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sábado, 9 de mayo de 2020

¿Socotra es Pancaya?





Es uno de los grandes enigmas de la historia y, como suele ocurrir, es muy posible que cada uno tenga su propia opinión al respecto.

¿Es Socotra Pancaya?

Vamos por partes. Primero, Socotra.

Socotra es una isla del océano Índico, Como las Canarias, geofráficamente pertenece a África, pero geopolíticamente no. En este caso, a Asia. Socotra está enfrente del Cuerno de África.

Ubicación general (Google Maps)  
Está a unos 240 km de la punta de Somalia, y a unos 360 de la península arábiga. Pertenece a Yemen. Mide unos 130 km de largo y unos 50 de ancho, medidas que me parecen muy correctas para una isla. No es grande, pero tampoco es pequeña.

Con esa localización, es fácil suponer que en la isla no nevará mucho. Es más, desafortunadamente es de tipo desértica:

Más de cerca (Google Maps)  
Puede que 240 km desde Somalia o 360 desde Yemen no sea mucha distancia hoy, pero en la Antigüedad, desde luego, sí lo era. Y más si tenemos en cuenta que esos sitios ya estaban de por sí en el quinto pino.

Es decir, Socotra estaba en mitad de la nada. Pero los antiguos, algunos de ellos, eran muy apañados. Y los ptolomeos (situémonos: Alejandro Magno conquista el mundo, a su muerte los generales se lo reparten y Egipto se lo queda Ptolomeo. Por lo tanto, hablamos del Egipto helenístico, el de cultura greco-egipcia, no el de las pirámides) decidieron buscar una ruta hasta la India que evitara los desiertos, Persia, el cruce del Indo, etc. Parece lógico, incluso sin globo terráqueo. Irían por mar. Y la ruta marítima que organizaron pasaba por Socotra.

Por lo que se sabe, descubrieron Socotra el año 80 a.C. y se convirtió en una isla estratégica en esa ruta.

Los griegos eran de verdad gente muy curiosa. Con mucho interés por conocer, por descubrir. Por eso exploraron y cartografiaron todo lo que pudieron, por eso descubrieron Socotra.

Ahora, Pancaya.

Pancaya es una isla, como Socotra. Pero, a diferencia de Socotra, no puedo poner su localización en Google Maps porque no existe. Es una isla imaginada por un autor griego en una de sus obras. El griego se llamaba Evémero de Mesene, y escribió a finales del siglo IV a.C. Y cuentan que contaba Evémero que llegó a una isla  en mitad del océano Índico (Pancaya) y que era una isla paradisíaca. La isla, de cultura griega, tenía un registro de sus reyes y grandes hombres desde tiempos remotos, y Evémero descubrió que lo que ellos consideraban dioses y héroes no eran sino antiguos reyes, cuyo recuerdo había sido distorsionado con los años hasta convertirse en los relatos de toda la mitología griega. En otras palabras: eso de Zeus y demás no eran sino patrañas. Por desgracia, y como ocurre con tantos autores griegos, su obra no nos ha llegado sino fragmentos recogidos por otros autores citándoles; en el caso de Pancaya tenemos un amplio fragmento que el autor paleocristiano Lactancio recogió en una de sus obras de una traducción al latín que realizó Quinto Ennio de la obra original, 3 libros, de Evémero. Entre Evémero y Lactancio hay 600 años.

La doctrina de Evémero se llama everismo. Pero sin embargo la idea no es suya. Como mínimo Pródico de Ceos la defendió antes que él. ¿Y quién fue Pródico? Pues uno de los filósofos sofistas con los que se las tenía Sócrates. No hace falta decir que la obra de Pródico se ha perdido, y sólo se conservan fragmentos citados por otros o referencias a ellos. Por ejemplo (esto es un extracto de la Wikipedia), Sexto Empírico decía que Pródico enseñaba que:
Los antiguos consideraron como dioses el Sol, la Luna, los ríos, las fuentes y en general todas aquellas cosas que son útiles para nuestra vida, en la medida en que la ayudan, igual que los egipcios deificaban al río Nilo, y, añade que por esta razón el pan fue llamado Deméter, el agua Poseidón, el fuego Hefesto, y así sucesivamente cada cosa que era útil.
Esta rotura mental con lo establecido hasta entonces es lo que permitió a Evémero ir más allá y contar la historia de Pancaya.  Con el paso del tiempo, es obvio que la sensación de que la mitología no es real va calando, imagino que al principio sólo en los círculos cultos, educados, pero seguro que también llegó a los estratos más simples. Seguro que Lactancio, que todavía vivió entre paganos, lo tuvo fácil y por eso recogió el texto de Evérimo. Lactancio era una mente brillante, profesor de retórica además, y paladín de una idea curiosa (al menos en la época): que la ira debía ser parte del carácter de Dios, pues da el castigo justo a los malvados. El caso es que él siempre empleó la razón como método, más que el principio de autoridad ("porque lo dijo Fulano").

Una frase que se conserva de Lactancio viene a decir que el hombre es el único dotado de sabiduría para comprender la religión, y eso es lo que le diferencia de los animales. Que se podrá decir que el hombre puede razonar y prever el futuro, pero ¿acaso no hay animales que construyen sus madrigueras con varias salidas, para escapar si el enemigo entra por una de ella? Y otros preparan provisiones para comer en los tiempos duros.

Pero Lactancio también disparaba con bala, no en vano se convirtió al cristianismo tras la persecución de Diocleciano. En su obra "Sobre la muerte de los perseguidores", sostiene que las personas que reconozcan que es un entretenimiento que un hombre, por más que justamente condenado, sea asesinado en su presencia, en conciencia es lo mismo que si fueran espectadores y participantes de un homicidio cometido en secreto. Es fácil imaginar el impacto de la acusación en aquellos años.

Voviendo a Pancaya, otros escritores la mencionaron también en sus historias; por lo tanto, estoy seguro de que muchos creyeron que, en efecto, la isla era real. Esto no tiene nada de extraño: también se ha buscado con ahínco la entrada del Infierno que describió Dante en su Comedia. Por ejemplo. O como Schliemann. Que estaba convencido de que Troya, la ciudad cuya caída narró Homero, existía (y tanto la buscó que la encontró y todo).

Pero, si era real, ¿qué isla era?

