https://www.youtube.com/watch?v=0tGsHECwLWY
Leo en un artículo en un periódico digital:
"... Y los asesores de Sánchez se daban cuenta demasiado tarde de la enorme metedura de pata. Esa falta de reflejos que debe acompañar a todo líder internacional para adelantarse a los acontecimientos y no ir a rastras de los mismos, esa pérdida de olfato político, estaba haciendo trizas al presidente del Gobierno, tal como se podía apreciar en los miles de comentarios incendiarios en las redes sociales".
"Esa falta de reflejos que debe acompañar a todo líder internacional para adelantarse a los acontecimientos..."
Lo que nos dice la periodista es que una cualidad de un líder internacional es el no tener reflejos para adelantarse a los acontecimientos. Sí, sí, es lo que dice. Porque si quisiera decir que un buen líder ha de tener reflejos y Sánchez no los tiene diría:
"Esa falta de reflejos que deben acompañar..."
Es sintaxis. Un error de sintaxis.
Me dirán: es una errata. Sí, claro. Una profesional de la tecla, cometiendo errores de teclado. Pero no es ése el tema, para mí.
Yo me he dado cuenta del error porque soy ingeniero. Los profesionales del Derecho buscan el espíritu de la ley por encima del enunciado literal, pero para los ingenieros la exactitud es primordial.
- Sí, señor juez, yo dije que había que ponerla debajo, pero en realidad quería decir que había que ponerla encima para que lo otro estuviera debajo.
- Nada, nada, no se preocupe, todo aclarado. Un problemilla de sintaxis, le puede ocurrir a cualquiera, lástima que el edificio se viniera abajo. Le condeno a 25 años de cárcel.
- Pero, señor juez...
- ¡Huy, qué tonto soy! Quería decir que no le condeno a 25 años de cárcel... Bueno, no se preocupe, seguro que el alguacil entiende lo que quería decir.
No, para un ingeniero lo que se dice es lo que se quiere decir. Si 24, es 24 y no 34 ni 42. El ingeniero no habla para que sean los demás los que interpreten lo que quiere decir, y menos aún para que interpreten que quiere decir lo contrario de lo que está diciendo. Y por eso al leer el artículo me dieron ganas de arrancarme los ojos.
Por suerte para la periodista, la opinión que tengo de los periodistas en general es tan baja que doy por sentado que su trabajo está lleno de errores, y mi cabeza corrige automáticamente sus faltas de sintaxis. Porque estoy convencido que es un error de sintaxis y que de verdad no quería decir lo que en verdad dijo...
Carlos Gardel - El día que me quieras