martes, 8 de mayo de 2012

Un lugar maravilloso

Hay lugares donde uno se siente realmente cómodo, a gusto. Lo que ocurre es que ese sitio no tiene porqué ser el mismo para personas diferentes. Un juez puede encontrarse como en su casa en medio de un juicio bronco y alterado, y su mujer se siente en su salsa cuando el Corte Inglés abre las puertas el primer día de rebajas; una médico está a gusto en los pasillos de su hospital, donde todos los demás nos sentimos incómodos, y el albañil está feliz si se quita la camiseta en enero porque está colocando un tejado. 

Yo, como ingeniero, también tengo mis preferencias. Y, si usted no es ingeniero, seguramente le parecerán muy raras: friki total, que se dice ahora. Pero como una imagen vale más que mil palabras, se las muestro con dos fotos que hice el otro día atendiendo a un cliente: