Donde se nota si un ingeniero sabe o no sabe hacer un apeo es en el estudio de los apuntalamientos: el que no sabe no lo hace. Como ocurre a menudo cuando un ingeniero no sabe, su trabajo termina haciéndolo otro. Es la suerte que tienen los ingenieros que no saben. Y en este caso es bastante lamentable, porque el estudio de los apuntalamientos es muy fácil.
La mitad del estudio de un apuntalamiento consiste en decidir que hay que hacerlo. Fíjense si son difíciles. Pero ahí está su peligro: nadie aprecia su necesidad, pasan desapercibidos... y llega la catástrofe.
Porque, si el técnico que resuelve el apeo no resuelve también el apuntalamiento, ¿quién lo va a resolver? ¿El paleta analfabeto? ¿El encargado, antiguo electricista? Y sobre todo, ¿con qué datos, si usted no se los da?
De ahí la regla de oro: si no va a resolver el apuntalamiento, al menos indique la carga que debe resistir. Ya que otro va a hacer el trabajo por usted (¡vergüenza debería darle!).
A mí me gustan los apeos, porque son cálculos en los que los ordenadores ayudan sólo un poco; y de los apeos, lo que más me gustan son los apuntalamientos, porque ahí, si el técnico no sabe, el ordenador no puede ayudarle. Y porque es muy posible que acabe acudiendo al lápiz y al papel.
En síntesis, un estudio decente de un apuntalamiento debe incluir (proceso ejecutivo aparte):
- Un esquema de los puntales, con su distribución. Planta y alzado o alzado y sección. Cuanta más información, mejor.
- La carga que debe resistir cada puntal.
- Una propuesta de puntal, si no se opta por un puntal comercial.
- Una descripción de dónde apoyará ese puntal (compruebe que el apoyo resiste).
- Si es necesario, un estudio de cómo llevar la carga de ese puntal hasta el suelo. Si hace un doble apuntalamiento, el coordinaddor de seguridad debería negarse: prepárese usted, ha de convencerle de la idoneidad de su propuesta.
- Y, si es necesario, un estudio de si el suelo resiste el puntal o si necesita hacer un pequeño cimiento (o no tan pequeño, si el terreno es malo: he calculado puntales que soportaban 50 toneladas).
Veamos un caso práctico: queremos abrir un hueco en una pared de carga de ladrillo en una vivienda; ni el piso de arriba, ni el de abajo, son nuestros y la pared de carga es, creemos, continua de arriba abajo.
¿Cómo lo resolvería yo?
Supongamos que he calculado la carga que baja por la pared de carga; pongamos que sea 6.000 kg/m, nada del otro mundo.
Para abrir el hueco, primero apeamos la pared de carga en una estructura provisional formada por los puntales y las asnillas. Decidimos, que colocamos puntales cada 50 cm (para tener números redondos), por lo que a cada puntal le llega... ¿6.000x0,5=3.000 kg? No, porque cada 50 cm pondremos 2 puntales, uno a cada lado de la pared de carga. Así pues, 1.500 kg por puntal (nota: yo siempre recomiendo hacer los cálculos sin mayorar, las cargas siempre son las reales, y luego minoro la resistencia de los materiales o me fijo un coeficiente de seguridad que he de obtener). Bien, para 1.500 kg por puntal hay puntales comerciales que resisten, pero si la pared fuera excepcionalmente alta, quizá sea mejor calcular algún tubo o una doble UPN y proponerla como alternativa. Por cierto, en el cálculo de los puntales aplique un coeficiente de seguridad de al menos 2. Y mucha excentricidad en la ejecución, que luego se ponen como se ponen.
También hay que decir a qué distancia se ponen los puntales de la pared, ¿no? No pueden ir pegados, primero porque molestan y segundo porque pueden llevarse algún golpe cuando se esté demoliendo la pared y eso no es bueno para los puntales. En general, una separación de 60 cm es suficiente (háblelo antes con el encargado), por lo que los puntales estarán separados 60+15+60=135 cm si la pared es de 15 (caso típico). Ahora ya puede calcular la asnilla, es un perfil horizontal que se apoya en dos puntales separados 1,35 m y que recibe en el centro una carga puntual de 6.000x,5=3.000 kg. Además, queremos que la asnilla deforme lo menos posible y que tenga un ancho suficiente para que la pared se tenga cuando se abra el hueco. En general receto HEA100 como perfil mínimo, pero a menudo se necesitan perfiles mayores. Y no olvide escribir que se retaquen con mortero rápido los huecos que se abran en la pared para meter las asnillas.
Un detalle que se olvida y que yo suelo indicar en los planos es que, antes de poner los puntales, hay que poner a pie de pared el perfil principal de apeo. Porque si colocamos antes los puntales, ¿cómo ponen después la viga grande? Tiene que estar ya junto a la pared, hombre. Luego se emplean las asnillas para subirla a su posición final con unos ternales y listo, pero se asombrarían la cantidad de veces que me han dicho que no pueden ejecutar el apeo porque la viga no les cabe entre los puntales. Moraleja: casi nadie se lee lo que se escribe en los planos, ténganlo presente.
El paso siguiente es que los puntales se han de apoyar en algún sitio. En nuestro caso, tenemos el forjado. ¿Pero resiste el piso unas cargas de 3.000 kg (mayoradas) cada medio metro? ¿No romperá la bovedilla, el pavimento o el revoltón? ¿O el relleno de una bóveda, si ése es el piso? Quizá no rompan, pero ¿se la va a jugar? ¿Y cree usted que un tablón de madera tumbado, que es lo que le propondrá el paleta, sí las va a resistir?
En estos casos, una solución es poner un perfil grande, una HEB300, que vaya de una pared de carga a otra pared, y apoyar en esta HEB los puntales. Pero esto es difícil, porque una HEB pesa 117 kg por metro; si los puntos de apoyo están separados 6 m, su viga pesa 700 kg y mide 6 m. ¿Cómo la va a meter? ¿Y cómo va a meter la del otro lado? Recuerde que además tendrá que sacarlas, aunque eso es más fácil: con un soplete, las corta en 20 trozos de 35 kg cada una, y venga viajes al contenedor.
En el ejemplo que estudiamos, hay una solución más fácil: copie las asnillas a ras de suelo. Ahora son los puntales los que se apoyan en las asnillas del suelo y las asnillas en la pared de carga. La pared de debajo de las asnillas soporta la carga que estaba recibiendo antes de hacer la obra, así que resiste seguro. Si los montan bien, la carga que va por los puntales es simétrica, así que la asnilla no tiende a girar y no se necesita ningún empotramiento. Las asnillas son perfiles baratos y que se manejan bien, pueden pesar 25 ó 30 kg, y de todas maneras iba a demoler esa pared, no tendrá que reparar luego el agujero que habrá abierto. El mortero ya lo tiene, porque lo está empleando al mismo tiempo para retacar las asnillas superiores, así que... ¿por qué no?
Pues bien, este pequeño estudio debe compartirlo. En un plano, o en un croquis; como sea, pero que la información le llegue al equipo y que ellos la entiendan. De lo contrario, harán lo que ellos crean que debe hacerse. Y quizá salga bien, pero si sale mal, usted también será culpable. ¡Y por algo tan fácil!
Ya ven, el trabajo de ingeniero de estructuras es muy sencillo. La clave es tener las cosas claras.
The Dixie cups - Chapel of love
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