Puede que Socotra. Claro que hay un problema: ¿no fue descubierta el año 80 a.C., más de 200 años después de Evémero? Pues con esto también hay tema, porque unas recientes excavaciones rusas han encontrado restos de una cultura paleolítica. Que me aspen si sé cómo llegaron hasta allí. Lo que sí se sabe es que la isla ya sale descrita en una guía de navegación del oceano Índico de hacia el año 60, y que arqueólogos belgas han encontrado un emplazamiento con muchos restos de hasta el siglo I a.C., parece ser que lo frecuentaban los marineros. Y que dejaron grafitis en brami antiguo, idiomas de la India y semíticos de Oriente Próximo, y griego, claro.

Por cierto, y como chascarrillo: se piensa que la isla fue evangelizada por Santo Tomás. Luego la ocuparon los árabes, y claro. Aunque se dice que San Francisco Javier, en su viaje a la India, todavía encontró cristianos en la isla. Parece ser que hacia el año 1800 una incursión wahabita terminó con todo ello. Hoy en día, bajo el gobierno de Yemen, quedan... restos arqueológicos y ruinas de iglesias.

Pero Evéremo era también un viajero a lo Herodoto, de los que siempre quieren saber qué hay detrás de esas montañas del horizonte, y recorrió toda la zona. Es razonable que en alguna villa eritrea le hablaran de alguna isla misteriosa que... 

Tampoco a Herodoto hay que tomárselo al pie de la letra.



Pues bien, todo esto venía porque quería hablarles del gran personaje de esta historia, Pródico. Pero lo dejaré para otra ocasión.

 



Status Quo - Down down

viernes, 1 de mayo de 2020

Mis versículos favoritos V: la Candelaria



 
"Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel".
Lc 2, 29-32


El 2 de febrero se celebra la fiesta de la Candelaria, onomástica de las Candelas.

¿Por qué?

Porque el 2 de febrero se cumplen 40 días desde Navidad. Es decir, desde el nacimiento de Jesús. Es decir, el día en que la Virgen ha terminado su cuarentena.

Según la ley mosaica, a los cuarenta días la madre quedaba purificada y era el momento de presentar al niño en el templo, y nos cuenta Lucas que en el caso de Jesús así lo hicieron. Nos cuenta también que había un viejo, un tal Simeón, al que se le había revelado que no moriría antes de ver al Mesías del Señor, que aquel día también fue al templo y al ver al niño Jesús lo reconoció como tal y pronunció el himno que forman los versículos citados.

¿Y qué tiene que ver esto con la Candelaria? La expresión "luz para alumbrar a las naciones".  Era un momento en el que, en los antiguos ritos, se encendían las velas (las candelas).

Y por esto quedan todavía personas que mantienen la tradición de no desmontar el belén hasta ese día. Porque sería el día en el que de verdad termina el tiempo de Navidad.




Henry Purcell - Thou knowest, Lord, the secrets of our hearts

domingo, 29 de marzo de 2020

Mis versículos favoritos IV: saciado de días


Antecedentes, introducción: esta entrada. 


Expiró, pues, Abraham y murió en buena ancianidad, viejo y saciado de vida, y fue reunido con su pueblo.

Gen 25, 8

La traducción de la CEE, la actualmente vigente por lo tanto, dice "en buena vejez, anciano y colmado de años"; es lo mismo. Pero me gusta más la primera, por la expresión "saciado de vida". 

En estos días de coronavirus, de una tasa espantosa de mortalidad entre las personas más ancianas, con Holanda aconsejando a España e Italia que no intenten curar a los ancianos y a los débiles para no saturar los hospitales, conviene que hagamos una reflexión sobre la muerte, los ancianos y vivir. Y este versículo del Génesis viene que ni pintado. Porque refleja una filosofía de vida que ya no es la corriente, pero sin embargo, ¿por qué no?

Abraham murió viejo, muy viejo. El versículo anterior nos informó (estos versículos son de la fuente P, para los que siguieran la información que di en mi anterior entrada) que tenía 175 años. Lejos, desde luego, de los casi mil de los Matusalén, Noé y compañia (y había una explicación teológica a esto, quizá luego la cuente), pero muchos. Y muere. Pero como muere viejo, muere saciado de vida: ha vivido suficiente, no necesita más. En esas condiciones morir no es malo, al contrario. Y esto contrasta con la filosofía actual, en la que buscamos prolongar la vida lo más posible. Cueste lo que cueste, y a menudo sin pedir su opinión al más interesado. Una opinión que no me extrañaría que fuese que el interfecto no teme ya a la muerte. 

Los ancianos saben que lo son. Lo saben perfectamente, y saben que hay que morir. Todos ellos han enterrado a sus antecesores, y a muchos de sus amigos, parientes y conocidos. En su mundo cada vez hay menos caras de las de su mundo, casi todos son "recién llegados". El miedo a la muerte que tienen todos los adultos no es por el posible dolor del tránsito, sino por la tremenda tristeza que da pensar en el escenario de los que quedan atrás. El dejar viuda, huérfanos desvalidos, sin medios. El joven es alocado porque aún no tiene quien depende de él, pero los adultos sí los tienen, y ven las cosas de distinta manera. En cambio, los ancianos ya no tienen esas ligaduras. Sus hijos son ya mayores y hace años que se baten por sí mismos, y los nietos no son cosa de ellos. En cuanto al cónyuge, quien lo conserva... Bueno, seguro que lo han más que hablado. 

Volviendo al versículo del Génesis, para ellos había 3 tipos de muerte. La primera era la muerte temprana. Era obvio que aquello no era el curso natural de las cosas, luego morir antes de tiempo lo asociaban a un juicio de Dios. Malo. La segunda muerte, la muerte de Abraham, era la buena muerte. Y no era un drama morir anciano, todos lo asumían como algo natural. Y por último, estaba la mala muerte:
"Su hermano murió, y sólo me queda él. Si le ocurriera una desgracia en el viaje que vais a emprender, hundiríais de pena mis canas en el reino de los muertos".
Gen 42, 38 

El nieto de Abraham, Jacob, tuvo 12 hijos. Pero sólo 2 fueron con Raquel, la mujer que él amaba (a su otra mujer, Lía, con la que tuvo 6 hijos, no la quería, pero su suegro, la noche de bodas con Raquel le dio el cambiazo - la costumbre de la época es que la novia iba con velo hasta la oscuridad de la tienda- y quedó legalmente casado con ella). Esos hijos fueron José y Benjamín, y Raquel murió en el parto de este último. José, el primogénito y durante años único hijo de su verdadera mujer era su favorito, y por envidia los otros hermanos lo vendieron  - o se lo robaron cuando lo iban a hacer- a unos mercaderes, e hicieron creer a su padre que había muerto. Años después, José, convertido en gran visir de Egipto, fuerza a sus hermanos - ignorantes de su identidad- a que si querían grano tenían que volver a Egipto con el pequeño Benjamín. El viejo Jacob, cuando le plantean el tener que llevárselo, se desespera y pronuncia las frases del versículo. Es la mala muerte, morir viejo pero lleno de pesares y tristezas. Claro que sabían que los cadáveres se pudren en las tumbas (y el texto de la CEE dice abismo, no "reino de los muertos"), pero la idea es ésa.

