Ayer me levanté recordando, por alguna extraña concatenación de ideas, el All Star de la NBA de 1985. Mi primer partido de la NBA. En 1984 España había llegado a la final de baloncesto de la olimpiada de Los Ángeles, derrotando en el camino a Yugoslavia. Semejante hazaña provocó un gran aumento del interés por el baloncesto y las primeras miradas a la NBA. Esa temporada se retransmitió el All Star y como también coincidió con el boom de los grabadores de vídeo, en mi casa lo grabamos y ví el partido incontables veces, hasta el punto de que me sabía la mayoría de las frases del locutor (Pedro Barthe) de memoria. Aún me sé unas cuantas.
Los recuerdos matutinos, ya digo, venían por que el partido de este año ha supuesto el fin del prestigio de este tipo de partidos. Yo no lo he visto, salvo alguna jugada en algún resumen, y no he conseguido leer crónicas al respecto en los informativos americanos y apenas artículos comentándolo; todo lo más, comentarios de los aficionados diciendo en general que a) no lo veían desde hace años, o b) no lo iban a ver nunca más. Y es que el partido acabó 192-182 y con unos porcentajes de acierto escandalosos. ¿Cómo lo consiguieron, si no se jugaron prórrogas? Porque nunca se defendió. Se lleva años diciendo que en estos torneos no se defiende, y ya el año pasado hubo muchas quejas por el poco interés que tenía ver a jugadores lanzando a canasta triples sin oposición, pero lo de este año fue de traca: la jugada más famosa es una en que cuatro jugadores del Este corren hacia la canasta del Oeste, y sólo hay uno del Oeste en su campo (los otros cuatro ni se molestan en volver a su campo). El defensor del Oeste es Stephen Curry, el mejor jugador de la liga los últimos dos años y entre los mejores de todos los tiempos según los más panolis. Uno pensaría que el mejor jugador de la liga sería capaz de hacer una defensa increíble... pero lo que hizo fue ¡tirarse al suelo y taparse la cabeza con las manos! Para molestar lo menos posible, está claro. El chaval del Este que llevaba la bola llegó hasta la canasta, saltó, machacó el aro y se volvió a su campo. Se comprende que la población estadounidense se dividiera entre los que ni se enteraron del partido, los que lamentaron haber perdido el tiempo viéndolo (o una parte) y los que lamentaron haber perdido el dinero comprando una entrada.
Al menos los Harlem Globbetrotters llevan uniformes divertidos y hacen malabarismos divertidos.
Sin embargo, hay panolis que siguen defendiendo que en los all star no se defienda. Y de ahí mis recuerdos del de 1985. Cuatro, en concreto, me vinieron a la cabeza como flashes.
En aquel partido, los titulares del equipo del Este eran Isiah Thomas, Michael Jordan, Julius Erving, Larry Bird y Moses Malone. Los del Oeste, Magic Johnson, George "Iceman" Gervin, Adrian Dantley, Ralph Sampson y Kareem Abdul Jabbar. Entrenados por Pat Riley, mientras K.C. Jones, el de Boston, se sentaba en la banqueta del Este. Innegable, las grandes estrellas de la liga. Jugadores que cobraban cien o doscientas veces menos que los de ahora y que no podían permitirse una lesión.
Éstas son las 4 jugadas:
- "El contraatque se ha frustrado porque Blackman, una vez más, ha estado atento". Habla el locutor de Rolando Blackman, que en dos jugadas consecutivas conseguía interceptar un pase de contraataque en el centro del campo.
- Remontando, Isiah Thomas mete una canasta. "Y todavía se revuelve para defender", añade el locutor tras alabar la belleza de la jugada, porque Isiah se pone a defender el saque de fondo e impedir un ataque rápido dando tiempo a sus compañeros a regresar a su zona.
- En otro contrataque (señal de defensa) Dr J. corre hacia la canasta del Oeste, para machacar. Salta, y aparece por detrás su par, Larry Nance, que se ha pegado la gran carrera para llegar a taponar el mate. Nance, además del tapón, atrapa el balón e inicia el nuevo ataque. Mientras el Dr. J. vuelve, Barthe comenta "Erving, diciendo qué pasa aquí, ya no se respetan las caetgorías".
- Y mi favorita es que, al parecer, el partido se decidió porque en el cuarto cuarto se "lesionó" Larry Bird: se llevó un golpe tremendo en la cara y tuvo que retirarse del partido. ¿Cómo se lesionó? En un ataque del Oeste, Jabbar y Malone estaban luchando por la posición. Empujones, codazos, lo normal. El locutor explica que son tíos de 120 kg de peso (en aquella época un alero universitario americano venía aquí y lo ponían de pivot armario, cada equipo tenía 2), y en una de sus enganchadas Larry Bird, que está defendiendo al que lleva el balón, no se da cuenta y se lleva el golpe.
Es cierto, el locutor nos lo explicaba, que el partido empezaba muy alegre con jugadas imaginativas, pero también nos decía que poco a poco se iban a ir ajustando las defensas (era en diferido), y lo cierto es que la segunda mitad fue muy intensa. ¿Se defendía? ¡Ya lo creo que se defendía!
Bueno, pues el caso es que también ayer, dos semanas después, uno de los integrantes del partido de este año declaró que lo que habría que hacer es ofrecer más dinero. Un tío que cobrará cien veces lo que Kareem, y encima pide más dinero para defender en un partido en el que Kareem defendía gratis. ¡No tienen vergüenza!
Al menos, el entrenador del Oeste de este año, Steve Kerr, ha declarado al respecto:
“Maybe the best thing to do will be to watch a tape of an All-Star Game from about 1985, because it was a different game back then. It wasn’t like guys were diving on the floor for loose balls and taking charges, but it was competitive."
Quizás lo mejor que se puede hacer es ver una cinta de un All Star de hacia 1985, porque era un partido diferente entonces. No es que los tíos se lanzaran al suelo por un balón perdido o decidieran ponerse al cargo (se refiere a esas situaciones en las que un jugador, desesperado, cambia a jugar en plan "A mí, Sabino, que los arrollo"), pero era competitivo.
Me ha hecho gracia que él, el mismo día, se acordara del mismo partido de hace 32 años, y he querido contarlo aquí.
Aquellos eran buenos tiempos para el baloncesto.
Coro del Ejército Rojo - Tema de La caza del Octuber Rojo