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El verano es tiempo de buscar la sombra y descansar. Dejar pasar los días, haciendo precisamente aquello que no hacemos el resto del año, presas de los afanes que nos llevan de aquí para allá sin perder un segundo. El verano es el tiempo de perderlos.
Para mí, en especial el verano es el tiempo de las cervecitas con olivas antes de comer o cenar, y sobre todo es el tiempo de leer. Leer en horas en las que otros meses sería impensable que estuviera leyendo. Leer con calma, con luz natural, sin preocupaciones que me distraigan.
De hecho, diría que el verano empezaba el día que llevaba mis hijos a Oci, la librería del barrio (ya he escrito sobre ella en otros artículos), y les decía “coged los libros que queráis”. Me chiflaba el pasearme entre los estantes, leyendo lomos y pensando si debería leer ese libro o no. Y lo cierto es que no solo me pasaba en Oci, sino en toda librería (con especial mención a la librería Galatea, de Cambrils, y a la librería General de Zaragoza cuando estaba en el paseo de la Independencia). Y en las bibliotecas públicas, por muy pequeñas que sean.
Ahora bien, con esto de los libros mi lema siempre ha sido “la mies es mucha y los segadores pocos”: toda mi vida no daría para leer los libros que existen, así que he de elegir.
Precisamente de eso va este artículo: mi recomendación para que usted elija libros que leer en los ratos que nos da la calma del verano.
Y mi primera recomendación: William Hope Hodgson. Pero también Joseph Conrad. Jack London.
En concreto, lo que estoy sugiriendo son relatos cortos de ambiente marineras, de los tiempos en los que la navegación se hacía a vela (quizá a vapor) y las verdaderas historias ocurrían allende el mar. Y los escritores mencionados, muchos otros también, las cuentan de maravilla: han pasado en todos los casos más de cien años, y cautivan como si nos las contaran alrededor de una hoguera.
Son fascinantes. Y el verano es el mejor momento para leerlos y pensar "¿y si hubiera sido yo?"
Una advertencia, si es usted poco versado en estos autores:
si busca algo de Conrad, lo más seguro es que les vendan El corazón de las tinieblas, diciéndole que es la novela en la que
se basó Apocalypse now (y es cierto),
o Lord Jim; son sus obras más
famosas. No las coja, son un peñazo. ¿No le he dicho que debe buscar los
relatos cortos?
Coque Malla - Me dejó marchar