domingo, 30 de junio de 2024

Divertimento matemático: La Meca

https://www.youtube.com/watch?v=BPCjC543llU 

 

 

El otro día echaban en el telediario las ya tradicionales imágenes de la peregrinación anual a La Meca; aprovechando la ocasión, hagamos un pequeño ejercicio de divertimento matemático sobre el tema. 

El buen musulmán tiene que cumplir 5 preceptos obligatorios, el 5º de los cuales es peregrinar a La Meca y visitar la Kaaba al menos una vez en la vida. Supongamos que la esperanza de vida media de un musulmán es de 70 años (quizás es mucho suponer), pero entendemos que los niños no peregrinan y los ya muy mayores tampoco. Al menos en un número relevante para lo que nos atañe. Para facilitar mis cuentas, asumamos que la ventana de peregrinar está entre los 20 y los 70 años de edad; es un periodo de 50 años.

Hay en torno a 1.900 millones de musulmanes en todo el mundo. Pongamos que 400 millones muere antes de los 20 años (y no entra en la ventana de oportunidad de poder peregrinar), peregrina fuera de la ventana indicada (antes de cumplir los 20 o cuando ya ha cumplido los 70) o simplemente está exento del precepto por ser un inválido, un disminuido o enfermo mental o causas similares que lo eximan. Quedan 1.500 millones. Despreciemos los que hacen la peregrinación más de una vez. Si pueden viajar a lo largo de 50 años, esto significa que cada año peregrinan 1.500/50=30 millones de musulmanes. Bien, seguimos.

En rigor, no es necesario que sea el musulmán en persona el que haga la peregrinación: puede delegar la comisión a un peregrino que cumpla por él y en su nombre si está legítimamente imposibilitado de hacerlo. Pero esto que hago no es sino un divertimento matemático: queda de su cuenta el fabular las variantes y las razones de los números reales.

La peregrinación a La Meca consta de varias acciones: visitar la Kaaba o casa de Dios, las colinas Saffa y Merua que también están en la ciudad y el monte Aàrafat, a poca distancia de ella. A su vez, se han de cumplir dos ritos. Uno es la 'umra, que consiste en las famosas 7 vueltas a la Kaaba  y luego en las 2 colinas, y puede realizarse en cualquier momento del año. Pero la otra es el Hayy, que estrictamente hablando se desarrolla fuera de La Meca y consiste en los ritos en el monte Aàrafa y el sacrificio pascual en Mina. Y el Hayy sólo puede realizarse los días 9 y 10 del mes de Dulhàja. Por supuesto, es habitual aprovechar el viaje del Hayy para hacer también la 'umra, con lo que en la práctica tenemos que la peregrinación se hace en 2 días concretos del año, invariablemente la 'umra primero y el Hayy después.

Y, como es lógico, quien viene desde Senegal o desde Malasia se queda los dos días, no toca chufa y se va. Otra cosa es que las vueltas o las visitas las haga en el momento que pueda o le toque.

Así que tenemos 2 días al año que en teoría hay en La Meca 30 millones de peregrinos. Si los números fueran otros, pongamos que la ventana de viajar es de 40 años y que son 1.600 millones los musulmanes posibles viajeros, estaríamos hablando de 40 millones de peregrinos, todos a la vez.

¿Se hacen una idea del infierno logístico que supone? ¿Dónde duermen? ¿Qué comen? ¿Quién cocina? ¿Qué se hace con sus residuos? ¿Cuánta agua necesitan? ¿Cómo se les dará asistencia médica? ¿Cómo viajan? ¿Cuántos aviones, trenes, autocares, caravanas de camellos o lo que sea hacen falta? ¿Cada cuánto ha de despegar un avión o salir un tren? ¿Qué se hace, con todo lo necesario para atenderles, los 352 días del resto del año (musulmán)?

La moraleja es que, esto de que el buen musulmán peregrine al menos una vez en la vida a La Meca... sólo se le pudo ocurrir a un tipo que vivía en Medina, a 350 km, y en un tiempo en que los musulmanes eran cuatro gatos.