Así pues, aparte de las muertes tempranas tenemos dos muertes: la del anciano que muere "saciado de vida" y la que muere  con penas y tristezas. Es triste la del que vive y muere con pesadumbres, pero ¿la del que muere saciado de vida? ¿No debería ser motivo de alegría? Vale que no se haga una fiesta, pero debe estar orgulloso aquel que consiga que sus padres mueran felices.

Ahora, piense cada cual si puede estar o no orgulloso.





Mozart -Vesperae Solennes de Confessore KV 339. Laudate Dominum

Mis versículos favoritos III: Imagen y semejanza



Antecedentes, introducción: esta entrada.
Entradas previas, partes I y II de ésta: aquí y aquí.

Dijo Dios: "Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine los peces del mar, las aves del cielo, los ganados y los reptiles de la tierra". Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y mujer los creó.
 Gen 1, 26-27

Muy poca gente, entre la que ha leído la Biblia de manera amateur o haya escuchado su lectura en las misas, se habrá dado cuenta de que existen en el libro del Génesis dos relatos de la creación. Dos relatos, y distintos. El primero es el famoso de los seis días "y al séptimo descansó". El segundo es el de los nombres de Adán y Eva, y que Eva la formó Dios de la costilla de Adán. Ambos son conocidísimos, pero es curioso que pocos caigan en la cuenta de que son dos relatos y no uno solo.

La realidad es que poca gente sabe algo más que un poco sobre el libro del Génesis. Y debería asombrarnos, porque se supone que el Génesis es uno de los libros capitales de nuestra fe. ¡Que no es el libro de Nehemías o de Ageo, caray!

Pero así somos.

Según tengo entendido, los exégetas de la Biblia opinan que el Libro del Génesis tiene 3 "autores", aunque como posiblemente esos "autores" son colectivos (al menos dos de ellos), se les denomina "fuentes".

Al primero de esos autores se le conoce como "el Yavhista" (o fuente J), y es un tipo absolutamente genial, irrepetible. Escribió, se cree, hacia el año 950 a.C. y es cierto que, cuando uno sabe cqué debe buscar, en la mayoría de fragmentos es muy fácil saber si lo ha escrito él o no. El J escribe como quien cuenta un cuento. El relato de la costilla de Adán, por ejemplo, es suyo. El de la serpiente y la fruta prohibida, o el de la destrucción de Sodoma y Gomorra. Si usted abre el Génesis al azar y el pasaje le engancha al instante, no hay duda. Es del J.

La segunda fuente es el Eloísta (fuente E). Se supone que es un autor, pero que nombra a Dios de una manera distinta (Elohim en vez de Yahvé). A mí me cuesta más reconocerlo, pero sí que tiene un modo propio de acercarse a las cosas. Cuando Dios se dirige a un personaje en sueños, el texto es de la fuente E: si fuera de la fuente J, simplemente Dios aparecería por la puerta, porque el Dios del J es antropomórfico. El yavhista escribe en un mundo podríamos decir que casi sin religión, sólo con creencias y costumbres. El eloísta, que escribe unos 200 años después, ya tiene una visión más elaborada. Con todo, en muchos fragmentos hay que saber más cosas para diferenciar qué ha escrito el J y qué el E. Y hay pasajes que son un lio, porque es como si nos estuvieran contando una historia dos personas a la vez.

Y luego está la fuente P, la fuente sacerdotal. Está chupado reconocer qué texto es de esta fuente. Es la más tardía, unos 200 años posterior a la fuente E. Es decir, en torno al 540 a.C. Aquí ya hay una religión establecida, y una casta sacerdotal, y una literatura previa. Entonces lo que ocurrió es que esa casta sacerdotal, en sus templos, en sus cenáculos, posiblemente se transmitieron internamente su propia interpretación de los relatos. De la tradición antigua, de las fuentes J y E y de las tradiciones que estas fuentes no recogieran. Pero, además, incluye siglos de meditación sobre esos relatos. Meditación y sobre todo depuración. Los textos P son por lo general muy aburridos (las listas de naciones y de descendientes, por ejemplo "los hijos de Elifaz fueron: Temán, Omar, Sefó, Gaetam y Quenaz"), y a menudo parece obsesionado con los años (¡esas edades increíbles!). Pero también tiene textos muy interesantes precisamente por lo estudiados que están, mejorados hasta lo imposible.

Además de estas tres fuentes principales, hay multitud de adiciones y retoques posteriores hechos por vaya usted a saber quién, y fragmentos enteros (sobre todo, en el relato de la historia de José) que los exégetas no tienen nada claro de dónde salen o quién los escribió.

Y el primer relato de la creación es de la fuente P. Sí, el que empieza con "Al principio creó Dios el cielo y la tierra" y que incluye los versículos qie inician esta entrada. Como buen texto P, cada palabra importa. Y el texto insiste mucho en dos ideas: que Dios creó al hombre (lo dice 3 veces), y que lo hizo a su imagen (también 3 veces).

Es decir, no puede haber dudas: Dios creó al hombre a su imagen y semejanza.

Ahora se trata de entender qué es eso de "a su imagen" y por qué. 

