lunes, 29 de enero de 2024

Ese país imaginario

https://www.youtube.com/watch?v=UIfiaF-tn6I 

 

 

El pasado 30 de diciembre, el Diario de Tarragona publicaba la siguiente carta de un lector:



Carta que traduzco así:

La boca de Miriam Nogueras

Leo la carta que le ha dirigido José Ángel Passolas Soberon, 'La boca de Miriam Nogueras', escribiendo: «Cuando el odio y el sectarismo se juntan, se forma la bomba». En desacuerdo le solicito la publicación de la respuesta. No es ni odio ni sectarismo. Es la respuesta al maltrato que Cataluña ha recibido durante siglos: lengua, déficit fiscal, bombardeos cada 50 años a Barcelona y el ataque a la idiosincrasia diferente de la española. El Sr. Passolas no conocerá el Decreto de Nueva Planta firmado por Felipe V, el año 1717, cuando destruyó el primer Parlamento democratico de Europa creado en  el siglo XIII y su gobierno, prohibiendo la lengua y desposeyendo de las leyes que habían regido durante siglos. Un santanderino de pro, nacido en Gandesa y amigo mío, Antoni Altadill, catedratico y presidente de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, se lo explicaría. Siempre comentaba que desde el norte de España conquistaron los territorios de los árabes de cara al sur. Cataluña, país europeo, nacido el año 799, proviene del Imperio Carolingio. Tenemos bases diferentes y España ha impuesto la lengua, las leyes y ha ganado las guerras. ¡No es odio; es desacuerdo con el maltrato!

Anton Monner

Gandesa

Y se hizo el silencio. Todo el mundo meditó lo que acababa de pasar. El retrato que ha hecho una persona de sí misma.

Dejemos de lado que su gran amigo Antoni (yo más creo que Antonio, pero da igual) no figura en la relación histórica que la Confederación Hidrográfica del Cantábrico proporciona en su web (https.../presidentes-y-jefes-de-unidad) sino como jefe de la oficina de planificación hidrológica: no tiene importancia y este pecadillo venial le puede pasar a cualquiera. Lo que nos asombra es que el sr. Monner cree sinceramente lo que dice. Y que, se infiere, fruto de ese entendimiento, él odia a España siquiera por reciprocidad.

Cuesta entender fuera de España a algunos catalanes, como el sr. Monner. Cuesta, porque no se sabe que esos catalanes, como el sr. Monner, por la razón que sea creen que la Historia fue así y las motivaciones de lo que creen que pasó fueron las que creen.

Y lo peor es que en Cataluña se sigue enseñando en muchas escuelas esta doctrina. La tesis del sr. Monner es la tesis oficial aquí, lo que propala el Gobierno autonómico y ese gran ejército de lacayos suyos sin mente que, como quedó patente en los sucesos del 2017, son la mayoría de los directores de escuelas e institutos públicos de las provincias catalanas.

En fin, yo no sé qué se ha de hacer en estos casos. ¿Desprogramarle el cerebro? ¿Tratarle como a un loco, ignorarle? ¿Decirle que se vaya a freir espárragos? ¿Expulsarles de España? 



Little Big Town - Next to you


sábado, 27 de enero de 2024

De letras y alfabetos

P.  Al hilo de algo que cuenta en el último capítulo: ¿por qué todos nos sentimos inseguros de nuestro aspecto físico, pero nadie lo está de su capacidad intelectual?

R. ¿No será porque nadie te va a querer sólo y únicamente por tu capacidad intelectual?

Alberto Olmos, entrevistado por Víctor Lenore

 

 



La RAE define letra como:
1. f. Cada uno de los signos gráficos que componen el alfabeto de un idioma.
Cabe preguntarse qué es el alfabeto. La RAE lo define así:
1. m. abecedario (‖ serie, o lista).
No nos aclara gran cosa. ¿Qué es el abecedario? La RAE lo define como:
1. m. Serie ordenada de las letras de un idioma.
Genial: las letras son los componentes del abecedario, y el abecedario es el conjunto (la serie ordenada) de las letras. Cabe además puntualizar que las letras no son sólo signos gráficos, también son los sonidos con los que las asociamos.
 
Mi viejo profesor de Matemáticas del colegio, en una de sus primeras clases de Geometría, pidió a algunos alumnos que definieran punto, recta y plano. Todas las definiciones son circulares (la recta es la intersección de 2 planos, el punto es la intersección de dos rectas, etc.), así que cuando el profesor se cansó de la farsa exclamó "punto, recta y plano son elementos geométricos que se admiten sin definición". Esto es: no hace falta definirlos porque todas las personas saben qué son. No hace falta explicarlos.

Con las letras (la voz 'letra' y cada una de las letras: la 'a' es el sonido 'a' y la representación del sonido 'a', y viceversa: es el sonido de la letra 'a', al menos en español, que la 'a' siempre suena 'a'; otras letras se asocian a sonidos diferentes en función de las letras que las sigan) ocurre lo mismo. No es necesario definirlas. El que en el momento de leer o de escuchar su definición no las conoce es imposible que las entienda. Para que no las conociera, una persona tendría que ser del todo punto analfabeta. Pero no solo que no fuera capaz de leer o escribir, sino que además se tendría que comunicar sólo con sonidos (guturales) o, si supiera hablar con palabras (pensemos en un bebé que está aprendiendo a hablar) aún no tendría que ser consciente de que está hablando (un bebé sólo es consciente de que se comunica, no de que habla). Otras opciones sería una sociedad completamente ágrafa y con un conocimiento lingüístico rudimentario al máximo (tendría que desconocer además el concepto 'palabra', ya que aunque la RAE no la define así, una palabra es la letra o yuxtaposición de letras cuando alcanza un significado), o cuyo sistema de escritura fuera ideográfica (no escribe letras sino conceptos: por ejemplo, jeroglíficos). Podríamos decir que las letras son las unidades que componen ciertos sistemas de comunicación (y de pensamiento: no podemos pensar sin letras), siendo el que estamos empleando uno de ellos. No es una definición, pero sí una explicación de lo que es. Y ya está. Es decir, si usted entiende la explicación entonces sabe qué es una letra, no necesita más. No toque las narices.

En cualquier caso, pienso que los lingüistas de la RAE no han estado muy acertados en la voz 'letra'.

lunes, 22 de enero de 2024

En Cataluña, la escuela es en catalán

https://www.youtube.com/watch?v=xoN7_lR1MOw 

 

 

La democracia no es el simple poder de la mayoría: es el poder de la mayoría cumpliendo la ley.

 

Reproduzco a continuación el artículo de opinión de Ana Losada publicado en Vozpopuli.com el pasado 27 de diciembre. Ana Losada es la presidente de la Asamblea por una Escuela Bilingüe en Cataluña, así que se puede considerar un artículo tendencioso. ¡Naturalmente que lo es! Expresa la opinión de la firmante, que además no oculta su interés en las ideas que quiere transmitir. Yo, tras leerlo con cuidado, no percibo manipulación (distorsión de la realidad), cuenta realidades que son reales en muchas escuelas catalanas aparte de los últimos dos párrafos de conclusión, y respecto a estos dos párrafos cualquier lector que no esté de acuerdo percibe que lo escrito en ellos es eso, una opinión discutible. ¿Por qué reproduzco el artículo, si éste es mi blog? Por dos razones: porque quiero que quede constancia cuando dentro de unos años se relea este blog de cómo están las cosas ahora mismo en la escuela catalana y porque quiero que quede constancia de que hay personas que se oponen a cómo están las cosas y manifiestan su desacuerdo. 

Tras el artículo añado una reflexión mía sobre el tema. He mantenido las negritas originales del artículo.


Pau, María, Lucas y la escuela catalana: el relato que escuchó la misión de la UE

Ana Losada

Publicado: 27/12/2023 04:45

El pasado 18 de diciembre intervine en nombre de la Asamblea por una Escuela Bilingüe ante la misión de eurodiputados que visitó Cataluña. Lo hacían en respuesta a nuestra queja sobre la discriminación de los alumnos castellanohablantes en la escuela catalana.

