lunes, 24 de octubre de 2022

Hidrógeno verde: nociones básicas

https://www.youtube.com/watch?v=b9WpDlqN-iI 

 

 

Es la idea de moda, hidrógeno verde. La fuente de energía del futuro. Y más en España, porque, dicen, aquí hace mucho sol.

Lo primero que tenemos que saber, del hidrógeno, es que no es una fuente de energía. No en realidad. Todo se basa en que Hidrógeno + Oxígeno = Agua (H2O) + energía. Es decir, se mezcla el hidrógeno con el oxígeno (lo hay en el aire) y se obtiene agua; en el proceso, se libera energía. Como el carbón (carbono) cuando arde: se combina con el oxígeno del aire para formar CO2, y al combinarse libera energía. El que se refiere al hidrógeno como forma de energía se está refiriendo a esta faceta del hidrógeno.

¿De dónde se obtiene el hidrógeno? Pues fácil: del agua: Agua (+ energía) = Hidrógeno + Oxígeno. Es decir, se obtiene de la descomposición del agua. Esta descomposición se consigue... con energía. Así que, en realidad, el hidrógeno no aporta energía: la que libera es la necesaria para obtenerlo.

¿Entonces? Entonces, lo que es el hidrógeno es... un contenedor de energía. Yo mo puedo darte unos julios para que te los lleves a tu casa, pero con esos julios puedo obtener unos gramos de hidrógeno que sí puedo darte y luego tú extraes esos julios de esos gramos de hidrógeno. 

Es posible que, así expresado, no parezca un negocio muy bueno, esto del hidrógeno, pero falta la segunda parte: "verde".

¿Qué quiere decir que es verde? Quiere decir que la energía necesaria para descomponer el agua y extraer el hidrógeno se obtiene de placas solares. Y, si me apuran, de molinos de viento.

¿Y porqué es un buen negocio? Pues porque la energía que se obtiene de las placas solares es malísima: tener unas pocas placas está muy bien, pero tener miles de placas (pensemos en clave regional, o nacional) es un problemón. Las placas solares conllevan muchos problemas. Ya expliqué en la entrada del 9 de julio que la conexión de muchas placas solares a la red eléctrica, por la tremenda (tremendísima) irregularidad y poca fiabilidad de la aportación solar, obliga a las centrales de gas a estar a todas y a un sobreesfuerzo que implica un coste importante. Pero ¿y si pudiéramos dedicar las placas solares a otra cosa? Por ejemplo... a extraer hidrógeno. ¿Que las placas están aportando electricidad en ese momento? Descomponemos agua. ¿Que se ha nublado y no aportan? No descomponemos. Y a la electricidad normal, que se dediquen las nucleares, las centrales de gas y las demás. Ésta es la idea.

¿Y con el hidrógeno, qué hacemos? Fácil, darle el mismo tratamiento que a la gasolina. Trasladarlo a plantas de suministro junto a las carreteras, y que los vehículos funcionen con hidrógeno y reposten allí. Lo que hacía la gasolina, pero ahora con un producto "verde". A nivel marcoeconómico, suponfría que en vez de importar energía en forma de petróleo, como hacemos hasta ahora, la "extraeríamos" nosotros mismos produciendo hidrógeno con la energía solar. Y, de rebote, nos ahorraríamos tener que generar eléctricamente la energía que compramos como petróleo, que nuestra capacidad de generar electricidad es limitada.

La clave de todo, se habrán dado cuenta, es que tener el parque móvil eléctrico no funciona. No es viable a gran escala. Nunca se reconocerá, pero es verdad.

Tampoco se reconocerá el problema que suponen las fuentes renovables (salvo las hidráulicas) en la red eléctrica. Así que la idea de moda mata dos pájaros de un tiro.

Salvo...

Salvo que, de momento, todo esto es un sueño. Cuando llegue el momento de implementarlo, entonces aparecerán los problemas de escala. Que no aparecen en un laboratorio, pero en un país es la realidad.

Otra cuestión es si es lógico construir un gaseoducto para hidrógeno "verde" entre Barcelona y Marsella, cuando el Midcat, que también puede transportar hidrógeno, está muy avanzado. Pero, sobre todo, si es lógico que el hidrógeno verde salga de Barcelona, estando Cataluña a la cola en la producción de energía renovable (y para largo, que los catalanes quieren que haya, pero no en sus tierras). Por no hablar de la demanda: ¿qué demanda hay, actualmente o a pocos años vista, de hidrógeno?

Vamos, que ya se lo adelanto: esto del hidrógeno verde... está muy, muy verde, y el político que le hable de eso quiere, en realidad, engañarle. No se crea ni una palabra de lo que él le diga.




REM - Losing my religion (versión de Ian Storm)