El otro día critiqué, además de al sistema educativo español, al colectivo de profesores en general (seamos progresistas: y profesoras). Criticar es fácil, y criticar cosas genéricas es más fácil aún; así pues, hoy quiero profundizar sobre una realidad que no aparecía en el cuadro idílico de mi entrada referida, pero de la cual estoy seguro de que la mayoría de los profesores es plenamente consciente.
Eso sí, primero, y como documento de apoyo fundamental, tienen que acceder a este documento (si quieren pueden guardarlo en el ordenador y acceder desde ahí; lo importante es que lo lean - al menos el principio).
www.xtec.cat es un servicio web del departamento de Educación del Gobierno de Cataluña, con material de apoyo a profesores y alumnos. Uno de los recursos que aporta es el documento que les he pedido que abran. Es el tema 11 del "libro" de la asignatura que antes se llamaba "Ciencias Sociales", de cuarto de primaria, pero dirigido a "nouvinguts", es decir, "recién llegados". Aquellos niños que se incorporan al sistema educativo nuestro: norteafricanos, sudafricanos, sudamericanos, chinos, pakistaníes, ucranianos, sin duda; ya no sé si se incluye también a neocelandeses, canadienses, finlandeses, austriacos... (y por si me surge algún ultramontano, no, a los niños que vienen del resto de España no se les considera "recién llegados", ni suelen necesitar apoyo especial para su adaptación, fuera de un esfuerzo suplementario por parte del chico, y no acostumbran a tener problemas -salvo posibles casos puntuales, que de todo tiene que haber en la viña del Señor-).
Lean, por favor, al menos hasta la página tres. El libro está en catalán, pero creo que lo entenderán con bastante facilidad; "Encercla les lletres" quiere decir "Rodea con una circunferencia las letras". Es un libro de cuarto curso. Para niños de nueve y diez años, quizá más si son "recién llegados".
¿Cómo se les queda el cuerpo?
Profesores experimentados nos explicarán que el nivel tiene que ser ése, son niños que "no han sido escolarizados". Bien. Es posible. Es posible que sean niños que apenas sepan las letras. Y se les admite, directamente, en cuarto curso, porque no es correcto que estén con los niños de cinco años, que son los que rodena las letras y escriben muy, muy despacito, palabras sueltas que leen en libros de diez palabras por página.
Normal, entonces, que el grupo general de cuarto se retrase. Toca pagar a todos por no marginar a ese recién llegado.
En los primeros años de escolarización de mi hija mayor, de 24 niños en la clase 8 eran de origen extranjero. A tercero pasaron cuatro que aún estaban aprendiendo a leer (lamentablemente, alguno era español, pero es que sus padres pasaban del bajo aprendizaje de su chico, muy despierto por lo demás - y eso que eran ricos-). Pero es que en tercero les pusieron en su clase a dos hermanos mellizos (chico y chica) chinos, dos años mayores que ellos pero que acababan de aterrizar. Ninguno de los dos chinos hablaba más que chino, y el profesor (un jienense sexagenario, por lo demás muy buena persona y buen maestro), pues tampoco hablaba chino. Hasta aquí, vale. Pero es que los dos chicos no atendían en clase, armaban follón (se comprende, si están encerrados horas en un aula y no entienden ni jota), y el chico, un grandullón, se dedicaba a aporrear a los demás niños mientras el maestro hablaba. Y que si quieres arroz. Tras una protesta de las madres, la dirección convino en separar a los dos hermanos. La cosa sólo mejoró un poquito, pero la otra sección también quedó deteriorada. Me parece que no acabaron el curso en el centro, con gran alivio de todos.
Pues bien, yo pienso que si viene un chaval sin escolarizar, sin conocer nuestro idioma o con las carencias que tenga y que le impidan seguir el ritmo normal de la clase, no debe incorporarse a la clase. Si no sabe leer, aunque tenga doce años lo que ha de hacer es aprender a leer, no ir a sexto. Así que se crean clases especializadas en recién llegados, donde de manera acelerada se les enseña todo lo que no han aprendido hasta entonces, idioma incluido. Si han de hacer un esfuerzo especial, se siente, más lo hacen sus padres. Y sólo cuando estén en condiciones de tener el nivel medio de los integrados -aunque para ello tengan que seguir esforzándose más que los niños de aquí-, sólo entonces, repito, han de incluirse en los colegios normales.
Evidentemente, esos cursos "puente" han de ser rápidos, exigentes y duros. Nada de tener al niño con diez años rodeando con circunferencias las letras de la palabra "Catalunya" ni que Catalunya (que no sabrá bien qué es) se divide en "comarcas" (que tampoco sabrá bien qué son) y que la capital del Barcelonés es Barcelona. Y los defensores y las defensoras de los derechos de los niños y las niñas y los que y las que defienden que a los niños y a las niñas no hay que apretarles sino dejarles jugar (juegos no sexistas, pacifistas y antifascistas, se entiende),... pues que se aguanten.
Ítem más, me da en la nariz que los padres de esos niños recién llegados también verán con agrado que a sus hijos se le forme intensivamente, en vez de tener a los chicos aburridos rodeando letras (a ritmo de seis a la hora).
Estoy seguro de que todos, absolutamente todos (salvo los cretinos ya aludidos),saldríamos ganando con el cambio. ¡Si no fueran porque los políticos no quieren enojar a los cretinos antedichos...!
Claro que, la pregunta que me harán es... "muy bien, hemos visto el nivel de cuarto para recién llegados y se nos ha caído el alma al suelo, pero... ¿cuál es el nivel normal de cuarto curso? A ver si resulta que es, más o menos, el mismo".
Interesante pregunta, no hay duda. Otro día la respondo.