 

 

 

Alan Jackson - It's 5 o'clock somewhere


viernes, 28 de junio de 2024

Superplaneta K2-18b

https://www.youtube.com/watch?v=LTeGe2EVREE 

 

 

A 124 años luz, en la constelación de Leo, hay una estrella sin nombre que los astrónomos denominan K2-18. En esa estrella hay un planeta, descubierto en 2015 en la misión K2 de la NASA e identificado de momento como K2-18b. Lo interesante es que ese planeta orbita en la zona habitable de esa estrella. La zona habitable no es una distancia fija, sino que depende de cada estrella: es la zona en la que podría haber agua en estado líquido en la superficie de un planeta.

Así que K2-18b cumple la primera de las condiciones para llamar nuestra atención: sigamos mirando. En 2019, en concreto, lo miraban los telescopios espaciales Hubble, Spitzer y Kepler. Y cuando el planeta pasó por delante de su estrella detectaron las franjas que revelan vapor de agua. En la superficie del planeta hay vapor de agua... Esto se pone cada vez más interesante.

Se cree que entre el 5 y el 20% de los planetas están localizados en la zona habitable de sus estrellas, pero K2-18b es el primero en el que se detecta agua. No porque sea el único, sino porque es complicadísimo, desde aquí, averiguarlo. K2-18b es el primero en el que se consigue. Y según informó La Universidad de Montreal, el profesor Björn Benneke, del Instituto de Investigaciones de Exoplanetas de la Udem y su doctorando Caroline Piaulet creen haber detectado incluso agua líquida en forma de nubes en su atmósfera.

K2-18b es mucho más grande que la Tierra, por eso se le considera un superplaneta, pero eso no nos importa; no en este momento. Ciertamente, llama la atención que haya un planeta del tamaño de Neptuno en la posición equivalente a la Tierra: imagino que la acreción de materia que dio origen a la Tierra, Venus, Marte y los demás allí se concentró en un único planeta, K2-18b (se cree que hay otro planeta cerca, pero no se ha encontrado). Lo que interesa es que está en la zona térmicamente idónea, con atmósfera con vapor de agua y tal vez nubes. Las nubes implicarían el ciclo del agua que se estudia en la escuela, así que...

Pues bien, en 2023 el nuevo gran telescopio, el James Webb, detectó en K2-18b... metano y otras moléculas con carbono, principalmente CO2. También dimetil sulfuro. E, importante, ausencia de amoniaco. Todos esos componentes serían esperables en un océano de agua con actividad biológica. Aquí, la nota de la Universidad de Cornwell sobre el descubrimiento. Y es que en la Tierra el dimetil sulfuro sólo lo producen organismos vivos, en concreto el fitoplacton del océano.

Imagen de la espectrometría en infrarrojos tomada por el telescopio Webb

La existencia del dimetil no es todavía irrebatible y hay que seguir explorando para validarla, pero como escribí en mis notas cuando supe de la historia: aquí huele a tigre. Sí, aún es pronto para afirmar nada, pero yo iría buscándole un nombre de verdad a K2-18b.

Y, si finalmente, se queda en nada, no importa: es sólo el primer exoplaneta en el que se detectan estos componentes, seguro que hay más allá fuera. Sólo es cuestión de tiempo el localizar más.

En cualquier caso, apoyo que los astrónomos sigan con un ojo en el superplaneta k2-18b.

 

 

 

 

Salvador Bacarisse - Romanza del concertino para guitarra y orquesta





 

miércoles, 26 de junio de 2024

El problema del mercado NIL en el deporte universitario americano

https://www.youtube.com/watch?v=QSG1ISdD-Ys 

 

 

En el deporte universitario americano, a un atleta no podías ni invitarle a una hamburguesa o darle suelto para el billete de autobús: cual si fueran funcionarios españoles de Hacienda se consideraba un pago. Y los atletas no podían cobrar, así que había sanción para el atleta y para el pagador. En los años 50, el sistema se sostenía porque nadie hacía dinero. En años posteriores sí, las universidades hacían dinero, pero no tanto, y además las perspectivas de futuro dinero para el atleta -o la improbabilidad de conseguir dinero de ello fuera de la universidad, pensemos en un vallista o un jugador de ping-pong- hacían que el atleta viera la situación más o menos justa (él obtenía la beca universitaria, la formación deportiva y el acceso al deporte profesional) y tragara.

