domingo, 27 de julio de 2014

Ríe, payaso

Canio sabe que su esposa le es infiel; la ha sorprendido con su amante, pero no le ha visto la cara; no sabe quien és, y ella se niega a confesar su nombre. Pero no hay tiempo para la discusión, pues esa noche tienen representación y hay que prepararse para la obra; precisamente, Canio va a representar el papel de un payaso que es también un marido engañado por su mujer...

Con el corazón destrozado, Canio empieza a vestirse y maquillar su cara; intenta animarse, se dice a sí mismo "ríe, payaso", pero es inútil.
¡Actuar! ¡Mientras preso del delirio,
no sé ya lo que digo
ni lo que hago!
Y sin embargo, es necesario... ¡esfuérzate!
¡Bah! ¿Acaso eres tú un hombre?
¡Eres Payaso!

Ponte el traje
y empólvate el rostro.
La gente paga y aquí quiere reír,
y si Arlequín te roba a Colombina,
¡Ríe, Payaso, y todos te aplaudirán!
Transforma en bromas la congoja y el llanto;
en una mueca los sollozos y el dolor. ¡Ah!

¡Ríe, Payaso,
sobre tu amor despedazado!
¡Ríe del dolor que te envenena el corazón!
Esta escena, Plácido Domingo la borda más o menos así:


Recitar! Mentre preso dal delirio,
non so più quel che dico,
e quel che faccio!
Eppur è d'uopo, sforzati!
Bah! sei tu forse un uom?
Tu se' Pagliaccio!

Vesti la giubba,
e la faccia infarina.
La gente paga, e rider vuole qua.
E se Arlecchin t'invola Colombina,
ridi, Pagliaccio, e ognun applaudirà!
Tramuta in lazzi lo spasmo ed il pianto
in una smorfia il singhiozzo e 'l dolor, Ah!

Ridi, Pagliaccio,
sul tuo amore infranto!
Ridi del duol, che t'avvelena il cor!
Ridi, Pagliaccio (ríe, payaso), o Vesti la giubba (ponte el traje), como quieran llamarla, es el pasaje más conocido de la ópera Il Pagliaccio (El payaso) de Leoncavallo. Claro que eso no significa que esta ópera, esta romanza, sea muy conocida; los melómanos y los aficionados a la ópera me dirán que por supuesto que sí, que es un "clásico popular", pero me da a mí que para la mayoría de las personas es un pasaje desconocido.

La ópera, es lo que tiene. Se ha de ver en vivo, porque oir una grabación es como escuchar una obra de teatro por la radio, pero aun así incluye momentos sublimes. Momentos que, como éste, un buen día se me instalan en la cabeza y hacen que les escriba este artículo.

Ridi, Pagliaccio,
sul tuo amore infranto!
Ridi del duol, che t'avvelena il cor!