miércoles, 11 de mayo de 2016

Otra vez a votar (III): Sánchez




Bestias del campo, venid a comer, bestias todas de la selva. Los guardianes están ciegos, no se dan cuenta de nada; perros mudos, incapaces de ladrar, vigías perezosos con ganas de dormir, perros voraces que no se sacian. ¡Y ellos son los pastores, que no comprenden nada! Cada cual va por su camino, cada uno a su ganancia. "Venid, yo traigo vino, nos embriagaremos con licores. Mañana será como hoy. Hay provisión abundante".
Is 56, 9-12

Han pasado veintisiete siglos, y seguimos igual.


Quizá lo peor que nos puede pasar en las próximas elecciones es que Pedro Sánchez salga elegido presidente. De verdad, ¿no hay nadie más preparado, ahí fuera?

Aquí tenemos al típico funcionario de partido. Si repasan su currículum, descubrirán que nunca trabajó por cuenta propia o para alguna empresa privada. Siempre para el partido. También tenemos al típico tío del PSOE que quiere ser presidente: ya saben, "estos son mis principios, si no les gustan tengo otros". Como buen lider del PSOE, una de sus primeras medidas fue rodearse de gente que no le hagan sombra. Que sean más tontos aún que él, más medianías. A lo Zapatero nombrando ministra de Sanidad a Leire Pajín, al bachiller Pepiño Blanco ministro de Fomento, al FP Montilla ministro de Industria y al ni siquiera graduado escolar Celestino Corbacho ministro de Trabajo.

Como me comentó alguien, al menos los del PP han aprobado duras oposiciones que demuestran cierta valía personal e intelectual, pero es que la élite del PSOE, ahora mismo, son los prototipos del cuñadismo que se ha puesto tan de moda.

Por otro lado, ya sabemos que este tipo a) no tiene vergüenza, y b) tiene un profundo déficit de identificar la realidad (al estipo de Zapatero, que no reconoció que el país iba a entrar en crisis hasta que los acreedores empezaron a llevarse la vajilla de la abuela). Sacó 90 diputados, por amor de Dios. Cualquier líder de antes, con 20 diputados más perdía perdón y buscaba una cueva en la que encerrarse para nunca más salir. Capacidad de autocrítica, ninguna. Y ¿qué se puede esperar de una persona que no sabe darse cuenta de que ha hecho algo mal? ¿Este tío queremos que gestione nuestro dinero, establezca nuestros planes de educación y consiga que seamos una sociedad más justa?

En fin, votar a Sánchez es querer más Zapatero. Un calco, más de lo mismo. Si los españoles lo elegimos, es que nos merecemos lo peor. Y eso tendremos. ¡País!, que diría Forges.

Y si aún no me he explicado bien, una reflexión: El PSOE no volverá a ser un partido de gente competente hasta dentro de, como mínimo, cincuenta años. Si lo llega a ser, que no lo tengo claro. Esto se debe al periodo de Zapatero al mando. Era un partido con personas válidas en la época de González, en la de Almunia y en la de Borrell. El babao convivió un tiempo con personas de talla por razones temporales, pero consiguió cargárselas a todas. En definitiva, tener a un tipo como Zapatero al mando no sale gratis, y el PSOE va a pagar el precio durante muchos años. También España está pagando el haberlo tenido de mandamás, pero entre nosotros estuvo menos tiempo y su poder fue más contestado, el daño ha sido menor.

La cuestión es: ¿cree usted que poner a un nuevo Zapatero nos va a salir, esta vez, gratis?




Manolo Escobar - Mi carro