viernes, 2 de junio de 2023

El País Vasco

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Es difícil saber si el País Vasco ha cruzado ya la línea de no retorno. Si no lo han hecho, llevan camino.

Están tramitando, parece ser que con éxito asegurado, un cambio en la enseñanza que equipara el sistema educativo al catalán: en vasco. Y ay de los que no sepan vasco. El objetivo oficial es que al final del proceso educativo todos los alumnos sabrán tanto vasco como español; y lo que se aduce es que, a fin de cuentas, el español ya lo aprenden por sí solos porque es el idioma de la calle y de los hogares.

¿Cómo oponerse a un fin tan loable?

Imagine que en vez de vasco decidimos que la enseñanza se realiza en japonés. O chino, o swahili. Puede hacerse. ¿Qué ocurriría? Pues que los primeros años escolares el alumno emplearía la mayor parte de sus esfuerzos en aprender el idioma en que le van a enseñar, chino o japonés. Y una vez lo haya aprendido, entonces empezaría a aprender materias en ese idioma. Si para entonces se ha terminado el ciclo escolar, mala suerte; si ha aprendido rápido y le queda el 50%, pues tendrá la mitad de tiempo que los alumnos del resto de España para aprender otras cosas. Salvo que los alumnos allí sean mucho más inteligentes que los del resto de España o sus maestros y profesores mucho más capaces, es de suponer que aprenderán la mitad de las cosas. Pero ¡ey!, sabrán swahili. Muy útil para regatear con los manteros, aunque el resto de españoles también sepa regatear sin saber swahili.

Si los alumnos no saben vasco y las materias se les van a enseñan en vasco, es de cajón que lo primero que han de hacer es aprender vasco. Mientras tanto, el resto de alumnos españoles estarán aprendiendo otros conocimientos. Así que si los alumnos tardan dos o tres años en aprender vasco, esos años de ventaja que les sacan los demás. Si tardan más, pues más desventaja. Luego irán todos a las mismas universidades (o no), y allí ¿cómo competirán? Lo más probable es que, de forma natural, acaben yendo a universidades vascas, en las que el nivel esté rebajado para ajustarse al bajo nivel de sus alumnos, y los demás españoles, también naturalmente, eviten ir a esas universidades salvo los más zotes de entre los zotes, que ya se sabe que por inteligencia o por éxito estudiantil nadie en España se va a quedar sin poder ir a la universidad.

Y suponiendo además que en esos años perdidos los alumnos adquieren un dominio del vasco sobresaliente. Porque si ya es difícil explicar a un chaval en su lengua materna los entresijos de los polinomios, los matices del cubismo o la génesis de las rocas vulcanianas, imagínese en un idioma que no es su lengua materna si no lo dominan ambos, maestro y alumno.

En otras palabras, ¡qué puede salir mal?

Imagínese que las pensantes cabezas vascas deciden que esto no puede ocurrir. Que no se ha de bajar el nivel. Y que la mejor manera de aprender vasco es explicando los polinomios en vasco, nada de aprender primero vasco y luego los polinomios. Volvamos entonces al símil: se dará la enseñanza en chino, pero sin enseñar antes chino. Excelente, dirán las familias... de chinos. Sus hijos tendrán los primeros puestos de la clase garantizados; en cuanto a los demás, mala suerte. Al cabo de unos años, lo que tendrían sería un grupo, me temo que no muy numeroso, de alumnos formados con un nivel equiparable al resto de los alumnos españoles (los que tuvieran el vasco como lengua materna), y uno numerosísimo (es innegable) con un nivel de aprendizaje muy, muy inferior. Eso, si ambos grupos pudieran no convivir en las mismas aulas, ya que de convivir, los "torpes" frenarían a los "espabilados", como ocurre desde hace décadas en el resto de España. Así que la elección sería convivir y mezclar, y todos torpes, o no convivir y no mezclar, y tendremos hutus y tutsis.

El siguiente hecho sorprendente (pero explicable) es que la medida salga adelante. Y saldrá, porque en la práctica ya ha salido: no hay apenas, en la educación pública o concertada, centros que ofrezcan escolarizar en español o al 50% en español, casi toda la oferta ya es al 100% en vasco (menos la asignatura de español). Así que lo que la medida va a hacer es regularizar una situación que ya se da. Puede que uno quiera que si hijo se eduque en español, pero si no hay colegios que lo oferten ¿qué se puede hacer?

