miércoles, 15 de marzo de 2023

El vídeo del ministerio de igualdad

https://www.youtube.com/watch?v=4vbaX1Q230U 

 

 

Ayer echaron por televisión una película alemana, muy divertida, sobre unos pardillos que planean el atraco a un banco. En un momento dado deciden que uno de ellos ha de ligarse a la policía que dirige la unidad de atracos y que está inscrita en una aplicación de internet para ligar. Para ello, han de crearle un perfil, y recurren a la mujer de uno de los atracadores. Y ésta toma decisiones diferentes: busca un gato para la foto, y escribe que el atracador es voluntario en comedores sociales. El atracador se niega, dice que ni gatos, ni voluntariado ni gaitas, pero la mujer le dice que ella sí es mujer y sabe lo que buscará la policía. Y, claro, funciona.

La moraleja es evidente: puede que el atracador sepa lo que querría poner un hombre en su perfil de internet, pero la mujer sabe lo que las mujeres quieren ver en ese perfil.

Y el corolario es que estoy seguro de que yo, como varón heterosexual, sé mejor que los autores del vídeo lo que los varones heterosexuales verán en ese vídeo.

Me refiero a un vídeo que ha publicado el gobierno de Sánchez a través de su ínclito ministerio de igualdad y en el que si trabaja algún hombre seguro que pierde más grasa que Boris Izaguirre. El vídeo en cuestión cuenta cinco historias de manera intercalada, a saber:

Historia nº 1: una moza con obesidad entra en un portal con un jovencito y se lo quiere comer a besos. Suben al dormitorio, y la moza duda entre apagar la luz o hacerlo con la luz encendida. Opta por la luz encendida, se quita la ropa y los dos, sentados en la cama, se ponen a ello.

Historia nº 2: una muchacha paralítica, con un hombre (a mí me parece bastante mayor que ella). El hombre le acaricia las piernas y le desabrocha la camisa mientras la chica sonríe en su silla de ruedas. Creo que al final se ve a la muchacha sin camisa, en ropa interior.

Historia nº3: una joven está menstruando. En el lavabo, procediendo a sus abluciones. Entra el joven, su pareja, y le da igual. La levanta, la apoya sobre el lavabo y se la cepilla.

Historia nº 4: una señora mayor, pongamos unos sesenta y cinco años, pero todavía de muy buen ver, se masturba en la cama; se supone que con un vibrador. La cámara se recrea en la excitación creciente que refleja la cara de la mujer.

Historia nº 5: un muchacho, en camiseta imperio, sale (se supone que de marcha). El hijo parece tener futuro en el ministerio de igualdad. Su padre se queda en el sofá viendo la tele. Es evidente que habría preferido que su hijo se quedara con él de tertulia. Al final, el hijo vuelve, se sienta con el padre a tertuliar y ríen.

El vídeo intenta ser erótico sin llegar a ser X. Quiere vender que también las muchachas obesas, las paralíticas, las señoras mayores que viven solas y los muchachos más maricones pueden tener una vida sexual. Imagino que querrán exhibirlo, para eso lo habrán hecho (al menos formalmente: conociendo cómo las gastan en ese ministerio, el 95% de la pasta destinada no se habrá dedicado al vídeo). ¿Lo proyectarán, tal vez, en todos los institutos y centros de enseñanza, en los cuarteles y buques de la Armada, en los centros de descanso de las fábricas, en las cárceles... ? Si lo hacen, ya les digo yo lo que estarán transmitiendo:

Historia nº 1: las obesas son unas viciosas que sólo quieren que les den duro.

Historia nº 2: las paralíticas sólo quieren que las empotren.

Historia nº 3: la regla no es un impedimento para satisfacer al varón. El acto se hace cuando él quiere y donde él quiere. La mujer no necesita ni preliminares ni un sitio cómodo, sentada en el borde de un lavabo le es suficiente.

Historia nº 4: las mujeres mayores que viven solas están muy necesitadas de una buena tranca.