Hasta que la cantidad de dinero que se movió se convirtió en escandalosa. Y los atletas seguían sin ver un duro. El tinglado no era sostenible, sobre todo en un mundo con el internet que tenemos ahora: la NCAA tenía que hacer algo. Y por hacer algo todos entendemos que tenía que encontrar la manera de compartir un poquito de todo lo que se llevaban las universidades. 

La solución que creyeron encontrar fue permitir el acceso de los atletas al mercado NIL.

El acrónimo NIL representa name, image and likeness. En la práctica, significa que el atleta puede ganar dinero por autógrafos, aparecer en campañas de imagen o publicidad, participar en eventos públicos o privados, etc. Introduzcamos ahora un pequeño dato, el carácter del norteamericano. Ya hice no recuerdo cuándo referencia a este texto, pero me parece insuperable la definición que del rasgo en concreto escribió Julio Verne en su De la Tierra a la Luna:

«Sucede que, cuando a un americano se le ocurre una idea, busca a otro americano para compartirla con él. Y si resulta que son tres, eligen un presidente y dos secretarios. Si son cuatro, nombran a uno archivero y el negocio funciona. Si son cinco, convocan asamblea general y constituyen el club».

Así que la NCAA estableció que se podían organizar, en torno a las universidades, grupos de "donantes" que se denominarían colectivos. Estos colectivos podrían reunirse con los cuerpos técnicos de las universidades para programar actuaciones de apoyo a los atletas, pero sin tratar de atletas concretos ¡y mucho menos de atletas que aún no pertenecían a la universidad en cuestión! 

Creo que se pueden imaginar en qué se convirtió y lo poco que se tardó. La NCAA no sé si se lo imaginó, pero sí se lo huele, ahora. Pero está costando demostrar las cosas. Por ejemplo, se ha multiplicado el mercado de transfers. De estudiantes que solicitan cambiar de universidad. ¿Cómo demostrar que durante la visita que el atleta que quiere cambiar hace a, pongamos, la Universidad estatal de Tucson, los potenciales futuros entrenadores no aprovechan para presentarle a un par de colaboradores del programa de apoyo a los estudiantes atletas (el colectivo, tal vez un colectivo específico de ese departamento deportivo) o comentarle las estupendas oportunidades que tendría en Tucson de acceso al mercado NIL? O ¿cómo demostrar que la reunión del cuerpo técnico con el colectivo no ha sido sólo para hablar de actos anónimos sino para planear estrategias, tal vez de fichajes con nombres concretos, cantidades y asignaciones?

Les pondré otro ejemplo: este año el draft de la NBA se considera el peor en muchos años, y sin embargo algunos jugadores han decidido retirar su candidatura aunque habían anunciado que se presentarían. Si el draft es malo es lógico que un jugador obtenga un puesto más alto del que obtendría en un draft bueno, así que ¿qué está pasando? El mercado NIL. Si el jugador de, pongamos Tucson State, se va a la NBA a cobrar pongamos 3 millones al año y los ingresos de Tucson State disminuyen tras su partida 50 millones... bueno, seguro que el colectivo de apoyo al equipo de baloncesto de Tucson State encontrará maneras de que ese jugador, si sigue en Tucson State, ingrese pongamos 4 ó 5 millones vía NIL. Pero ¿cómo demostrar que esto ha sido planificado? ¿Que la contraoferta al jugador ha existido o incluso que ha habido una maniobra del jugador para sacarle más dinero a la universidad?

Por no hablar del impacto que tendrán los atletas accediendo al mercado publicitario y pudiendo cobrar por ello. Las universidades, eso sí, tendrían que hacer de agentes publicitarios de los jugadores, pero ¿cuál sería el problema?

El problema, claro, es que esto se está yendo de las manos. 

Y para complicar las cosas: en principio (es algo que se está regulando y no es aún general o permanente) los atletas no tienen que informar a la universidad de los "intercambios" que hagan por un valor menor de 600 dólares. Suena muy razonable, facilita que el modesto vallista de la universidad de North Nebraska State acuda a una fiesta de cumpleaños o a la inauguración de la tienda de deportes de la ciudad, pero montar un negocio que vende fotos autografiadas por 60$ está a la vuelta de la esquina.

Ahora, póngase en el puesto de un entrenador universitario. ¿Recuerdan lo del mercado de transfers? Al estrés propio del cargo y la dificultad de fichar buenos jugadores, hay que añadir ahora la presión de estar constantemente reclutando a sus propios jugadores. Impidiendo que no se vayan. A, obviamente, universidades con colectivos más potentes que el suyo. Por no mencionar que antes las universidades competían por los mejores alumnos de instituto con medios deportivos, que son dados: si fichas por mi equipo, que somos muy buenos, te ofrezco X minutos y te verán en tantas televisiones, la NBA sabrá de ti. Los minutos y los puestos de estrellas son limitados, así que las demás universidades tenían sus opciones. Pero si se puede ofrecer dinero la cosa cambia.

Y, aunque a veces se olvide, la NCAA es una asociación atlética de estudiantes universitarios. Una cosa es pervertirse un poquito, y  otra pervertirse una brutalidad.

El caso es que aún no han descubierto cómo montarlo correctamente, permitir el acceso al mercado NIL sin pervertir la competición. Pero están en ello. Quién sabe, tal vez lo consigan.

 

 

Sara Evans - Three chords and the truth

lunes, 24 de junio de 2024

Traspasado el punto de no retorno

https://www.youtube.com/watch?v=Js8P0PKxmPA 

 

 

Leo en prensa que la tasa de hijos por mujer en España es de 1,15. Sabe el lector que los estudiosos de la cosa afirman que la tasa para reposición es de 2,3 hijos por mujer: los grupos que tienen una tasa mayor aumentan su población, los que la tienen menor envejecen y a largo plazo la disminuyen. Pues también afirman que 1,15 (la mitad de 2,3, no sé si guarda relación) es la tasa de no retorno: cuando ya no hay arreglo. Con esa tasa la inercia de la reducción de mujeres en edad fértil es ya imparable: aunque las mujeres tuviesen de nuevo una tasa de fecundidad alta, como cada vez serían menos la disminución de la población es inevitable.

Llevamos desde 1981 por debajo de la tasa de reposición, y los demógrafos llevan décadas avisando. Claro que los efectos tardan también décadas en notarse, por lo que no hace 20 años que la demografía es un problema de primer orden (es decir, un problema que se planteen políticos y medios de comunicación). Ahora es tarde.

Por otro lado, mi lectura en la prensa no lo precisa, pero entiendo que se refiere a la tasa de, digamos, el grupo social de españoles "de hondas raíces españolas". Y que el grupo social que va camino de la extinción es ése. El grupo social de, digamos, raíces mauras no parece que corra peligro. Entonces, ¿quiénes son los beneficiarios de las -a ojos de muchos excesivas por lo inasumibles para los paganini- ayudas a la natalidad? En esencia, los grupos sociales que sí están teniendo hijos, casualmente no el grupo social que queríamos ayudar. Porque las ayudas a ese grupo social no han servido de nada, y ya no van a servir.

 

 

Como saben, cuando un problema ya no tiene solución empieza la búsqueda de culpables. La excusa habitual suele ser económica: la carestía de la vida, la dificultad de conciliar familia y trabajo, el precio de las viviendas, la precariedad laboral,... Aunque esas excusas no explican que los funcionarios (con trabajo garantizado y un horario imbatible) no tengan hijos a mansalva, tampoco las familias con una situación económica desahogada, y que sí los tengan las familias más humildes. Se aduce también que la mujer ha de desarrollarse fuera de la familia, en funciones laborales; que primero está su carrera profesional y luego ya se dedicará a la maternidad cuando le convenga (aunque pocas veces, cuando eso ocurre, con más de 2 hijos como correspondería). En fin, ésas son las excusas habituales, y de ahí las ayudas. Como las ayudas no han funcionado, hemos de colegir que ésas no eran las causas verdaderas. Tampoco han funcionado, por cierto, en otros países donde las han dado con mayor fruición y cuantía, si cabe. Curiosamente, lo que sí han conseguido es que la población global aumente, pero no con las personas que se pretendían, creo que se me entiende.

