jueves, 7 de junio de 2018

Diálogo indepe





Se les llena la boca con la palabra diálogo. Constantemente lo dicen. Quieren dialogar. Sin líneas rojas, dicen. 

Me hace gracia, lo de las líneas rojas. Porque  para ellos es independencia sí  o sí. No es negociable. Como tampoco lo era lo del referéndum, también era sí o sí. Etcétera. Y además, piden "gestos" antes de empezar. Que liberen a los presos, que los tengan en cárceles catalanas, esas cosas. Y cuando llegue el momento de la negociación, ya saben: ni una cesión. Lo que tienen, lo tienen. Lo que se negocia con ellos, así ha sido siempre, es qué parte del pastel se les da ahora y qué se guarda para después. Y lo llaman "negociación", porque a cambio del pastel que se llevan ellos ofrecen... irse contentos.

En Cataluña, esta estrategia de negociación se llama "el peix al cove", y están realmente orgullosísimos de ella. Yo llevo viendola en práctica años y años, y jamás (repito, jamás) he visto que los negociadores indepes cedieran nada en nada.

En resumen: que ellos sí van con líneas rojas: todo lo suyo, lo que quieren y lo que tienen, son líneas rojas. No es negociable, no son traspasables.

Pero lo que más me asombra es que quieren negociar "de gobierno a gobierno" y no haya nadie que les diga que antes de ir a negociar en nombre de Cataluña lo que tendrían que hacer es hablar entre ellos (entre todos los catalanes, ¡ey! no sólo entre los indepes) y, cuando tengan una propuesta que avale el, pongamos, 80% de los votos de las autonómicas, entonces sí, entonces presentan esa propuesta como la propuesta de los catalanes. Y no como ahora, que llevan ideas que no aceptan la mitad de Cataluña. 

Pero claro, para eso tendrían que dialogar con aquellos de los que pretenden ignorar hasta su mera existencia. Y gente, además, que les conoce. Que ven todos sus trucos a kilómetros. Con los de Ciudadanos, con los del PP, con gente a la que ni saludan cuando se los cruzan en el Parlamento. Con gente con la que no pueden hacer el peix al cove porque no tienen nada que darles (a los indepes) y sí muchas cosas que arrancarles (a los indepes). Es decir, gente con la que no quieren negociar. 

¡Y sería tan fácil! Bastaría con decirles algo así: si quiere usted hablar conmigo, hablemos. Pero primero hable usted con los de su tierra. Si quiere hablar en nombre de Cataluña, traiga detrás los votos de Cataluña. De lo contrario, usted es el partido indepe. Y el partido indepe no habla con el gobierno, sino con los otros partidos políticos. Vayan y búsquenlos. 

Se les llena la boca con la palabra diálogo. Y es que los indepes son el mejor ejemplo que conozco del díme de qué presumes y te diré de qué careces.




Ismael Lô - Tajabone