante que lo que ha dicho Vidal ya lo había dicho nuestro líder bachiller en recientes discursos parlamentarios (y consta en las actas de esos días), y mensajes parecidos ya los han dado otros consejeros en diversos "aplecs" (encuentros) locales, "universidades" de verano y sitios así.

Así que en todo lo de Vidal hay mucha exageración y mucho deseo (que no realidad), pero sí, los trámites para el golpe de estado siguen en marcha. Y sí, si llega a existir, Catadisney no será Catadisney como nos venden sino Nazilandia.

Es increíble la tolerancia del sistema político español. La democracia española, que ellos no dejan de insultar y proclamar como de baja calidad, y que les tiene sojuzgados como los británicos a sus colonias africanas, les permite hacer lo que están haciendo y seguir viviendo como sátrapas. Nuestro sistema autonómico, señoras y señores.

Pero mi asombro es que este domingo he comprado un periódico nacional, para saber qué opinan en la capital, y nada. Una carta de un lector, y gracias.

¿Qué pasa, que el tema no interesa, que no se conoce en realidad o que se considera una chiquillada sin mayor importancia?

Yo creo que es esto último. De momento, son sólo palabras. No, bueno, son actos, pero actos que no actúan. Nos han fichado, nos han colocado en listas, están trazando planes... pero nada más. No hay ninguna consecuencia de la existencia de fichas y listas. Y les están dejando hacer, por eso mismo. Supongo que cuando hagan el primer acto de verdad, entonces sí que les darán el hachazo. El niño puede hacer la maleta y buscarse un piso, y no pasa nada. Sólo cuando ponga un pie fuera de la puerta se le dirá que qué se ha creído.

Yo, por un lado, estoy tranquilo. Mi tranquilidad viene de la indiscutible inutilidad de los prohombres secesionistas. ¡Si son unos incapaces!

Por otro lado, no me fío de los prohombres que deben velar por nosotros. La verdad sea dicha. Imagínense que la cosa les sale bien: todos nos preguntaremos ¿pero cómo es que no vieron lo que estaban haciendo?

Pero también pienso que una cosa es que el pueblo español no se entere de lo que se está cociendo aquí (nosotros tampoco), y otra que las personas responsables no lo sepan. Quiero creer que éstas sí lo saben, y que tienen un plan.

Así que espero que, dentro de unos años, cuando nos riamos de toda esta historia, nos tronchemos con la ingenuidad de Vidal y los suyos.  Simplemente, me estoy impacientando. Quiero acción ya.



Eagles - Hotel California

viernes, 27 de enero de 2017

domingo, 22 de enero de 2017

¿Cuándo nos cortaron las alas?




En 1939, todavía sin concluir la guerra civil, se promulgó la EH-39 (en aquel momento no se empleaba ese acrónimo, claro), la instrucción para las estructuras de hormigón en masa y armado. Esta norma estuvo vigente hasta 1970, en que ya entró en vigor la EH-68. 

La EH-39 no decía nada sobre el proyecto, sólo se preocupaba de la fabricación y puesta en obra del hormigón. Conociendo el sector, el nivel de la técnica y el estado del país en aquel entonces, hemos de convenir que la norma era la adecuada.

La EH-68 ya se parece a las normas modernas y, en su concepto, seguirá vigente hasta el final del siglo. Como norma moderna, se preocupa del proyecto, la seguridad del cálculo y todo eso. Pero en su primer artículo hace una referencia a la posibilidad de que el proyectista no siga del todo las pautas de la norma. En concreto, dice así:
Se puede proyectar y construir con criterios distintos a los utilizados en esta Instrucción siempre que se justifiquen debidamente y se asuma la responsabilidad que de ello pudiera derivarse.
La norma del 68 preveía que se revisara a los 5 años, y en efecto en 1973 se promulgó la EH-73. Que, sobre este tema, en su artículo primero decía así:
Proyectar y construir con criterios distintos a los utilizados en esta Instrucción es admisible únicamente en el caso de que se justifique debidamente, asumiendo la responsabilidad correspondiente.
Mas o menos lo mismo, ¿no? La norma del 73 siguió vigente hasta que en 1984 salió la norma EH-82, que cambió algo el redactado de este primer artículo:
El autor del proyecto y el director de la Obra están obligados a conocer y tener en cuenta las prescripciones de la presente Instrucción, pero pueden, bajo su personal responsabilidad, emplear sistemas de cálculo, disposiciones constructivas, etc., diferentes.
Este redactado se mantuvo en las normas del 88 y del 91; es decir, estuvo vigente hasta la norma del 99, la EHE. ¿Qué dijo la EHE? Pues esto:
El autor del proyecto y el director de la Obra están obligados a conocer y tener en cuenta las prescripciones de la presente Instrucción, pero, en uso de sus atribuciones, pueden, bajo su personal responsabilidad y previa justificación de que no se reducen los niveles de prestaciones, emplear sistemas de cálculo, disposiciones constructivas, etc., diferentes.
Y añadía un párrafo que empezaba con "En este sentido…"; no lo reproduzco entero, pero venía a decir que una alternativa a la EHE válida sería el empleo del eurocódigo (la norma europea de lo mismo), en aquel momento en estado embrionario. 