La razón verdadera es el cambio de los valores morales. Hasta los años 70 (antes, en otros países, después en otros otros), la sociedad española tenía unos ciertos valores morales, una ética, unas creencias. Estos valores han ido cambiando y produciendo una sociedad muy diferente. Una consecuencia de esos cambios es que tenemos menos hijos.

Y, según parece, ya no hay vuelta atrás. Así que... ¿qué hacemos?

En primer lugar, lo que tenemos que hacer es reconocer la situación. Y la situación es que la caída demográfica ya no es un problema a resolver, sino una realidad con la que tenemos que convivir. El Atlántico es cada vez más ancho y nosotros tenemos cada vez menos hijos y vamos a ser muchos menos. Dicen los estadísticos que la tendencia es que el año 2100 (dentro de 75 años) en España sólo haya 16 millones de españoles autóctonos. Démoslo como hecho, y actuemos en consecuencia: preparándonos para lo que va a ser.

¿Qué es lo primero que le viene a la cabeza si le digo que seremos 16 millones de españoles? Le diré lo que debería: la deuda pública de España es de ~1,600 billones de euros. Tocarán a 100.000 euros por cabeza, más la deuda propia que tenga cada españolito. Eso, si la deuda no aumenta (disminuir, no parece que lo estemos haciendo). Si le dicen a usted que debe, aparte de lo suyo, 100.000 euros más por boca que viva en su casa, ¿cómo reaccionaría? Pasado la sorpresa y el lógico enfado (de momento, no nos estamos enfadando: las políticas que se basan en el aumento de la deuda pública son las que ganan las elecciones), seguro que decidirá apretarse el cinturón. Recortar gastos.

¿Y qué gastos recortar? ¿Por dónde se empieza? Mi sugerencia: por las ayudas a la natalidad. Porque, ya se ve, no funcionan. No ayudan la natalidad que queremos ayudar. Las españolas no tienen un hijo porque les paguen 500, 1.000 ó 1.500 euros. Un cheque bebé no hará que se lancen a parir. Que les subvencionen los pañales, los chupetes o las guarderías tampoco. Y eso que subvencionar las guarderías es una pasta enorme; pero esa pasta enorme supone que nos gastamos el dinero en subvencionar guarderías en vez de en disminuir la deuda, y la aprovechan madres que de todas maneras tendrían los mismos hijos y que me temo que no son las madres que teníamos en mente al decidir las ayudas. Prefiero que ese dinero vaya a becas a la excelencia estudiantil: que ningún buen estudiante no pueda por dinero estudiar lo que desee. A la larga, seguro que rinde más.

 

 

En fin. 1,15 hijos por mujer significa, según los demógrafos, que ya no hay recuperación posible. No es que nuestro grupo social esté camino de la extinción, es que está extinguiéndose.

Miro ahora por la ventana, y no veo niños.

 

 

Bee Gees - To love somebody (versión de Suzy & the Sissies)

Hinchan las notas

Su hija ha terminado bachillerato y se ha presentado a las pruebas de acceso a la universidad. Su nota ha sido mediocre, en comparación con las antiguas notas, y risible en la actualidad; aunque ha aprobado, faltaría más. Le pregunto a la madre por tan malas notas, y me dijo que a ella no le extrañaba. Que su hija estudiaba muchísimo y se esforzaba, sí, pero que las Matemáticas y la Física, que no le entraban. Y no le extrañaba, porque ella, la madre, había estado estudiando con ella, la hija, durante el curso (la madre es ingeniera y la hija es hija única), intentando explicarle los problemas, las fórmulas, los razonamientos que llevan a las soluciones, todo en general, y se daba cuenta de que no. De que su hija no. 

—Es que les enseñan a resolver problemas, ella se estudia los cinco o seis ejercicios que tiene de cada problema, y sin embargo a la que le meten un ejercicio que combina cosas de dos problemas se queda en blanco, no sabe resolverlo.

Claro, venga la moza a estudiarse los ejercicios, a echarle horas, pero los aprende como un papagayo y a la que tiene que razonar, inferir, simplificar, crear similitudes, es incapaz.