Previamente habíamos aportado informes que respaldaban nuestra denuncia. Los datos son imprescindibles, pero detrás de ellos hay personas, en este caso menores y sus familias. Para mostrar a los eurodiputados esos ciudadanos de carne y hueso, me ayudaron los cientos de testimonios y relatos que nuestra asociación ha escuchado en sus casi diez años de historia. A esos testimonios les puse nombres y los situé en su día a día en una escuela en Cataluña con este relato:

Pau es un niño de tres años que, como la mayoría de los niños de su edad, ya conoce casi mil palabras, con algunos verbos, adjetivos y muchos pronombres posesivos. Pau es un niño catalanohablante que llega cargado a clase con esa mochila de mil palabras que sabe pronunciar en su lengua materna, la lengua en la que las ha aprendido con sus padres y sus abuelos. Es su primer día, está nervioso y puede que triste por estar solo en un sitio nuevo, su profesora lo tranquiliza y lo hace dirigiéndose a él en la misma lengua en la que le hablan sus padres. Sentado a su lado, en otra mesa, hay una niña, María, también nerviosa, también tiene una mochila con 1.000 palabras, pero es castellanohablante y su profesora también la consuela, por supuesto, pero se dirige a ella en una lengua que no conoce, no entiende bien lo que le está diciendo. María escucha con atención y sobre todo mira sus gestos para intentar comprender lo que le dice su profesora.

Pasan los días y los dos comienzan a aprender los nombres de sus compañeros de clase, la profesora utiliza las iniciales de esos nombres para enseñarles las consonantes y las vocales. Pau ya conoce algunas letras, se las ha enseñado su abuelo, María también, pero no las pronuncia igual que Pau, la profesora le rectifica, ella, tímida deja de intervenir, no se siente segura. Pau también conoce los colores, pero los colores de María están mal, la profesora le dice que esa mesa es vermella (rojo en catalán) y no roja como se pronuncia en castellano. María vuelve a guardar silencio.

La mochila con mil palabras sigue creciendo para Pau, pero la de María casi se ha vaciado y ha de volver a llenarla poco a poco, con alguna inseguridad.

Ayer María le pidió un lápiz a Pau, la profesora la escuchó y le dijo:

- María, has de pedírselo en catalán como te he enseñado. Recuerda, en clase en catalán, el castellano en casa.

Ha pasado ya un curso, y los padres de Pau y María tienen una reunión con la profesora.

Pau es un niño abierto, les dice; siempre levanta la mano para participar en clase, aprende con facilidad las letras y números y a leer las primeras silabas. La profesora les recomienda que le lean cuentos todas las noches.

Los padres de María se reúnen con la profesora, aunque ellos empiezan la conversación en castellano ella no cambia de lengua y se dirige a ellos siempre en catalán. La profesora les comenta que María es una niña despierta, feliz, pero que le cuesta un poco expresarse, ella cree que es inseguridad. Los padres preguntan qué pueden hacer. La profesora les responde que es importante que le lean cuentos en catalán, intenten ponerle la televisión en catalán y que ellos hagan también el esfuerzo de hablarle a la niña en catalán. Eso, les dice, ayudará a su hija.

El padre pregunta algo que lleva tiempo pensando:

- ¿Y cuándo van a empezar a dar castellano? Veo que en el horario de mi hija todo es en catalán, hacen incluso dos horas de inglés, pero ninguna en castellano, ni siquiera ofrecen ustedes actividades extraescolares en castellano, ¿por qué?

La profesora les responde que la escuela en Cataluña es en catalán y que los alumnos hasta 2º de primaria no comienzan a estudiar lengua castellana, pero que no se preocupe, que la niña aprenderá el castellano perfectamente mejor incluso que un niño de otras provincias de España.

El padre le muestra su desacuerdo, la profesora le insinúa entonces que si el problema no será que él está en contra de que su hija estudie en catalán. "Por supuesto que no", contesta, pero es que lo estudia todo en catalán. "Pero estamos en Cataluña", le dice la profesora, "esta es la lengua de los catalanes, que garantiza además que su hija tenga un mejor futuro profesional".

La madre interviene y pregunta:

- ¿Por qué en el patio les dicen a los niños que jueguen en catalán? No creo que eso esté bien, les intimidan ustedes.

La profesora le quita importancia, le contesta que lo hacen con todos los niños, incluso con aquellos que hablan en lenguas de origen árabe, es una forma de que el grupo esté más cohesionado y hablen entre ellos siempre la misma lengua: el catalán.