La EHE introducía, así, una limitación brutal: había que justificar que no se reducían los niveles de prestaciones. Era una claúsula 22 clarísima. Porque una cosa es saltarse algún precepto de la norma y explicar el porqué de la decisión, y otra muy diferente el tener que justificar que con esa decisión no se reducía el nivel de prestaciones. 

Por ejemplo: imaginen que, con la norma en la mano, por cálculo hay que colocar 25,01 barras de acero. Usted decide que coloca 25 barras, el 0,01 se lo ahorra. Usted no está siguiendo la norma, pero puede justificarse. Ahora bien, es innegable que ha reducido el nivel de prestaciones: si las 25,01 barras proporcionaban el nivel de seguridad normativo de 1,5, colocar 25 lo reduciría a 1,49999. Lo ha reducido, ¿no? Sí, ya sé que suena a chiste, pero la idea es ésa. Y es algo que ocurre muy a menudo: un armado mínimo horizontal en un muro puede ser por cálculo una barra de 10 cada 19 cm y el calculista decide que se apaña con una cada 20. Teniendo en cuenta que, sin explicación, la EHE dobló la cuantía de los armados mínimos de las losas y muros,... No sé, yo comprendo al que no la seguía al pie de la letra. 

Recubrimientos, resistencia al cortante y al punzonamiento, proceso y simplificaciones de cálculo, control, vigas de gran canto,... Había muchos apartados en los que el calculista podía preferir criterios diferentes al de la norma (por no hablar de situaciones de obra o peculiaridades del proyecto), y la EHE, con su redactado, no lo ponía nada fácil. Y peor aún si tenemos en cuenta que la EHE institucionalizó a unos tocapelotas profesionales, a los que ponía por encima de los proyectistas y directores de obra. Con buena intención por parte de la norma, sin duda, pero en mi opinión fue una error el hacerlo. Al menos, el hacerlo como lo hicieron: ¡parece mentira que no conocieran la idiosincrasia de nuestro país!

¡Pero bueno, al menos lo decía en el artículo 1º!

Y entonces llegó la EHE-08, y todo se fue al garete:
Cuando a la vista de las características de la obra, definidas por la Propiedad, la estructura pueda considerarse como una obra especial o singular, esta Instrucción será de aplicación con las adaptaciones y disposiciones adicionales que, bajo su responsabilidad, establezca el Autor del proyecto para satisfacer las exigencias definidas en esta Instrucción, con su mismo nivel de garantía.
Esta cita es lo único que se podría encontrar como libertad para los calculistas y directores, y ni siquiera está en el artículo 1º.  Y, además, lo sigue una serie de disposiciones embrollando aún más "el permiso", y haciendo que a todos se nos quiten las ganas de apartarnos un pelo de la norma.

Así pues, ¿cuándo nos cortaron las alas?




Bob Dylan - Blowin' in the wind

sábado, 21 de enero de 2017

Amazing Grace y 10 canciones que sobrevivirán y no son de los Beatles




Cuando John Newton compuso la famosa canción Amazing Grace, seguro que no se imaginaba lo popular que iba a ser tantos años después. Y es que a) usted conoce la canción, o como mínimo al oirla se le hace muy conocida, y b) la compuso ¡en 1773

Puede, por cierto, que al oir la versión que le propongo eche de menos las gaitas. Eso es porque la banda militar del regimiento de caballería de dragones Royal Scots grabó una versión sólo con gaitas que se ha hecho tremendamente popular: en las series y películas americanas, cuando matan y entierran a un policía de Boston o de Nueva York, siempre suena esta versión de gaitas. 

El caso es que el otro día estaba oyendo una canción moderna (de 1980, para mí lo es), y pensaba que era una canción fabulosa. Pero esta mañana, mientras hacía mis abluciones, quise oir unas arias de Haendel, y me dio por pensar si dentro de cien, doscientos o trescientos años seguiremos oyendo las canciones que ahora tenemos por fabulosas. No me cabe duda de que los Beatles, por descontado, seguirán sonando; pero ¿y los demás? Bueno, yo creo que un puñado de canciones sí lo conseguirán. No Sergio Dalma o Lady Gaga, claro, pero hay algunas que ya llevan un trecho, más de cincuenta años incluso, y siguen sonando tan frescas y tan imprescindibles como el primer día.