Que lo de la imagen no es el parecido físico es obvio, pues incluye al varón y a la mujer, por no hablar de las diferencias entre todos. No, eso va por otro camino. Y es bastante fácil de entender, sólo hay que cambiar el foco de lo que estamos mirando. No se trata de que Dios nos creara como imagen suya, sino de que somos imagen suya. Si usted va al despacho oficial de un cargo público importante, a una sala de juicios, a un salón de plenos de ayuntamiento,... seguro que ve en algún punto destacado la imagen del Rey.  del dictador de turno, si hablamos de una dictadura: recuerde las clásicas estampas de manifestaciones "espontáneas", en las democracias vemos a grupos que enarbolan la bandera del partido, como queriendo decir que ellos son los representantes de ese partido, y en las dictaduras vemos la imagen del sátrapa de turno; de nuevo, con la misma intención. Y lo mismo en las iglesias y en tantos lugares: la imagen del santo, de la Virgen o un crucifijo. Adoramos a estas imágenes, aunque sabemos que son sólo tallas o esculturas; pero las adoramos por lo que representan. Y en los salones públicos, la imagen del Rey que preside lo que nos indica es que el presidente está actuando como representante suyo. Pues en la antigüedad pasaba lo mismo, era frecuente que el rey enviara una escultura suya (ante la que incluso había que realizar las reverencias como si estuviera el mismo rey). El dignatario que actuaba bajo esa escultura era su enviado, su representante.

Así que al ser nosotros imagen de Dios, lo que pasamos a ser es su representante. Somos los que actuamos en su nombre. Y dominaremos los mares, los cielos y la tierra. Pero ¡ey! no como queramos. Sino como representantes suyos. Y de nuevo ¡ey!, cuidado, porque al igual que el virrey no puede actuar como si no existiera rey que le juzgará a él por cómo le ha representado, nosotros hemos de actuar intentando ser representantes de Dios. Es decir, hemos de actuar como actuaría Dios. Porque al final, cuando Dios nos pida cuentas (y podemos estar seguros de que lo hará: son numerosísimos los pasajes de los evangelios en los que Jesús nos lo recuerda e intenta explicarnos cómo será), lo que hará será juzgar si hemos sido buenos representantes suyos o no. Si hemos actuado como Él lo habría hecho, o no. Por supuesto, al igual que el virrey del ejemplo, tenemos libertad para actuar según nuestro parecer; y así como el virrey sabio debería actuar sabiendo que deberá responder de sus actos, así nosotros.

Ahora bien: sabemos que Dios es el tipo que creó el tiempo, la materia y el espacio, y que hemos de actuar como Él lo haría. Pero ¿cómo actuaría Él? Aquí es donde tenemos que reflexionar sobre la parábola de Lázaro y del rico, y veámonos como el rico. Éste es juzgado, y no aprueba el examen. Acepta su responsabilidad y asume su pena, pero le pide a Abrahám que envíe a Lázaro a advertir a sus hermanos, para que éstos sí sepan qué tienen que hacer para evitar su destino. ¿Y qué le responde Abrahám? "Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen" (Lc 16, 29). Es decir: lo que se necesita saber está en la Biblia o Sagradas Escrituras (Moisés) y en la Tradición y el Magisterio de la Iglesia (los profetas). No tenemos excusa. Si queremos saber cómo actuaría Dios, ahí tenemos todas las pistas necesarias. Es cosa nuestra si queremos saberlas o no.

El Mundo es una obra de teatro de guión no escrito, en el que cada uno de nosotros entramos como un personaje (unos, afortunados, otros, desafortunados), en el que hemos de improvisar. Cuando acabe nuestro papel, cuando el Autor opine que ya hemos terminado, valorará nuestra actuación y decidirá qué hace con nosotros, si continuamos en su compañía y compartimos las mieles del triunfo, o si por el contrario nos descarta y somos expulsados.

Eso sí, lo que nunca podremos es eludir nuestra responsabilidad por nuestros actos alegando desconocimiento. Ninguna excusa le valió a Epulón, y ninguna nos valdrá a nosotros.

Y ahora ya sabemos cuál es el sentido de la vida.





Haendel - Mesías. And He shall purifiy

lunes, 23 de marzo de 2020

Mis versículos favoritos II: La parábola del rico y del pobre Lázaro



Antecedentes, introducción: esta entrada. 

Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día. Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico. Y hasta los perros venían y le lamían las llagas.
Sucedió que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico, y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo: "Padre Abraham, ten piedad de mí y manda a Lázaro para que moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas".
Pero Abraham le dijo: "Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males; por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado. Y además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros". Él dijo: "Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos, para que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento".
Abraham le dice: "Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen". Pero él le dijo: "No, padre Abraham. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán". Abraham le dijo: "Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto".

Lucas 16, 19-31


Desde niño me ha encantado esta historia; claro que nunca me he identificado con el rico, que no sé porqué se le ha llamado siempre Epulón. Pero con el paso de mis muchos años, la he estado reflexionando y dándole vueltas y ahora la veo distinta a cuando yo era chico. Todos somos el rico Epulón. 

En concreto hay un versículo en esta parábola que considero absolutamente fundamental. Solo que, como ya referí en mi introducción, forma parte de un cuadro de tres versículos. 

En mi próxima entrada de la serie me explico.



Vivaldi - Misa de Gloria R589. Domine Deus, Agnus Dei

sábado, 21 de marzo de 2020

Mis versículos favoritos: I El principio


 Al principio creó Dios el cielo y la tierra.
Gen 1, 1

Es el primer versículo del primer libro. Es posible que "Canta, ¡oh musa!, la cólera del pélida Aquiles", quizá el mejor inicio jamás escrito, tenga más fuerza narrativa, pero no.

Y, desde luego, no se puede decir más con menos.

En cualquier caso, y para todo lo que sigue, tengámoslo claro: por decirlo de alguna manera, nos jugamos los cuartos con el tipo que creó el tiempo y el espacio.

Allá cada cual.

Y como principio, para que nadie diga que no lo sabía. 




Ya que ha salido el tema voy a plantear una cuestión acerca de la cual (no nos hagamos trampas al solitario) estoy seguro de que no hemos pensado mucho.

Los que hemos tenido una educación digamos "europea clásica", si nos piden explicar la idea de Dios lo primero que nos viene a la cabeza es la pintura de Miguel Ángel de la Capilla Sixtina, La creación de Adán. Seguro. Así es como nos lo representamos.


Michelangelo [Public domain]

 
Los que hayan tenido una educación digamos "europea siglo XXI" supongo que pensarán en una figura tipo Thor de película de Marvel. Algo irreal, de mentira. Una figura de cuentos.