Los padres callan, salen de la reunión y se dirigen hacia la puerta ojeando los murales de los pasillos, todos los trabajos expuestos están en catalán. Pegado en la entrada hay un gran cartel, lleva el sello de la Generalitat, es un gran paraguas que cobija a un grupo de niños, arriba se puede leer "La escuela en catalán". En la fachada del centro hay otra gran pancarta que parece querer avisar a los padres de María: "Por un país de todos, la escuela en catalán".

Mañana volverán a la escuela, es el festival de Navidad de María, también de Pau. Los padres han recibido el programa de los villancicos, todos en catalán, hay alguno en inglés, ninguno en castellano. 

Pau y María aprenderán a leer y escribir en catalán, continuarán sus estudios y en educación primaria, estudiarán dos horas a la semana de lengua castellana y tres en educación secundaria y bachillerato. Pau podrá estudiar todas las asignaturas en su lengua materna, María ninguna.

María tiene mayor probabilidad de fracaso escolar que Pau, los resultados de las pruebas PISA demuestran que los alumnos castellanohablantes fracasan más que los catalanohablantes.

Los dos tendrán buenas relaciones con sus profesores, pero a María algunos profesores le corregirán en clase y en el pasillo cuando la oigan hablar en castellano. Con Pau nadie lo hará, su lengua es la lengua del colegio, la "lengua propia" de Cataluña. Pau será consciente de ello y María también, ella deberá asumir que su lengua no es bienvenida en la escuela.

El hermano pequeño de María se llama Lucas, es un niño muy tímido que estudia en el mismo colegio que María, desde educación infantil ha tenido muchas dificultades para aprender. Finalmente, le han diagnosticado autismo. Los padres piden a la profesora y al equipo pedagógico impartir los contenidos en parte al menos en castellano, la respuesta es: NO. No es posible porque la escuela solo es en catalán.

Los padres protestan, preguntan a los pedagogos del centro:

- ¿Cómo es posible que no sea relevante para el diagnóstico de mi hijo y su tratamiento cuál es su lengua materna? Ni siquiera lo incluyen en el informe.

La negativa es firme. Si Lucas aprende a escribir y leer será en catalán, si los padres lo cambiaran a un centro educativo especial estaría probablemente igual, porque allí también la única lengua de aprendizaje es el catalán.

Los padres de María y Lucas se plantean cambiar a sus hijos de colegio, lo han comentado con otros padres, muchos están en contra de esta escuela monolingüe en catalán, pero nadie se atreve a quejarse. El cambio de centro no puede ser a otro público, ya que no hay ninguno donde se pueda estudiar en castellano. Deberían optar por un centro privado, todos son trilingües (catalán, castellano e inglés). Está claro que los que tienen recursos para elegir no eligen una escuela monolingüe en catalán para sus hijos. Pero ellos no pueden pagar tanto dinero, su salario no les llega. La única opción es recurrir a los tribunales y hacerlo solos. Tienen miedo, les van a acusar de fascistas, de estar en contra del catalán y luego temen que señalen a sus hijos. No lo harán.

Lucas tiene dos nuevos compañeros de clase, Antonio que ha llegado desde Andalucía y Jonathan desde Colombia. Son el ejemplo de alumnos que se incorporan al sistema educativo catalán desde otro punto de España o del mundo.

Sus padres están también muy preocupados, sus hijos no pueden seguir las clases, son buenos estudiantes, pero ahora básicamente solo les enseñan catalán en un lugar al que llaman "aula de acogida". Estarán allí mientras aprendan el catalán, apenas podrán compartir clase con sus compañeros. Los padres de Antonio son andaluces, no sabían que se iban a encontrar con esta situación cuando aceptaron el traslado laboral a Cataluña, sus hijos van a perder un curso al menos en esta adaptación. Sienten además que les tratan como extranjeros en su propio país. Jonathan es de una humilde familia colombiana que lucha por adaptarse a un nuevo país y no entiende como en España, en la cuna de su lengua, no se puede estudiar en español. La madre de Jonathan se hace cruces al saber que Fátima, una niña argelina que ni sabe catalán ni español, los profesores le han dicho que se centre en aprender bien catalán porque el español ya lo aprenderá en la calle.

Ahí terminó mi intervención y al finalizar pedí a los eurodiputados que no olvidaran la historia de Pau, María, Lucas, ni tampoco la de Antonio, Jonathan o Fátima. Que no olvidaran sus relatos mientras realizaran las entrevistas programadas ni mientras visitaran los centros educativos. Les pido a ustedes que tampoco lo hagan.

No hay ninguna razón pedagógica que justifique la exclusión del español en la escuela en Cataluña. No hay ninguna razón pedagógica que dé cobertura ética a quienes niegan estudiar en su lengua materna a los alumnos con necesidades especiales.

La vulneración de derechos lingüísticos que se está produciendo por orden de la Generalitat y con el Gobierno de España como cómplice tiene una razón ideológica. Buscan sustituir la lengua materna de nuestros hijos y romper así los lazos culturales, sociales y afectivos que nos unen al resto de España.

ANA LOSADA
Presidenta de Asamblea por una Escuela Bilingüe en Cataluña



Podría hablarse también de la relación que se forja entre los padres y la escuela. Los padres terminan percibiendo al maestro como el enemigo, como una persona que quiere adoctrinar a su hijo. El padre lleva a su hijo a esa escuela porque, en la práctica, no tiene más opciones (tal vez podría elegir otra escuela, pero en esto idéntica a la anterior). Esa escuela sigue directrices precisas de la Consejería de Educación, y el maestro es quien hace suyas esas directrices y las aplica en su hijo. Es cierto que muchos maestros no tienen la descortesía de dirigirse al padre, en privado, en catalán - o al menos de no continuar en catalán la conversación cuando caen en la cuenta de que el padre es castellanohablante-, pero si el maestro no consigue poner de su parte al padre (mostrarle, en realidad, que ambos están en el mismo lado) el padre siempre será hostil al maestro. Hostil y además temeroso de que el maestro perciba esa hostilidad y la pague el hijo, así que intentará que el maestro no la perciba. Intentará ocultar sus deseos y sentimientos, y tener el mínimo contacto posible con el maestro. Intentará transmitir al hijo que en la escuela, "voluntario ni pa'mear", que intente sobrevivir esos años con el perfil más bajo posible, que no sepan que existe, que no se meta en problemas. ¿Es eso lo más beneficioso para el chiquillo? El padre opinará que, dadas las características de la educación en Cataluña, sí. Le gustaría, no cabe duda, que la educación en Cataluña tuviera las características normales (¡qué coincidencia, precisamente las que percibe el niño catalanohablante de la historia!), pero no se dan.

En fin, la educación tiene muchos problemas en España. Muchos. Son problemas creados por la evolución de la sociedad. En Cataluña también, esos mismos problemas. Pero además incorpora los suyos propios, y éstos creados políticamente. No me parece una buena estrategia. Esto, por no hablar de lo que es en general vivir en Cataluña: hay una inmensa mayoría inmensa mayoría que no percibe el continuo chorreo, pero los talibanes del catalán - y su brazo ejecutivo, los gobernantes de las provincias catalanas- no cesan en el ataque continuo a todo lo que se pueda etiquetar como español. Como botón de muestra, esta mañana me he desayunado con la noticia de que el ayuntamiento de Piera se suma a otros ayuntamientos en los cuales se ha decidido que toda la documentación y comunicación oficial sea sólo en catalán, y sólo si el interesado solicita explícitamente que se le traduzca (al español) se le traducirá. O se supone que se le traducirá, porque si lo que quiere el interesado es rellenar un formulario de seis páginas, ya les digo yo que muchas veces se les habrán acabado los formularios, no estará disponible, "no se preocupe que le  enviarán una traducción a su domicilio en un plazo no inferior a 6 meses" o qué sé yo. Me dirán que yo no tengo nada que ver con Piera, pero es que esto es un botón de muestra de una política incansable. Una política que, por cierto, si se ejecutara simétricamente arderían las calles en protesta de lo inaceptable.

Como digo, así es la vida en Cataluña, y en la enseñanza se nota más.



Frank Sinatra - The impossible dream

 

lunes, 15 de enero de 2024

Los sucesos del 10 de enero

https://www.youtube.com/watch?v=gekHV9DIjHc 

 

 

Decisiones definitivas y no reversibles son antidemocráticas per se, porque privan a la minoría de la oportunidad de convertirse en mayoría.

Oliver Lepsius 

 

Es difícil calificar lo que pasó el 10 de enero de 2024. Pienso que la palabra más adecuada es "villanía", pero el cuadro general es demasiado complejo para mí.

Los actores secundarios son importantes: sin los actores secundarios, los actores principales no podrían ser como son. Para captar su esencia, voy a fijarme en la presidente del Congreso, Francina Armengol.

Armengol es diputada del PSOE por las Islas Baleares, pero también la presidente del Congreso. Es este cargo el que le da la importancia institucional que tiene (de lo contrario, no tendría ninguna y pocos sabrían reconocer su fotografía o su nombre), y es por lo tanto el cargo al que se debe. El presidente del Congreso ha de ser la persona más imparcial de España después del Rey, y representa a la totalidad de los diputados, a los que además ha de defender. A todos, no sólo a los de su cuerda. ¿Y ante quién debe defenderlos? Está claro, ante los que pueden actuar contra ellos: el Gobierno y la Justicia (entiéndase, en las situaciones en las que éstos abusen de sus competencias). Y lo importante es que ha de defenderlos a todos. A todos. Ha de luchar porque el Congreso ejerza su misión en su plenitud, que las leyes sean las que salgan de allí (sin que el Gobierno lo puentee), y que en la redacción de esas leyes todos los diputados debatan en igualdad de condiciones. Sin mirar a qué partido pertenece ese diputado.

Francine Armengol es todo lo contrario: es la herramienta que utiliza el Gobierno para controlar al Congreso. Armengol sabe ambas cosas, y le da igual. Porque sabe que su beneficio personal será máximo siguiendo las directrices del Gobierno, y mínimo si hace honor a su cargo.

Y si el Gobierno quiere que unos decretos suyos se aprueben en el mes de enero, mes inhábil para las sesiones del Congreso (es un mes que, en teoría, los diputados emplean para estar en sus circunscripciones, sea explicando allí lo que se está decidiendo en Madrid, sea para conocer y escuchar las reivindicaciones y opiniones de sus habitantes), pues se convocan plenos extraordinarios y no pasa nada. ¿Que es tan inhábil que el mismo Congreso había programado obras de mantenimiento en el edificio durante ese mes? Pues se busca otro edificio. Lo que sea que manden.

Pasemos ahora a los hechos en sí. El Gobierno quería que se aprobaran 3 decretos suyos. En los días previos se hace público que Podemos y Junts votarán en contra. Por lo tanto, si el Gobierno quiere sacarlos adelante necesita la connivencia del PP. Lo normal habría sido negociar con ellos, como se hacía antaño y como creo que se sigue haciendo el la totalidad de los países a los cuales queremos parecernos. Pero eso de negociar con el PP no va con Sánchez. Él quiere su apoyo cuando lo quiera y sin condiciones. Tienen dos estrategias habituales. La primera, decir que si no les apoyan tendrán que pactar con los separatistas, y por lo tanto cualquier mala decisión que adopten debida a ese pacto será responsabilidad del PP por no haberles apoyado y haberles puesto en esa tesitura (recalquemos que, además, se niegan a negociar nada con el PP, con ellos esto son lentejas). En esta ocasión, claro, esto no funciona porque... porque ya no cuela, vaya. Y la segunda estrategia es clamra que si no apoyan sus decretos estarán diciendo que no a no sé cuántas cosas maravillosas e irrenunciables. 

