https://www.youtube.com/watch?v=yEbaeLv-aOo
Un cuento de mi infancia. No sé si sería tradicional antes, tristemente ya no lo es ahora. Signo de los tiempos, me temo.
El caso es que no recuerdo bien el cuento. Ni su título, ni su planteamiento ni su desenlace. Pero sí recuerdo el meollo del nudo. Vamos allá.
La historia versa sobre un monasterio en la Edad Media. Los monjes han acogido a Pedrillo (no recuerdo el nombre, pero éste me vale), muchacho despierto pero travieso: todos los monjes le quieren, pero sus trastadas les exasperan.
El monasterio está regido por un abad con fama de sabio. Un buen día, Pedrillo encuentra al abad todo alterado y al preguntarle el porqué de sus nervios éste le cuenta que ha recibido un aviso de que le va a visitar el superior de la orden, que tiene fama de ser muy exigente, y seguro que le buscará las cosquillas para pillarle en un renuncio. Pedrillo se ríe, y le dice que no se preocupe, que él le sacará del apuro.
Llega el superior y visita el monasterio. Después del refrigerio se aparta con el abad a una cámara a charlar con él, y entonces le dice que ha oído que tiene fama de sabio y que quiere ponerle a prueba para comprobar esa afirmación. Para ello le hace tres preguntas:
—¿Dónde está el centro de la Tierra?
¿Cuánto dinero valgo yo?
Y ¿Qué estoy pensando que es cierto y no es verdad?
El abad medita unos segundos y entonces le responde:
—El centro de la Tierra está debajo de vuestros mismísimos pies, pues que siendo la Tierra redonda todo punto marca el centro.
Valéis 29 monedas, pues a Nuestro Señor lo tasaron en 30 y todos nosotros valemos menos que Él;
Y lo que estáis pensando que es cierto y no lo es es que estáis hablando con el abad, pues yo no lo soy.
En esto el falso abad se quita la capucha del hábito y se descubre que no es el abad sino Pedrillo, que se ha hecho pasar por él.
El superior reconoció el ingenio y la picardía del abad y del muchacho, y se marchó complacido de allí.
Una vez escrito hasta aquí entro en internet y encuentro que hay un cuento muy parecido: "El abad y los tres enigmas". No es como yo lo he contado, las preguntas y respuestas son un poco diferentes, también el entorno, los personajes y sus motivaciones,... en fin, los cuentos los personaliza cada uno como quiere. Lo que es seguro es que este cuento se está perdiendo. No se ha perdido del todo porque todavía queda algo en internet, pero en la práctica, como si estuviera ya erradicado.
Y es que ya ni se cuentan cuentos a los niños ni estos leen cuentos. El lema de ahora parece ser que donde haya una play o un teléfono con internet, que se dejen de cuentos.
Donna Summer - I feel love