La cuestión no es baladí. No sé cómo define la Iglesia Católica la idea de Dios, pero pienso que el primer versículo del Génesis, el que encabeza este artículo, es suficiente. Pues bien, ¿cómo va a pensar eso un chaval cuya imagen de Dios es el Thor de las películas? Los del pleistoceno no tenemos ese problema, porque primero nos metieron en la cabeza la idea de Dios y luego estudiamos los antiguos dioses falsos, los Osiris, Zeus, Júpiter y compañía. Para nosotros, el panteón nórdico era equiparable al de Astérix, Belenos, Tutatis y los demás. Y Thor era, por lo tanto, un personaje de tebeo. Pero los chicos modernos reciben una educación diferente. Su primer contacto con la idea de dios es la de Thor, y ademñas bien se encargan los tebeos (y por lo tanto supongo que las películas) en recalcar que Thor es un dios. Nórdico, pero dios. A lo que voy es que, al no aprender desde su infancia el concepto de Dios, difícil per se, quedan contaminados. Y no creo que lo vayan a lograr más adelante..






Vivaldi - Misa de Gloria R589. Gloria in excelsis Deo

domingo, 16 de febrero de 2020

Mis versículos favoritos: introducción




Nos guste o no, vivimos en una cultura judeocristiana. Es decir, somos Pueblo del Libro. Esto debería bastar para que quisiéramos saber más sobre El Libro. Pero casi nadie tiene interés sobre el libro en cuestión. Lo que me parece un error: si no conocemos la base de nuestra cultura, ¿en qué nos basaremos cuando necesitemos nuestro juicio?

Una prueba sencilla. Diez historias que todos los que tenemos una edad, una cultura, seguro que conocemos. ¿Cuántas de ellas creen que conoce la juventud actual? Hagamos la suma:
  1. El origen del arco iris
  2. El sacrificio de Isaac
  3. Las diez plagas de Egipto
  4. Sansón
  5. David y Goliat
  6. Job
  7. Jonás y la ballena
  8. La estrella de Belén
  9. Una voz que grita en el desierto (la cabeza en una bandeja de plata)
  10. El buen samaritano
Hace sólo cuarenta años, sería imposible encontrar un español, y seguramente un europeo, que desconociera una sola de éstas. Hoy, en cambio, el panorama sería muy diferente: costaría encontrar quien conociera una, no digamos ya dos.

Aunque ahora, y sólo por mi puro divertimento, voy a pensar otras diez historias; pero éstas no tan conocidas. A ver cuántas conoce (es decir, sabría relatar):
  1. Las hijas de Lot
  2. El plato de lentejas
  3. Las vacas gordas y las vacas flacas
  4. Las murallas de Jericó
  5. Urías el hitita
  6. Salomón y la reina de Saba
  7. Judith y Holofernes
  8. Susana y los viejos (¡ésta la he contado en el blog!)
  9. Zacarías, el mudo
  10. La caída del caballo
En resumen, voy a escribir algunos artículos, bajo el título de "Mis versículos favoritos", sobre breves pasajes de la Biblia. En ellos incluiré alguna reflexión, pero AVISO: será una reflexión personal, en ningún momento pretenderá reflejar una postura oficial de la Iglesia; puede que acierte, pero puede que no. En cualquier caso, lo importante es que usted también reflexione sobre el pasaje. Qué le sugiere, o por qué cree que se ha conservado ese fragmento concreto. En la mayoría de los casos, esa reflexión la he realizado ya entrado en años, no de niño o de joven. Quizá precisamente por eso elijo ese fragmento en cuestión: porque descubro un matiz que se me había pasado por alto, y a lo mejor a usted también.

Un comentario final: las tres primeras entradas forman un paquete único. Las he incluido porque, en mi opinión, encierran la respuesta a una pregunta que me he hecho muchas veces, como todos sin duda, pero que es en estos últimos meses cuando, reflexionando sobre estos pasajes, se me ha hecho claro:

¿Cuál es el sentido de la vida?
 



Claudio Monteverdi - Vísperas de la beata Virgen: V: Deus in adjutorium meum intende

viernes, 23 de noviembre de 2018

La hora de Religión



Reúne el Gobierno que tenemos en estos momentos las dos características definitorias de los gobiernos que solemos tener: son unos jetas impresentables que crean problemas donde no los hay, y no teniendo ni repajolera idea de lo que deben hacer se dedican a marear la perdiz sin intentar en ningún instante resolver los problemas que de verdad deberían afrontar. A todo lo cual añade otra que ellos poseen en grado máximo, superlativo, y que me temo que a partir de ahora vamos a sufrir en todos los gobiernos venideros, abierta ya la veda: son populistas y demagógicos ad nauseam.

Tenemos un gobierno en el que el presidente no es diputado. Siendo un principio obligatorio según la CE (han usado un resquicio legal, enunciativo, para soslayarlo), esto bastaría por sí mismo para obligarles moralmente a convocar elecciones; algo, por cierto, que dieron a entender que harían, cuando la moción de censura. De la moción de censura podría escribir también mucho, y del proceso por el que se llegó a ese punto, pero para qué. Sin embargo, como botón de muestra de lo que quiero decir, analicemos brevemente la situación con la Justicia.

En primer lugar, y por encima de todo, debería el PSOE tener como criterio de actuación el defender el buen nombre del poder judicial, pasara lo que pasara. No por las personas, pues tampoco ellos hablan por las personas que son sino por los cargos que desempeñan, sino por concepto. La independencia de la Justicia jamás ha de ponerse en duda, al igual que el que un ministro sea corrupto no significa que en España la Administración Pública sea la corrupción hecha carne.

Así que si el Tribunal Supremo lía la cosa con eso de los impuestos sobre los actos jurídicos documentados, el Gobierno, en vez de criticar al TS y anunciar que va a hacer leyes contra lo que han dictaminado (¡y que su principal socio político, Pablo Iglesias, salga diciendo que él "ni acata ni respeta" la decisión de los jueces!), en vez de generar un estado de opinión pública que acusa a los jueces de estar vendidos a la gran banca, debería explicar unas cuantas cositas.

La primera de ellas, que es de ingenuos creer que si la banca paga un gasto (el impuesto) al conceder una hipoteca, ese dinero que adelanta la banca no se lo va a cobrar al hipotecado ¡y con intereses! Pero no, ellos intentan que la gente crea que sí, que si lo paga la banca es realmente la banca quien asumirá el gasto.