Este último argumento me encorajina demasiado. Por lo burdo. Es como si yo le propongo a usted que usted me regala su coche, su vivienda y a sus hijas y yo dono 1 litro de leche a un banco de alimentos, y ante su negativa clamo que usted se opone a que yo done 1 litro de leche y que los pobres negritos de África se van a quedar sin leche porque usted no ha aceptado el trato. Es increíble la cantidad de articulistas que defienden esta tesis y han afirmado que el PP era tan responsable como el PSOE de que se llegara a esta situación; por ejemplo, este tío en este artículo. Ya escribí en esta entrada sobre la ley romana Caecilia Didia, que obligaba a que las leyes fueran sobre asuntos únicos, precisamente para evitar situaciones como ésta, así que no me extenderé más. Aunque he de hacer notar que si la herramienta elegida por el Gobierno hubiera sido una ley y la hubieran tramitado como deberían tramitarse las leyes, pues a lo mejor muchas de las disposiciones (esas tan maravillosas e irrenunciables) sí hubieran podido salir adelante. Pero como eligieron el todo o nada, pues en esta ocasión les salió nada.

Lo importante es que se dieron cuenta de que el PP no iba a apoyarles. Así que tenían que conseguir el sí de Podemos y de Junts.

El primero de los decretos no salió adelante. No por nada, sino porque Podemos tenía que marcar perfil propio y coincidía, qué coincidencia, que el primero de los decretos era de ámbito laboral y rechazarlo suponía un revolcón especial para la jefa de Sumar (no recuerdo ahora cómo se llama), nombrada por Podemos pero que una vez nombrada se tornó una inmisericorde antipodemita (porque los ve como sus competidores, no como su gente o sus potenciales aliados). Así que les dieron el gusto a Podemos, y ya satisfechos los de Podemos votaron que sí a los otros dos. La misión era, por lo tanto, conseguir el sí de Junts. O al menos, gracias a que la diputada de Coalición Canaria, que en Canarias gobierna en coalición con el PP y se la supone del bloque del PP, "traicionaba" al PP e iba a votar que sí, la abstención.

Pero Junts había dicho que votaría no.

Los del PSOE, al ser conscientes de la situación, intentaron negociar. Qué hace falta para que no votéis no. Los de Junts sabían que era su oportunidad, y la aprovecharon. Lo que pasa es que el tiempo se echaba encima, y no había acuerdo. Por suerte, se produjo un sorprendente error informático y la votación tuvo que aplazarse hasta que se resolviera. Luego se votó, pero aún no había acuerdo y por lo tanto iban a perder, así que se produjo un error en el voto del argentino Gerardo Pisarello, de la coalición gubernamental, y hubo que repetir la votación. Cabe decir que Pisarello no es un cualquiera, no es un diputado cateto y ramplón como Casero del PP o ése del PSOE por Teruel, es el secretario primero de la Mesa del Congreso. Y la legislatura anterior también lo fue, así que se supone que votar, sabe hacerlo. Lo importante es que se repitió la votación, Junts se abstuvo, y los decretos salieron adelante. Por fin salió Sánchez a la palestra, todo ufano y sonrisas, a decir aquello de bien está lo que bien acaba.

El detalle es la negociación. Se negoció el mismo día de la votación, todo lo más el día anterior, que fue empleado para exponer las posturas de cada uno y descubrirse el farol del PSOE: 

—¡No os atreveréis!

—¿Que no? ¡Marchando un voto en contra en la primera de las votaciones!

Así que se negoció a la carrera, y la negociación casi no mereció ese nombre, porque fue más bien un vale, venga, tú ganas, pídeme lo que quieras pero por amor de Dios no votes no. ¿Así se han de hacer las cosas?

¿Qué se acordó? Pues no estoy seguro de que se sepa. Porque el PSOE (dime de qué presumes y te diré de qué careces), tan adalid de la transparencia ellos), no lo han dicho. Y el Gobierno, tampoco. Se sabe que han llegado a acuerdos, pero no nos dicen cuáles. Por suerte, Junts sí hizo un comunicado, y dado que ni el Gobierno ni el PSOE ha salido en tromba a desmentirlo y a decir que ellos no han acordado eso, pues nos lo vamos a creer.

Y no es peccata minuta: por ejemplo, se le cede al gobierno catalán las competencias en inmigración. Según la Constitución, esa competencia es exclusiva del Gobierno central, pero el jefe del Tribunal Constitucional es más rastrero aún que Armengol y ya se encargará él de que la medida se declare conforme con la Constitución (sin duda, acogiéndose al artículo que dice que el Gobierno central puede transferir competencias a los autonómicos). Da igual que el Gobierno autonómico no haya pedido la transferencia, que la policía autonómica se oponga a que se les traspase la responsabilidad, da igual el sinsentido que supone, da igual que la inmigración es un asunto tremendamente complejo que lleva años debatiéndose en Bruselas sin encontrar una buena solución. Lo importante es que el PSOE ceda y se muestre quién lleva en realidad las de ganar.