—Pero a mí lo que me molesta —sigue contándome— es lo de las notas: les hinchan las notas. Yo a ella, en el mejor de mis días le pondría un 5, y eso por valorar lo mucho que se esfuerza... ¡y saca un 8,5! ¡Tenía una media, en el bachillerato, de 8,3! Les están haciendo creer que van bien, que están aprendiendo, y cuando llega el momento de la verdad se estampan.

La moza, por cierto, iba a un instituto público.



martes, 11 de junio de 2024

Antares la roja

https://www.youtube.com/watch?v=18tFsq-u6QY 

 

 

Hace bastantes años, trabajaba en una fábrica y mi ordenador era de tipo portátil. En aquella época sólo el gerente y yo teníamos portátil, pues los demás que viajaban no empleaban ordenadores más que cuando volvían a la base, y el mandamás absoluto ni siquiera tenía ordenador en su despacho (y alardeaba de ello). El caso es que, como se estilaba entonces, mi portátil tenía una contraseña de arranque, previa a que se cargara el sistema operativo. Y sólo yo sabía la contraseña de mi ordenador. El departamento de informática sabía la contraseña de Windows, pero la del arranque no.

Unas vacaciones de verano, un día de playa o piscina, me vino a la cabeza que no recordaba la contraseña. ¡Glup! Sin contraseña no podía encender el portátil. Pero no era capaz de recordarla. Ahora tengo una libreta negra en la que apunto las contraseñas de todo, pero entonces no.

Poco a poco el terror de no recordarla se me apoderó. Por la noche me acostaba pensando cuál sería, de madrugada me despertaba con esa idea fija. La víspera de volver al trabajo no sabía dónde esconderme.

Aquel lunes, a las 8:30 entré en la fábrica presa de sudores fríos. Tenía algunas posibles contraseñas en la cabeza, pero sabía que ninguna de ellas era. Ni idea de cómo iba a salir del trago. En la soledad de mi despacho, encendí el ordenador.

Y escribí la contraseña. Sin pensarla, como un automatismo que se ejecuta de manera inconsciente. Ni me había dado cuenta de que la tecleaba. Simplemente, mi cuerpo reaccionó como lo había hecho tantas veces antes sentado en ese mismo escritorio tantas mañanas al encender ese mismo ordenador.

Antares. Mi contraseña era Antares y aunque han pasado décadas, sigo recordando los nervios y mi asombro.

Pero ya no he vuelto a usar Antares como contraseña.

 

 

Antares es una estrella. Una supergigante roja, relativamente cerca de la Tierra (a "sólo" 550 años luz) de la constelación de Escorpio. Escorpio es una constelación zodiacal; estas constelaciones se encuentran en el aparente camino por el firmamento del Sol y los planetas, y de ahí su nombre: Ant-Ares, "el anti-Marte" (recordemos que Marte es el Ares de los romanos). Como decía, Antares es gigantesca: aunque su tamaño no se puede determinar con precisión (es comprensible), la temperatura en la superficie se estima en unos 3.600° K, lo que hace que gran parte de la luz que emite lo hace en infrarrojo, y cuando se incluye ese dato en la ecuación se concluye teóricamente que la estrella verdadera tiene un radio de unos 3 UA. 1 UA, una unidad astronómica, es la distancia media entre el Sol y la Tierra, en torno a los 150 millones de kilómetros, así que Antares tendría un radio de unos 450 millones. Más aún, es tan grande que los astrónomos pueden detectar el disco e incluso medir su tamaño: más o menos, 3,4 UA. Por comparar: el Sol tiene un radio de unos 0,7 millones de kilómetros. A escala: si el Sol es una pelota de tenis y la Tierra un finísimo grano de arena de 6 décimas de milímetro, Antares es una esfera de 51 m de diámetro y 70.000 m³ de capacidad. Grande, ¿verdad?

 (lea la nota de prensa del primer mapa de la superficie de una estrella que no es el Sol)

Antares es tan brillante que nos tapa una estrella que tiene como compañera. Esa estrella está, de Antares, a apenas 550 UA: de nuevo, por comparar, es como si la estrella más próxima del Sol estuviera a 3 días luz de distancia (la estrella más cercana, Alfa Centauri, está a 4,36 años luz).