La segunda de ella, que fue el PSOE quien instauró este impuesto. Que fueron ellos, vaya. Y que establecieron que lo pagaran los ciudadanos, no la banca. Ya que hasta ahora lo único que se está haciendo es lo que ellos dijeron que se hiciera.

Y la tercera, por no extenderme: que son ellos quienes lo han subido recientemente. El 50% en Anadlucía, por ejemplo. Otro 50% en Aragón, con el apoyo de Podemos. En Extremadura, en Castilla la Mancha.  Vamos, que se están haciendo las vírgenes ultrajadas cuando han sido ellos los felones.

Pero no cabe esperar otra cosa de los del PSOE: la vicepresidente Calvo ha dicho en rueda de prensa que, como lo que dijo Pedro Sánchez antes de ser presidente del gobierno ("Lo de Cataluña fue rebelión") fue antes de ser presidente del gobierno, pues no importa y por lo tanto el presidente del gobierno nunca ha dicho que lo de Cataluña fuera rebelión. Ya que ahora defiende lo contrario de lo que defendió 5 meses antes de llegar al cargo, cuando estaba haciendo méritos y lo que fuera para conseguirlo. Esto es aterrador, y que no se les caiga la cara de vergüenza, ni se arrepientan ni dimita, es inaceptable:¿ustedes se imaginan que, de ahora en adelante, un cargo público haga lo contrario de lo que dijo que haría porque cuando lo dijo aún no había obtenido el cargo? De todo lo que han hecho y de todo lo que harán, esto es lo más. Lo que más los definirá, y lo que jamás deberemos olvidar al recordar cómo eran.

Por cierto: la vicepresidente, cuando era ministra, saltó a la fama por defenderse con el argumento de que "el dinero público no es de nadie". Siendo su línea de defensa el que, no siendo de nadie, nadie debía criticarla por el uso que hiciera de él.

Tampoco considero de recibo lo de los abogados del Estado. Les han forzado a cambiar su acusación a los indepes, ahora sólo les acusan de sedición.  Son los abogados del Estado técnicos (en Leyes, pero técnicos), y debe respetarse su criterio: han de dejarles trabajar y que hagan lo que ellos consideren más conveniente.  Pero se ve que no es éste el concepto que tienen los socialistas de la democracia y la independencia de la Administración Pública.

Otro apartado curioso es el de la tumba de Franco. Como Figatélix no tenía calles para cambiar los nombres, el recurso que empleó para distraer al personal fue sacar la Ley de Memoria Histórica. Y como el doctor Plagio sigue sin tener calles a las que cambiar los nombres, pues no ha encontrado otra salida que dedicarse al tema de la tumba de Franco. Dejando de lado la habilidad con la que la están gestionando (por primera vez ha tenido que salir el Vaticano a decir en público que lo que dijo la vicepresidente que habían hablado era falso.

Pero es que esto de Franco es como el alcalde que cambia los nombres de la calle: no sabe afrontar los problemas de verdad. ¿Qué están haciendo con la inmigración (indefendible su demagogia con el Aquarius)? ¿Qué están haciendo con la despoblación? ¿Qué están haciendo con la natalidad, con la pirámide demográfica, con la calidad de la enseñanza, con el pitorreo que la Administración Pública catalana tiene con respecto a las decisiones judiciales (y estoy pensado específicamente, en las normas sobre el español en las escuelas)? ¿Qué pasa con las fuentes de energía? Será que no hay problemas más importantes.

Cortinas de humo. La política española, en especial para los partidos de izquierda cuando gobiernan, se ha convertido en cuestión de cortinas de humo.

Una de las últimas que están montando es, creo, la de la hora de Religión en las clases. Se ve que una hora a la semana (nominal, real es menos) es demasiado.

Es una idea desastrosa y que tendrá consecuencia, todas ellas negativas. Es una idea que aumenta muchísimo la entropía.

El principal argumento para reducir las horas de Religión es que se cree que se hace proselitismo. Que los niños quedan marcados a sangre y fuego como opusdeistas irredentos. El argumento no se sostiene cuando los mismos denostadores tuvieron incluso más horas de Religión en su infancia: si a ellos no les ha convertido en píos fanáticos católicos, ¿por qué creen que sí les ocurrirá a los niños de ahora? Nadie puede en verdad sostener que el dar un par de horas de Religión a la semana en el colegio lo convierte a uno en aquello que más odian. 

En cualquier caso, hay que tener en cuenta que la asignatura es voluntaria. No se le imparte Catolicismo a nadie que no quieran sus padres que se le imparta. En cuanto al argumento de que "es con dinero público y no quiero que los hijos de otros aprendan algo que no quiero que aprendan con dinero público", pues... Sí, yo tampoco quiero que otros niños aprendan Flauta con dinero público. O Ética, o lo que quieran. Pero a mí no me dan opción. Sólo tiene opción a usar ese argumento el que esté en contra de la religión católica, parece. Pero así son, los anticatólicos: quieren que no existan los católicos. El rasero que emplean con el catolicismo no lo usan con nadie más, y no sé porqué. No creo que sea por odio, mal pueden odiar lo que no conocen y tampoco hay muchas razones para odiar a la religión; más bien, creo que es porque ser anticatólico hace parecer antifranquista. Y ya se sabe que eso es lo que mola. Sí, es un poco triste que el motor de tu vida sea ir en contra de cualquier cosa que le gustara a Franco por ese único motivo, pero así somos nosotros, señora mía.

En cambio, ni se dan cuenta de que existe un poderoso argumento en contra en un momento en el que se intenta defender la presencia de las Humanidades en la enseñanza: la Religión es la más humana de las asignaturas de Humanidades. 

Veo también con asombro que quieren corregir lo de la Religión añadiendo más horas de Filosofía. ¿Van a explicarles a niños de diez años las teorías de Kierkegaard, por ejemplo? ¿No es más lógico enseñarles, a la edad en la que lo pueden aprender, las bases de la civilización judeocristiana que es, aunque les pesa y mucho, la nuestra? ¡Ah, pero suena bien la idea! De nuevo, populismo.

Y sin embargo es aterrador. Que lleguemos al punto en el que sólo los muy cultos conocerán la historia de Noé, de Adán y Eva, el sacrificio de Isaac, las leyendas de la Torre de Babel o Lot, de José, de Moisés, de Jonas, de Job o de David y Goliath, de Sansón y de Gedeón o del juicio de Salomón. Que no entenderán los grandes cuadros de nuestra pintura, las esculturas o el porqué de las catedrales, el sentido del Camino de Santiago o la importancia de Jerusalén. O, sin más: que no entienden la fuerza que mueve a millones, cientos de millones de sus conciudadanos, que no serán españoles, claro, pero sí franceses, portugueses, italianos, etc., y hemos de pensar en un futuro global, no en una España aislada del mundo.