Así, como es mi línea habitual, les voy a proponer en las próximas entradas mis diez canciones que no son de los Beatles favoritas para que sigan cantándose dentro de doscientos años. Puede que algunas de ellas ya las haya incluido en artículos anteriores, pero me da igual. Son todas excelentes. ¡Y las que se quedaron fuera!  Ya sé que cuesta creer que Another brick in the wall no vaya a sobrevivir, pero yo no estoy diciendo que sólo lo consigan las 10 que he elegido, y tenía que seleccionar a sólo 10, si no vaya birria de lista. Por descontado, no saldrán por orden de calidad o de probabilidad de éxito, sino por el alfabético.

En fin. La gracia está en que usted, aquí y ahora, se haga su propia lista de las 10 canciones que no son de los Beatles y que seguirán oyendo las generaciones futuras. ¡A ver cuántas coinciden con las mías!



John Newton - Amazing grace

jueves, 19 de enero de 2017

El frío es algo relativo


 

(recibido por WhatsApp)

+24° C: En Sevilla se ponen una mantita para dormir.
+19° C: Los canarios encienden la calefacción central y acaparan víveres por si se quedan aislados.
+8° C: Los coches italianos no arrancan.
-0° C: El agua se congela.
-1° C: Haces como que fumas con tu aliento. Los vascos están en la playa tomando helado y bebiendo cerveza fría.
-4° C: El gato se mete en tu cama.
-10° C: Los coches franceses no arrancan.
-12° C: Telecinco pone las imágenes tradicionales de camiones volcados por el hielo.
-15° C: Los coches alemanes no arrancan.
-24° C: El gato se mete dentro de tu pantalón de pijama.
-29° C: Los coches japoneses no arrancan.
-30° C: No hay ningún puto coche normal que arranque.
-36° C: Los coches rusos no arrancan.
-39° C: Los vascos se abrochan todos los botones de la camisa.
-50° C: Un coche italiano se mete en tu cama.
-60° C: Los rusos están congelados. Los vascos se empiezan a abrochar los abrigos.
-70° C: El infierno está congelado.
-120° C: Todo el alcohol se congela. Los rusos se ponen nerviosos.
-273° C: Cero absoluto. Las moléculas dejan de moverse. Los rusos empiezan a lamer el vodka congelado. Los vascos se levantan de las mesas de la terraza y se meten dentro del bar...




Cindy Lauper - Girls just wanna have fun (versión de Sam & Sam)

lunes, 16 de enero de 2017

Diez de quinientas

En su día, anuncié que haría esta entrada: de los quinientos artículos anteriores seleccionaría diez, uno de cada cincuenta. No sé por qué, en aquél momento pensé que sería fácil. Y, sin embargo, no lo es. No estriba la dificultad en releer las entradas (las tengo impresas en libros), sino en que sólo fueran 10. Tenía claro que muchas que merecían estar se iban a quedar fuera.

Al final, decidí aplicar un criterio temático, y  ésta es mi lista definitiva (sin ninún orden en particular):

1-: Sobre Estados Unidos, este artículo sobre la 2ª enmienda (el derecho a portar armas) y mi opinión sobre porqué los europeos no comprendemos a los americanos en este tema: Segunda enmienda: derecho a portar armas

2-: Sobre las experiencias que nos pasan a todos cuando ejercemos la profesión: Gajes del oficio

3-: Sobre las normas, sobre la estupidez de las normas y sobre lo que pienso sobre los tipos que hacen las normas: La norma UNE-EN 1504

4-: Sobre el deporte (a menudo, norteamericano): The Steel Curtain, "La Cortina de Acero"

5-: Sobre el dopaje: Lo de Wiggins y lo de Froome.

6-: Sobre el mero placer de escribir porque sí: Relato corto en el día del libro

7-: Sobre sucesos históricos: el relato de un hecho que, inexplicablemente, nunca nos han contado. La defensa de Cádiz. ¿Porqué nunca nadie nos lo ha contado? ¿Y cuántos hechos similares jalonan nuestra historia y nadie nos ha hablado de ellos? ¿Qué interés hay en que no estemos orgullosos de nuestro pasado?

8-: Sobre mis ideas acerca de la política: Quiero un cursus honorum 

9-: Sobre coches y otras cosas en las que nos fijamos los ingenieros: Las líneas de las autopistas.