Historia nº 5: ni me he dado cuenta de que hay una 5ª historia.

Por lo demás, mientras tengan el vídeo disponible en internet no me extrañaría que hubiera muchas personas que lo emplearán como material de apoyo en su autoestimulación.

Claro que las locas de Igualdad saldrán diciendo, como ya hicieron con su Ley Montero, que no es eso, no es eso, los jueces son unos machistas y los hombres tienen todos el cerebro deformado, el vídeo no quiere decir eso ("no dice eso" dirán ellas, en vez de "no quiere decir eso"; un matiz básico para entenderlas). La realidad es que el vídeo dice a cada uno lo que cada uno se quede del vídeo. Y yo conozco a los varones mejor que las locas de Igualdad: da igual que en el vídeo haya textos y voces de acompañamiento, una imagen vale más que mil palabras y lo que todos los estudiantes, soldados y marineros de los buques de la Armada, obreros de las fábricas, presidiarios, etc. interpretarían es que las obesas son unas viciosas y quieren que les den duro.

Así que me temo que no lo exhibirán en centros de enseñanza... etc. Si lo dejan en internet y se hace trending topic tal vez alguien les explique porqué está teniendo tantas visitas y entonces lo quiten. Al final ¿dónde pueden exhibirlo? ¿En conventos de monjas? Lo dudo. ¿En secciones femeninas de entidades católicas? Menos. Vamos, que acabarán pudiéndolo poner en clubes de feministas y en las consultas de ginecólogos. Por no hablar del bochorno que sentirán las obesas, las minusválidas o las mujeres mayores cuando vean que un ministerio que creían que estaba para ayudarlas da de ellas esa cara tan burda y que no las define.

El error, en realidad, es que las locas de Igualdad, todas las locas de todos los ministerios, consejerías, observatorios, institutos y demás chiringuitos que viven de esto creen que deben ser ellas las que marquen las pautas y normas en estos asuntos. Porque siempre les saldrá el tiro por la culata. Pondré un ejemplo de una campaña publicitaria del año pasado, que por cierto duró (me pareció a mí) muy poco:


Traduzco, por si acaso: "¿Insistirías una y otra vez después de que te hayan dicho no? Pues en el sexo eso aún pasa. Por una nueva cultura del consentimiento #SiAlConsentiment - Generalidad de Cataluña".

El mensaje está claro: si te dicen que no, es que no. No insistas. Si todos fuéramos como la Generalidad de Cataluña, aún seguiríamos en cuevas y comiendo la carne cruda: seguro que cualquiera que sugirió construir una choza para dormir o pasar un poco el filete por la hoguera recibió un no por respuesta. A Colón le dijeron que no podría ir a la Indias hacia el oeste, y a los hermanos Wright que no conseguirían volar. Seguro que a Bill Gates le dijo su madre que no podía encerrarse en el garaje con ese amigo suyo, ese Paul Allen, que ordenara su habitación y se pusiera a estudiar. Caray, ni siquiera yo estaría con mi mujer si no hubiera insistido tras su primer no. En definitiva, todos aquellos que consiguieron algo que no consiguieron al primer intento podrían decirle a la Generalidad que su consejo es el peor de los consejos posibles. Por no hablar de la ironía de que lo digan los mismos políticos catalanes que están siempre con la murga de independencia sí o sí, lo quiero lo quiero lo quiero y no acepto que no me lo des. ¡Que nadie insiste más que ellos después de que les hayan dicho una y otra vez que no! ¿Dónde está el error? Pues precisamente, en meterse en un tema en el que no debían meterse.

Son los gestores de nuestros caudales públicos, y no los elegimos para que nos regulen qué hemos de hacer o pensar en nuestra intimidad. Que es eso, íntima. Y siempre que lo intenten, van a meter la pata. ¡Si al menos estas campañas se las pagaran ellos de su bolsillo...!




Vasily Agapkin - El adiós de la mujer eslava