Ocurre que en el País Vasco hay otra anomalía con respecto al resto de España: no hay, en los pueblos, concejales de Vox o de Ciudadanos. Los que son del PP caben en un taxi, y los socialistas sólo tienen el 16%. El resto son concejales nacionalistas o independentistas o aliados de éstos. A mí me parece sorprendente, una pureza política tal. No se trata de que no tenga implantación un partido político determinado, es que apenas existe una amplia banda del espectro ideológico. Que los que estén a favor de la constitución no lleguen al 20% de los votantes. Una constitución a la que votó "sí" más del 72% de los alaveses, el 64% de los guipuzcoanos y el 73% de los vizcaínos. Es sintomática la falta de pluralidad política en la población vasca, y no habla muy bien de ellos.

La explicación a este fenómeno es demográfica: los echaron. Con los años, han expulsado de sus sociedades a ese bloque. Se sabe que cantidad de vascos abandonaron su tierra por causa de ETA, pero el goteo ha continuado: una vez que un joven, por la razón que fuera, probaba la vida fuera de allí, era difícil que volviera. Para vivir allí hay que sentirse cómodo con el ambiente de allí, y ya se encargaron (y se encargan) nacionalistas e independentistas de que los constitucionalistas no se sientan cómodos.

Debería llamar la atención que una tierra que otrora fue de acogida de inmigrantes, por su potencia industrial, se haya convertido en productora de inmigrantes. Claro que, como la razón es la línea política de la clase dominante, es un asunto que se tapa, del que no se quiere hablar. Aunque sea la realidad.

Lo que provoca, a su vez, otra anomalía: en números redondos, la población del País Vasco no aumenta. Y además está envejeciendo mucho más rápido que el resto de España (salvo tal vez excepciones como Asturias). Esto es algo que la calle identificó hace ya bastantes años, y que es tan evidente que por fin la oficialidad está reconociendo, así de obvio debe ser. Esta evolución demográfica les está empezando a causar problemas (les faltan trabajadores), pero todo sabemos que los problemas demográficos... se acentúan con el tiempo hasta culminar.

Volviendo al idioma de la enseñanza, la medida es de por sí idiota. Es como si en Escocia la educación en el colegio se diera en gaélico escocés en vez de en inglés. ¿No se preguntan, los jerifaltes vascos y su pueblo, por qué en Escocia se enseña en inglés?

¿Y no se preguntan si tiene que ver, en su declive demográfico, algo que ver la educación en vasco? ¿Creen que la futura intensificación en ese aspecto lo paliará o creen que no tendrá influencia?

Quede claro que no tengo nada en contra de un modelo educativo en una lengua que no sea la española: en China no enseñan en español sino en chino, y les va la mar de bien. En Rusia no enseñan ni en español ni en chino, sino en ruso. Y en Francia resulta que enseñan en francés. Pero, claro. Hay una razón por la que en China no enseñan en español sino en chino. La misma por la que en Francia no se enseña en chino sino en francés.

Pero hay, además, otra consecuencia negativa de enseñar en vasco. Los lazos que tenemos los españoles con los rusos, los chinos e incluso los franceses no son muy estrechos salvo casos personales. Los consideramos, y ellos a nosotros, un pueblo diferente. Extranjero. Con sus intereses, diferentes de los nuestros. Si creamos una nación de vascoparlantes, siendo como somos los habitantes de la piel de toro, ¿qué creen que ocurrirá a largo plazo? ¿Cuánto tardaremos los no vascoparlantes en considerar extranjeros, otro pueblo, a los vascos y viceversa? ¿Y en no querer tener relación unos con otros?

Personalmente, no me parece una buena idea, la enseñanza en vasco. No creo que atraiga población de otros puntos de España. Y si atraen jóvenes, ¿cuánto tardarán esos jóvenes en darse cuenta de que si tienen hijos alli les enseñarán en vasco y decidir que mejor hacer de nuevo las maletas cuanto antes?

Dejando aparte el tema de los hijos, ¿cuánto tardarán los que emigren allí en darse cuenta de que no son bien vistos por sus ideas políticas

¿Han pasado ya el punto de no retorno?

Lo que es seguro es que Juan Sebastián Elcano no dio la vuelta al mundo hablando en vasco.

 
 

Ian & Sylvia - Four strong winds (Versión de Neil Young)