Ayer, 31 de diciembre, escribí un artículo de corte político, con la intención de publicarlo hoy. A lo largo del mismo (y era muy largo) analizaba la situación política de aquí, lo que puede pasar y lo que yo haría si...
Luego, según mi costumbre, publicaría otro artículo, de los muchos que tengo en cartera, sobre cualquier otro tema, y así mi diatriba quedaría más o menos disimulada. Solo que, como ven, de momento he decidido no publicarlo.
Más aún, creo que este año, nada de política hasta después del verano. Estas navidades me he dado el pequeño capricho de imprimir los artículos del blog en un libro, y leerlos "a la antigua". En general, me siguen gustando, pero los de política me chirrían. Los de política española, claro. Envejecen mal, y seguramente es porque los escribo como desahogo. Así que uno de mis propósitos para este año es que nada de política. ¡A ver lo que me dura!
Dejada de lado la política, el año ha comenzado bien, la verdad: he visto el concierto. Los saltos de esquí no, lo confieso, pero tampoco me interesaban.
A lo que iba: releyendo antiguas entradas, me dí cuenta de que muchas cosas que quería contar no las he contado aún, por lo que, no publicando el artículo antes mencionado, he pensado plasmar qué planes tengo para el blog. Por si me olvido, ya saben.
En primer lugar, tengo en mente desarrollar una serie (no consecutiva) que podría titularse "Mis inventos favoritos". Aunque mentarles a Appert no les diría nada a ninguno de ustedes, y decirles qué invento importantísimo hizo les haría bostezar, detras de estos inventos hay historias muy interesantes; estoy seguro de que esta serie promete.
Aprovechando que no les conté al final cuál fue el mayor robo de todos los tiempos - pienso subsanarlo este mismo mes-, otra serie de artículos versará sobre curiosidades de la Técnica que cambiaron la Historia y la Geografía. Algunas, incluso, se las quería contar cuando empecé el blog, en el 2011. Así que mejor escribo ya mi intención, a ver si de este año no pasa. Navegación, exploraciones, hazañas humanas,...
De ingeniería de estructuras no me apetece mucho escribir, la verdad. Me quejaré un poco de las normas y los organismos, y probablemente cuente anécdotas sobre colisiones entre los calculistas y los demás, pero... Eso sí, aunque intentaré que sean las menos posibles, seguiré con mis habituales diatribas sobre cómo se está perdiendo el oficio y la culpa de los ordenadores.
Y creo que tampoco sería un abuso si, cada dos meses, escribo un artículo sobre Historia: de Roma o del siglo XVII, probablemente.
Por supuesto, seguiré contando historietas de los Estados Unidos, y sobre baloncesto - quizá incluso sobre fútbol americano-, y tengo semipreparados algunos borradores sobre conducción de automóviles, comercio, y experiencias varias de la vida normal. E intentaré no meterme con los periodistas y las cosas que publican. No es una promesa muy firme, que conste, sólo un propósito de Año Nuevo.
En fin, ganas de escribir no me faltan, ideas tampoco, veremos si del dicho al hecho hay mucho trecho o no. En cualquier caso, es una buena idea fijarse unos propósitos ahora que empezamos año, ¿no?