10-: Sobre los grandes hombres que nos sacaron de las cavernas... bueno, ésta es una categoría difícil, porque me da la sensación que preferir una entrada sobre otra es preferir a un tipo sobre el otro. Y, claro, no puedo negar que fueron Faraday y Henry quienes nos sacaron del medievo, pero es que en verdad fue Kay quien lo hizo. Aunque he de elegir una, y siempre tuve muy claro que tenía que ser Bessemer.


martes, 10 de enero de 2017

Cosmocaixa





En Barcelona tenemos Cosmocaixa y el Museo de Historia Natural. El Museo de Historia Natural, les diré, es interesante pero se nota que no han puesto mucho cerebro en su configuración. Esto, unido a que lo sacaron del parque de la ciudadela y lo llevaron más allá del Fórum, malcomunicándolo - al menos conmigo-, hace que vaya poco. Mi favorito es, pues, Cosmocaixa, y no hay año que no lo visite una o dos veces.

Me encanta Cosmocaixa.

Ahora bien, cuando voy a Cosmocaixa no puedo evitar darme cuenta de que la mayoría de los visitantes son niños y los adultos que los acompañan. Y recalco el hecho de que los adultos están porque acompañan a niños. Hay, sí, turistas adultos que acuden sin niños; pero son los menos.

Lo mismo ocurre en otros equipamientos "de conocimiento", como el Museo de Historia Natural, el zoo o el acuario. Ignoro cuál es la situación en los museos culturales, caixafórum y similares, y no recuerdo cuál era el público la última vez que fui al museo egipcio. Sí sé que la audiencia del principal museo de Barcelona, el del F.C. Barcelona, está formada en su mayoría por adultos y jóvenes que viajan solos, y si hay niños lo son en su calidad de acarreados por sus padres. También es cierto que el coste de la entrada del museo del FCB es tal que cualquiera pensaría que llevar a un niño es un derroche excesivo, mientras que Cosmocaixa es casi gratis y, para los niños, gratis del todo.

Esta actitud no es sólo de Barcelona: también la he visto en los diversos centros de Dinópolis y (por citar sólo mi último viaje) la Cité de l'Espace de Toulouse.

Da la impresión de que la gente cree que la ciencia - incluyendo las ciencias naturales- es sólo para los niños. Que cuando uno alcanza una cierta edad, en torno a la legal para hacer lo que uno quiera, uno está ya libre de tener que aprender. Y que pasa a ser ya un usuario de "la cultura". Lo cierto es que los grandes centros culturales están, por todos, considerados "para adultos" (en el sentido de que no son sitios a los que llevar a niños), y los centros "de conocimiento" lo son para niños. Esto es un sentimiento general, por supuesto, pues no faltará quien me diga que el museo del Prado, por ejemplo, es recomendabilísimo para niños. Y es cierto que mejor nos iría si ya de niños acostumbráramos a pasear por esos centros o asistir al teatro o a conciertos de música clásica.

Pero los centros científicos son para niños, dicen. Demasiado bajo para mi nivel, supongo que pensarán. Y a los que vamos motu proprio nos miran como bichos raros. Frikis, nos llaman. Cerebritos, empollones. Bichos raros.
 
 
Lo más curioso de todo es que, cuanto mayor se es, cuanto más se sabe, más entretenidos son los equipamientos de conocimiento. Más interesante es Cosmocaixa, un centro de dinosaurios o un museo militar. Al igual que cuanto más olores y sabores sabe uno diferenciar, más intensa es una cata de vinos, y cuanto más entiende uno de pintura más disfruta uno en el Prado, cuanto más sabe uno de ciencias más disfruta en estos sitios. Cuanto más sabe uno de animales más disfruta en el zoo, el acuario o un museo de historia natural. Pero no, a nadie se le pasa por la cabeza que uno pueda pasar un buen rato en un planetario, un museo técnico o uno científico.

En fin. Yo creo que lo triste no somos los bichos raros, sino los que no lo son. Los que se lo pierden. Los que eligen vivir sin saber, sin comprender el mundo que les rodea. Y les aconsejo a todos ustedes que cambien. Acudan a los museos técnicos y científicos. Visítenlos a fondo, hasta que les echen. Lean los paneles, participen en las experiencias interactivas, apúntense a las sesiones extra, intenten comprender lo que les enseñan y lo que supone. Parecen centros para niños, pero no: son para adultos. Lo de los niños sólo es un gancho para atraerles a ustedes.

Y, desde luego, si tiene usted niños, programe ya el año para visitar al menos 3 ó 4 de estos sitios. Al menos. Usted no se arrepentirá y sus hijos se lo agradecerán.



Navajita Plateá (y Alba Molina) - Noches de bohemia