También acordaron la eliminación de no sé qué frase legal. No tendría más importancia si no fuera porque dos semanas antes el Gobierno había declarado públicamente que esa frase era ineliminable, una exigencia de Bruselas y todo eso; por supuesto, tras hacerse público el acuerdo los mismos representantes del Gobierno dijeron justo lo contrario, que no había ningún problema. Y también dijeron que era una frase que no tenía ninguna importancia ni repercusión, que no pasaba nada. Fuera de preguntarme yo entonces qué pintaba una frase así en un código legal, me da en la nariz que puede que sí tenga importancia y sí tenga repercusiones: que el Gobierno diga lo contrario no significa absolutamente nada.

Otra cosa que acordaron fue que se multaría a las empresas que han salido de Cataluña después de los sucesos promovidos por Junts (y adláteres) en octubre del 17. Empresas que, por supuesto, están muy bien donde están ahora y no quieren volver (porque siempre han podido volver, por la misma ley del 17 que les permitió salir).

Y más cosas, pero para qué seguir. Si lo que me preocupara fueran las cosas que acordaron me quedaría el consuelo de que el acuerdo fue con el PSOE, con Sánchez. Papel mojado, vaya, pues ni Sánchez ni el PSOE se van a sentir obligados por cualquier palabra dada.

La próxima vez... ¿se da cuenta, por ejemplo, la diputada de CC lo barato (regalado) que ha vendido su voto? La próxima vez podrá pedir lo que quiera para Canarias, y lo tendrá. Y lo mismo ERC, PNV, Bildu (bueno, estos tienen sus pactos secretos y se lo cobrarán en el Parlamento vasco y el navarro) y puede que todos los que forman la galaxia Sumar. Estos últimos, claro, no pedirán nada para sus territorios porque no gobiernan en ellos, pedirán cargos para sus bandas. Sueldos y prebendas de los que no nos enteraremos de tan trasparentes que son.

¿Qué manera de gobernar es ésta? La pregunta es errónea, porque el objetivo del Gobierno no es gobernar sino ser El Gobierno. 

El ser humano es, por lo general, colaborativo. Somos una especie que se mueve en grupos en los que, por lo general, las acciones de los miembros van encaminadas al bienestar del grupo; cuando aparece "un listo" que busca su propio beneficio sin preocuparse por el grupo, el grupo lo disciplina. A menudo el grupo tiene líderes, pero los líderes también buscan el beneficio del grupo: cuando el grupo detecta que el líder busca sólo su propio beneficio, deja de ser su líder, dependiendo de cuántos "machos beta" estén arropando al líder, el "macho alfa". Si el líder consigue que sus seguidores también tengan beneficios (más de los que tendrían en una situación normal), esos machos beta apoyarán al líder. Si el líder cuenta con suficientes machos beta, derrocarle es más difícil. Por ejemplo, Lenin, Stalin, Mao o los Castro.

El caso de Sánchez es sin duda alguna el de "un listo" que está consiguiendo ser el líder para su propio beneficio, sin preocuparse del beneficio del grupo. En su caso concreto, no preocupándole que el beneficio suyo está siendo a costa del del grupo. En condiciones normales, el sistema institucional español debería ser capaz de corregir la anomalía que representa, pero Sánchez ha llegado con suficientes machos beta y en un momento en el que los demás machos beta que deberían defender al grupo sin apenas capacidad de resistencia, y ahora nos encontramos en la situación en la que estamos.

En resumen, lo que muchos pensaban que no iba a ocurrir ha ocurrido. En la primera oportunidad. Nuestros gobernantes no tienen ninguna dignidad. Ninguna vergüenza. Venden las joyas de nuestras familias para obtener ellos su propio beneficio, y nos dicen a la cara que es por nuestro bien.

Si no somos capaces de echarlos, es que nos los merecemos. Pero la palabra que se ocurre para calificar todo esto es villanía. 

 

 

 

First Aid Kit - The lion's roar