https://www.youtube.com/watch?v=LTeGe2EVREE
Leo en un periódico digital un artículo escrito por un general sobre Afganistán. El artículo intentaba exponer el punto de vista de los militares que han estado allí, y entre otras cosas cuenta una misión que realizó un destacamento escoltando a una organización no gubernamental dedicada a la cooperación internacional que quería ir a un sitio. Entre los militares, a estas ONG las llamaban mili kk pero escóltame.
He leído, estos días, numerosos artículos sobre la propuesta de ley de educación del gobierno Sánchez. De autores de derecha y de autores de izquierda. Los de la derecha estaban todos en contra, mientras que entre los de la izquierda los había que estaban en contra y que estaban a favor. Para los que estaban a favor, la ley era buena y la derecha protesta por protestar y además no ofrece alternativas. Pero mi interés está en los que estaban en contra y eran de izquierdas.
Distinguir entre un autor de derechas y un autor de izquierdas cuando ambos sostienen lo mismo (están en contra) es facilísimo: los de izquierdas declaran que son de izquierdas, mientras que los de derechas no dicen nada. Y la declaración siempre es del mismo tenor: yo soy (muy) de izquierdas, pero...
Yo soy muy de izquierdas, pero... Pero este asunto me toca directamente, y en lo que me toca directamente soy muy de derechas (aunque lo negaré siempre). Mili kk, pero escóltame.
Y se metían con la ley y con todas las leyes de educación igual que los de derechas, los mismos argumentos. Que si llevo muchos años como profesor y sé de qué hablo, que si la importancia de la memoria, la cultura del esfuerzo, de enseñar conocimientos y dejarse de chorradas de género...
Me recuerdan a esos políticos que insisten en que no se hagan reuniones de más de x personas, que a partir de tal hora todo el mundo en su casita, etc., y luego los pillan en grandes juergas a altas horas de la madrugada, y se excusan y dicen que caramba, que tampoco pasaba nada, que...
Que mili kk, pero escóltame.
La ministra podemita Irene Montero concedió una entrevista a Vanity Fair (aquí). Y en ella dijo:
—¿Es usted pudorosa?
—Sí, y conservadora en algunas cosas. Por ejemplo, en mi concepción de las relaciones de pareja.
—¿Nada de pareja abierta?
—En eso soy conservadora y no lo digo como virtud. Soy consciente de que soy así y no es una de mis prioridades de transformación…
Mili kk, pero escóltame. Bravo por la periodista de Vanity Fair por conseguir sacar a relucir la verdadera faz de Montero, porque a ella se le llena la boca de insultos y denigros sobre los partidarios de las relaciones de pareja conservadoras.
La nueva ministra de educación llevaba a sus hijos al liceo francés de Zaragoza. No los llevaba a una escuela concertada o a una privada, no. Sino a una escuela con un sistema escolar diferente del español. Sin duda, lo creía mejor para sus hijos (como dijeron los Montilla cuando José era el mandamás de Cataluña y llevaban a su prole al colegio alemán). Uno podría pensar que es una excelente noticia, porque revela que la ministra es consciente de que la educación francesa es mejor que la española y hará los cambios pertinentes en la española para asemejarla a la francesa, pero... Me huelo que no va a ser eso sino que, como también reconocieron los Montilla, los lleva al colegio extranjero por la ventaja competitiva que les aportaba frente a los demás españoles, que habían ido a la escuela española. Y, como ellos, estará interesada en que la escuela española esté muy por debajo de la extranjera. Eso me cuadraría más con el comportamiento habitual de los políticos en este país.
Yo estoy a favor de nacionalizar las grandes empresas. Y las compañías aéreas. Y las segundas y terceras residencias. Y los yates. Y los coches. Y las bicicletas. ¡Eh, un momento, las bicicletas no, que yo tengo!
Por suerte para los cooperantes, los militares saben anteponer su deber a su opinión. Pero estoy seguro de que la opinión que esos militares tienen de esos cooperantes es perfectamente descriptible.
Mili kk, pero escóltame.
Salvador Bacarisse - Romanza del concertino para guitarra y orquesta