Pero lo mejor de Antares es que no le queda mucho: cualquier día de estos explotará como una brillante supernova, así que durante unos cuantos meses tendremos una estrella en el cielo que brillará tanto como una luna llena y que se verá incluso de día. Y luego, probablemente, se convertirá en una estrella de neutrones. ¿Cuándo ocurrirá eso? Como comprenderá, no se sabe. Se cree que tal vez dentro de un millón de años (un parpadeo, en términos astronómicos), pero podría ocurrir… tal vez esta misma noche.

Cuando ocurra, nos enteraremos porque la veremos. O, bueno, en realidad 550 años después.

 

 

Johan Strauss (hijo) - Perpetuum mobile

miércoles, 5 de junio de 2024

Estadísticas poblacionales

https://www.youtube.com/watch?v=_y9wXb9IyXY

 

Según el INE, el 1 de enero de 2023 residían en España 48,1 millones de personas, de las cuales casi 40 millones habían nacido en el país. Con fecha 1 de enero de 2015, ambos valores eran 46,4 y 40,5 millones respectivamente. Hay aumento de población, sí, pero todo el crecimiento de la población se explica por el incremento de personas no nacidas en España, ya que el saldo neto de población nacida en el país es claramente negativo.

El total de habitantes en España el 1 de abril de 2024 es de 48,7 millones (cifra provisional), frente a una población de nacionalidad española de 42,1 millones. Es decir, oficialmente no llegan a 6,6 millones las personas estabuladas como extranjeras. Ahora bien, hay que tener en cuenta que existen inmigrantes que en poco tiempo pueden contar con las dos nacionalidades y aparecer clasificados solo como nacionales. Si entre 2015 y 2023 los nacidos en el país hemos disminuido, y como creo que podemos presumir que no ha habido en 2023 una explosión natalicia entre los españoles que han nacido en España, hay que concluir que el número de nacionalizados españoles no nacidos en España es de al menos 2,1 millones.

Ha de constar también que puede haber personas nacidas en el extranjero pero que no cabe duda de que son "españoles de pura raza" porque sus dos padres eran también "españoles de pura raza" (se me entiende), y haber personas nacidas en España con padres "extranjeros de pura raza" y un grado de integración cuestionable, por lo que distinguir los nacidos en el país frente a los nacidos fuera es sólo una manera de estimar la entrada de inmigrantes en el país.

El corolario numérico es que aproximadamente el 18% de la población de España ha nacido en el extranjero (el 22% si se mira desde la óptica "de pura raza", así que redondeemos esa cifra al 20%). Y si las tendencias se mantienen, ese porcentaje no va a hacer sino aumentar, tanto porque siga entrando población de fuera como porque la población autóctona es cada vez menor.

Esto, cada cual que valore si es bueno o malo. En mi opinión no es ni bueno ni malo, porque no se trata de si somos más o menos "españoles de pura raza", sino buenas personas.

 

 

Ya que estamos con el tema, conviene tener presente que la distribución de personas no es homogénea y eso puede llevar a resultados engañosos e infundios.

Por ejemplo, algunas estadísticas no oficiales de violencia de género hablan de que un 40% de casos de violencia de género son cometidas por no nacidos en España. Si el 20% de la población comete el 40% de los casos, uno puede pensar que la mayoría de los inmigrantes son propensos a la violencia de género. Pero si tenemos en cuenta que el 90% de los casos de violencia de género los cometen personas de 25-45 años (según fuentes no oficiales) y que en esta franja de edad los varones no nacidos en España eran (1 de enero de 2023) el 27% del total de varones de esa edad, el desfase no es tan grande.

Tampoco es homogénea la distribución por localidad. Por ejemplo, en Cataluña, entre 25 y 49 años, más del 40% de la población no ha nacido en España, por lo que cualquier afirmación sobre Cataluña debería tener en cuenta este hecho. Por cierto, y como chascarrillo, dado que el número de los registrados como extranjeros en Cataluña es del 28%, puede decirse que un 12% de la población entre 25 y 49 años tiene dos pasaportes, y no me refiero a un pasaporte catalán. 
 
 
Alan Jackson - Good time