A mí, supongo que como a todos, la política me aburre. No espero nada bueno de mis gobernantes, por lo que poco me interesa lo que hacen y menos lo que dicen. Los considero un mal que hay que sufrir, como la humedad cuando llueve o los catarros con los cambios de tiempo. Tengo asumido que no tienen ninguna estrategia demográfica, así que los grandes problemas del país no los van a resolver; como mucho, lograrán poner algún parche local y temporal. También comprendo que no ha de ser la sociedad la que resuelva el asunto demográfico. Pero el tema de la Educación es otra cosa. Porque ahí sí pienso que los políticos se mueven según interpretan que quiere la sociedad (ya que ellos, los políticos, quieren sus votos). Estoy seguro de que todos los políticos, en privado, estarían de acuerdo conmigo en muchas cosas de este asunto. Pero en público, que es lo que cuenta, lo negarán: se apuntarán al carro que creen que es lo que pide el pueblo. Como Pilatos cuando soltó a Barrabás, que también creyó que lo que gritaba el gentío congregado ante su palacio era lo que realmente querría Israel entero. Una referencia, por cierto, que los chicos que están educando no entenderán jámás. Ellos se lo pierden, sí, ¿pero no lo perdemos todos nosotros con ellos también?




Joni Mitchel - Both sides now

miércoles, 8 de agosto de 2018

Judit y Holofernes




Somos lo que somos, es inútil negarlo. Somos el resultado de los ingredientes, los tiempos de cocción y las temperaturas con las que nos hornearon.

Uno de los libros de la Biblia es el Libro de Judit. No es de los más famosos ni de los más interesantes o entretenidos, pero no es ni de lejos de los peores. Cuenta la invasión por los asirios de las tierras del Jordán, con el general Holofernes al mando de un poderoso ejército. Como parte de la campaña, Holofernes ataca la ciudad israelita de Betulia, supongo que emplazada en algún lugar de fácil defensa, a la que sitia. Los habitantes, desesperados, meditan rendirse. 

Entonces interviene Judit ("la judía"), una mujer viuda pero sin embargo aún hermosa y cuyo marido había muerto de una insolación (qué apropiado en estas fechas!). Judit tiene un plan para salvar a todos, y pide que confíen en ella 5 días. Y lo hacen.

Esa noche Judit, acompañada de su criada, abandona la ciudad y se entrega a los asirios; dice que quiere rendirse cuando todavía está a tiempo, y que conoce una manera de entrar en la ciudad que puede mostrar. Judit, como se recuerda a menudo en el libro, es una mujer muy hermosa y muy discreta (en el sentido del español de los Siglos de Oro: juiciosa, prudente, sabia, despierta). Con su cerebro y su belleza se gana a los asirios y a Holofernes.

La noche del 4º día Holofernes prepara un banquete para ellos dos, con intenciones aviesas pues si no la posee (se muere de ganas) se reirá de él. Es lo que espera Judit: es viuda, conoce a los hombres. Judit lo emborracha y, cazador cazado, le corta la cabeza. Vuelve a Betulia con la cabeza de Holofernes y su virtud intacta, y los judíos, bajo su dirección, logran la victoria. Por cierto que Judit obtiene su parte del botín: le dan la tienda de Holofernes con todo su contenido.

Finalizada la guerra, Judit vivió rica y rodeada de pretendientes, pero no quiso desposarse con ninguno y vivió 105 años.

Vaya historia, ¿no? No es una historia real, porque está llena de detalles que indican que es un cuento (y los antiguos judíos, como notaban los imposibles, entendían que era un cuento), pero... Una mujer, dueña de su cuerpo y de su vida, deseada pero respetada por todos, lidera a su pueblo y logra con su inteligencia lo que otros no pudieron conseguir por la fuerza. E, insisto, tanto se la respeta y valora que le asignan la parte del león del botín tras la victoria.

¿Es Judit un modelo a seguir? ¿Un ejemplo de lo capaces que son, una enseñanza de que hay mujeres de más valía que cualquier hombre? Pues sí. Pero no para todos: sólo para los católicos y los ortodoxos. Los judíos acabaron quitando el Libro de Judit de sus libros canónicos, y otro tanto hicieron los protestantes y los anglicanos. ¿Por qué lo hicieron?, me pregunto. No hay nada en el libro que sea herético, no deja en mal lugar a los israelitas, y tiene el mensaje religioso adecuado. ¿Entonces? No se me ocurre otra explicación. Judit es una mujer, y por lo tanto no puede ser un modelo de liderazgo. No puede ser que ella viva su vida como quiera y sea al mismo tiempo envidiable y objeto de imitación. No, Judit es demasiado. Para los judíos y los protestantes, quiero decir. Para los católicos y los ortodoxos, Judit es uno de sus modelos. Huelga decir, por supuesto, el lugar que tendría Judit entre los mahometanos, los africanos, los chinos, los hindúes, los japoneses, etc.

¿Y cómo casa Judit en el imaginario feminista? Fácil: no casa. No existe, porque desmontaría la acusación de misógina de la iglesia católica, tán facil de hacer (que no de demostrar) y de la que tan bien se vive en esta sociedad nuestra de idiotas.

Somos lo que somos. Nos cocinaron como nos cocinaron, y el Libro de Judit fue uno de los ingredientes. La libertad y la dignidad de las mujeres en nuestra sociedad no surgió de un árbol; algo tuvo que ver el Libro de Judit. Y si no me creen, fíjense en las culturas que no lo tienen.




 Clannad - I will find you

miércoles, 28 de marzo de 2018

Jóvenes sin religión




Se ha publicado un estudio realizado por el Instituto Católico de París y la Universidad Católica de St Mary’s de Twickenham sobre la actitud religiosa de los jóvenes adultos con edades comprendidas entre los 16 y los 29 años de 21 países europeos más Israel.

En el caso de España, el 55% de los jóvenes declaraba no tener ninguna religión. Es mejor que el caso de Chequia, donde el porcentaje subía al 91%, pero sigue siendo atroz.

