miércoles, 3 de octubre de 2012

EE.UU.: Visto para sentencia

1.- Agosto de 2012
El pasado mes de agosto, mientras descansaba en la playa, tomé notas para escribir un artículo acerca de las próximas elecciones en los EE.UU., que son en noviembre.Por supuesto, adelantaba mi opinión de que iba a ganar Obama. Pero...

En aquel momento, Obama, del partido demócrata, tenía (según sondeos) 142 votos electorales seguros y 79 probabes, mientras que el republicano Romney tenía 76 seguros y 105 probables. Es decir, 221 frente a 181. Como hay 538 votos electorales, quedaban 136 votos sin asignar, y eso significaba que todavía podía ganar cualquiera.

2.- El sistema americano

Esto de los votos electorales es muy fácil de explicar, y tiene su origen en la misma formación de los EE.UU. En aquella época (siglo XVIII), los "padres de la patria", Franklin, Jefferson, Hamilton y compañía, eran conscientes de que el puñado de granjeros semidesperdigados que formaban la base de la población difícilmente conocerían quiénes son las personas adecuadas para dirigir el país, por lo que no tenía sentido una elección directa del presidente. Convinieron entonces que, dado que el habitante medio carecía de la capacidad suficiente para decidir en un asunto tan importante, sería mejor que simplemente eligiera a unos "delegados", más cercanos a su territorio y a los que quizá sí conocería (siquiera de oídas, pues la población entonces era muy escasa), y confiara en su criterio. Estos delegados son los que eligen desde entonces al presidente.

El primero al que buscaron para el cargo fue elegido por unanimidad, un tal George Washington, pero después de él ya hubo discrepancias. A partir de ahí, los delegados fueron haciendo públicas sus preferencias antes de las elecciones, aparecieron los partidos políticos,... y de aquellos polvos salieron estos lodos. Al final queda como lo nuestro con los diputados (tampoco nosotros votamos directamente a nuestro presidente), pero en el caso americano los delegados eligen y se van a su casa (¡suerte de país!).

Otra peculiaridad del sistema americano es que los estados votan en bloque(*): los 38 delegados que aporte Texas votarán al mismo, sea el que sea ("la gente del Estado ha hablado"), a diferencia del sistema español, que reparte los representantes de cada provincia según los votos recibidos. Esto lleva a que sea posible que un candidato sea elegido por unanimidad con 51 votos reales más que su rival (un voto más por cada estado más la ciudad de Washington), pero en general el resultado es globalmente justo; creo que sólo una vez ganó un candidato con menos votos reales, e incluso cuando Bush hijo ganó a Al Gore por un puñado de papeletas discutibles y discutidas en Florida, en el conjunto de la nación sí había ganado en votos reales.

3.- El sistema, hoy

Actualmente hay 538 votos electorales. El que consiga 270, gana, porque deja al otro sólo 268 votos.

Ahora bien: California aporta 55 votos, Tejas 38 y Nueva York 29. Recordemos que el que gana en un estado, se lleva todos sus votos. Con lo que si uno gana en California, Tejas y Nueva York ya tiene 122 votos. Si además gana en Illinois (Chicago, 20 votos) y Florida (otros 29), ya tiene 171. Y sólo habría hecho campaña en 5 estados, el 10% del total. Ohio, Michigan, Pennsylvania, Georgia y Carolina del Norte (otros cinco estados más) y ya tiene 257 votos, a falta de 13. Nueva Jersey, venga, y 271. Ganador porque ha ganado en 11 estados de los 50.

Claro, la cosa no suele ser tan fácil: el otro también lo sabe, y la lucha en estos estados es tremenda; no es como, por ejemplo, en Montana, que es enorme, la población está muy dispersa y está en el quinto pino, y sólo aporta 3 votos: no vale la pena perder mucho tiempo ni dinero allí. Para eso, en Washington (la capital) también se ganan 3 votos, y sólo hay que hacer campaña en una ciudad que además vive en campaña casi permanente.