Y no es “trending topic”. Increíble, porque me parece un problema muy serio.
Este diagrama es el resumen por países:
Fuente: el informe citado



[el asterisco en el nombre del país hace referencia a que los datos se sacaron de la Encuesta Social Europea (http://www.europeansocialsurvey.org/) de 2014, mientras que de los demás países se obtuvieron entre 2014 y 2016, es una encuesta que se hace cada dos años. En el caso de Rusia sólo se dispuso de la encuesta de 2016.]

Antes de meterme de lleno, algunos comentarios:

1)  Está claro que Israel es harina de otro costal. Y me llama la atención que no aparezca Italia.

2)  Polonia y Lituania son muy religiosos. Pero la república checa y Estonia son los menos religiosos. Países muy próximos, con un pasado muy parecido, con una historia similar. ¿No se debe achacar nada a las décadas de comunismo? Bueno, no tan deprisa:

a.  Lituania, su territorio actual, fue durante siglos Polonia. Polonia ha sido siempre el pupas de Europa y Rusia, Austria y Prusia han hecho con ella lo que han querido. El resultado es que las fronteras actuales están muy al oeste de lo que estuvieron.
b.   Estonia nunca fue Polonia.
c.   Polonia nunca perteneció al Imperio, ni al germánico ni al austríaco.
d.  Chequia, ya antes de Lutero, fue tierra de herejes. Jan Hus, sin ir más lejos. Fue una tierra donde el protestantismo pegó fuerte.

3)  Los países “católicos” tienen en general un porcentaje de religiosos mayor que los “luteranos”. Como chascarrillo, la religión mayoritaria entre los jóvenes en el Reino Unido es el catolicismo, con un 10% de creyentes. El anglicismo sólo lo es del 7%.

4)  Faltan los países ortodoxos (sólo está Rusia). En los países ortodoxos, la iglesia es “nacional”. Quiero decir, es propia de cada país y componente de su identidad nacional.

5)  En cualquier caso, los resultados son penosos en casi todos los países.

En España el 37% de los jóvenes se declara católico, el 5% musulmán, el 1% ortodoxos, el 2%  de otras religiones cristianas y el 55%, ya lo he dicho, sin religión. Es decir: la religión por antonomasia es el catolicismo; las otras religiones son “creencias personales” o peculiaridades de cada uno. Salvo el islamismo, claro, pero si tenemos en cuenta que España está en guerra con el islamismo casi desde el inicio de esa religión, comprenderemos que está en nuestro ADN el ver al musulmán como “otro”, como un extranjero especial, como un enemigo. Pues bien, en España rige el silogismo Franco era católico, Franco es lo peor, luego el catolicismo es lo peor. En España ser católico se significa como ser franquista, y ya sabemos que ése es el mayor insulto que se puede hacer a una persona: aquí, el Holocausto es condenable porque eran judíos, si hubiera sido de franquistas la cosa no sería ya para tanto.
Así que en España el ser católico no está bien visto, sino todo lo contrario. Se comprende, pues, que los jóvenes no lo sean.

¿Por qué me parece un tema preocupante? 

La Wikipedia no aporta una definición clara de lo que es la religión; de hecho, dice que no hay una definición clara. Para unos es una cosa, para otros es otra.

Para mí, la religión no es la moral ni la ética. Tampoco los ritos ni las creencias en lo que pasó en el pasado. Es la creencia en lo que ocurre tras la muerte. La resurrección, el Valhalla, la reencarnación en un animal o en otra persona o que el espíritu queda libre y vaga por la pradera o por la selva. Da igual, lo importante es que uno cree. Cree en un futuro, y le importa ese futuro, quiere que le vaya bien. Como el religioso opina que lo que ocurra entonces tendrá que ver con lo que haya hecho durante su vida, de ahí la moral, la ética y los ritos. Son sus reglas para esta fase temporal. El objeto de la vida es conseguir un futuro mejor, es el sentido de la vida. Una persona sin religión no se plantea nada detrás de la muerte. No hay nada, no hay nada en lo que creer, no hay religión. ¿Por qué no se plantea nada? Porque es cómodo. No piensa. Así como muchos viven sin plantearse cuál es la esencia de la materia o si la luz es una onda o un corpúsculo porque no sienten que lo necesiten para vivir y es un esfuerzo que no están dispuestos a hacer, muchos viven sin plantearse nada sobre después de la muerte.

Por cierto, puede que algún agnóstico intente defenderse diciendo que es todo lo contrario, que creer es lo cómodo. No es así: creer requiere un esfuerzo importante. Y frecuente. De hecho, es corriente que el creyente deje de serlo ante las dudas que le plantea su creencia, incapaz de resolverlas.

Por suerte, las personas sin religión no carecen de moral o ética: la sociedad se las imbuye y las han de aceptar como propias sin cuestionarlas demasiado. Como el idioma o las reglas sociales. Y digo por suerte, porque es esa moral la que impide que el no religioso se suicide (dado que su vida carece de sentido porque no tiene un objetivo, ¿por qué soportar las penalidades?) y que además pueda vivir en comunidad. Pero entonces ¿qué buscan en la vida? La felicidad, dicen. Fíjense: la religión mayoritaria en Occidente es el no tener religión; por eso el lema máximo es “buscar la felicidad”. 

Son los filósofos (con Kant a la cabeza como quizás el mejor de todos) los que se han planteado el sentido de buscar la felicidad, la vida sin acudir a la religión. ¿Qué debe hacer el Hombre? ¿Qué pautas de actuación debe tener? ¿Qué objeto debe tener su vida? El tema es complejo y yo no sé a qué conclusión han llegado, es un debate demasiado elevado para mí. Pero me temo que no han llegado a ninguna conclusión. Me da a mí que lo que de verdad ocurre es que buscar la felicidad no es lo que debe buscar el Hombre. Suerte tenemos de las religiones, que son las que de verdad nos han dado y nos dan la moral y la ética.

En definitiva, cuando alguien me dice que no tiene religión, que no cree en nada, yo solo veo un irreflexivo, alguien cuyo intelecto no le lleva a plantearse la sin duda más importante de todas las cuestiones. Y además por comodidad mental. Por no hacer el esfuerzo.

Así que lo que yo veo en estas estadísticas es que estamos criando una sociedad de comodones. Y no creo que salga nada bueno de eso.





Joan Manuel Serrat - Saeta