Por cierto, que Washington es demócrata. Pase lo que pase, allí ganará Obama. Esto no se puede decir de todos los estados, pues éstos cambian fácilmente de demócratas a republicanos y viceversa. Clinton, demócrata, venció siempre en Arkansas (su estado), pero aparte de él sólo ganó una vez Carter en los últimos cuarenta años (en 1976).

En general, se dice que las zonas urbanas e industriales son demócratas y las rurales son republicanas. Pero eso no significa que sea así siempre. Oklahoma, por ejemplo: en 2004 (Bush) y 2008 (McCain) los republicanos ganaron en todos los condados de Oklahoma, y en todos tuvieron más del 65% de los voto. Como suele decirse, barrieron. Más aún, desde 1968, siempre ha sido un estado republicano. Pero de 1908 a 1948 sólo dos veces ganaron los republicanos; en 1950 ganaron los republicanos (Eisenhower), y en 1964 los demócratas. Y, sin embargo, eso no significa que el gobierno de ese estado o sus cargos políticos, en general, sean del partido que gana en las elecciones presidenciales.

Por ello, si hemos de calificar de algún modo la adscripción política de los EE.UU., tendríamos que cocluir que... "voluble". Desde 1930, los presidentes han sido: un demócrata, un demócrata, un republicano, un demócrata, un demócrata, un republicano, un demócrata, un republicano, un republicano, un demócrata, un republicano y un demócrata. 

4.- Dos de octubre

Vamos a cómo está la situación a fecha de hoy según las encuestas. En concreto, y para todo lo que sigue, utilizaré diagramas de la web http://www.realclearpolitics.com.

Éste es el mapa de distribución de voto:


Los demócratas (tradición americana) los pintan de azul y los republicanos de rojo. Más oscuro el azul, más clara su victoria, y lo mismo con el rojo y los republicanos. El gris significa que técnicamente están empatados.

¿Ven lo que les dije al principio? Obama gana con claridad en un puñado de estado claves y tiene 142 votos seguros. Romney tiene el cinturón republicano en el bolsillo, y eso sólo le supone la mitad de votos.

Bien. Si contamos todos los azules como de Obama, éste tiene ya 269 votos. Le faltaría ganar en uno solo de los estados que quedan y es el campeón. Ya les digo que ganará en Virginia (13 votos) y yo creo que también en Carolina del Norte (15 votos) aunque alli Romney va un pelo por delante, con lo que da igual lo que pase en el resto. Pero, vamos, en Nevada y en Missouri Obama van 49,7% frente al 44,5% del mormón, con lo que esos estados ya los podemos dar por demócratas. El mozo va a ganar.

Si le pedimos a la web que deshaga los empates, la distribución de votos sería: 



347 para Obama frente a 191 del otro (al perder, ¿qué más nos da ya cómo se llame?).

¿Palizón? No, palizón fue el de Nixon en 1972: 520 a 14. El demócrata (un tal McGovern) sólo ganó en Washington y en Massachusetts.

Y mayor aún, el de Ronald Reagan a Walter Mondale: 525 a 13. Mondale ganó en Washington (cómo no) y en Minesota. Prueba de que (salvo en Washington) cualquier resultado es posible.


(*) P.S.: He dicho, y seguramente leerá por ahí, que los estados votan en bloque, quien gana en un estado gana todos sus votos. En realidad, hay dos excepciones: Maine y Nebraska, que dan dos votos al que gana en el estado y los restantes 2 y 3 votos respectivamente se dan al que gane en los 2 y 3 distritos en que se dividen para sus representantes al congreso. Maine desde 1969 y Nebraska desde 1991.

Y un chascarrillo adicional: en 2004, y aprovechando las elecciones, en Colorado se votó también una propuesta de ley para cambiar su sistema electoral (9 votos) de "el ganador se lleva todo" a proporcional. La propuesta no salió adelante.