viernes, 22 de septiembre de 2017

Mezquindad de mezquindades, todo es mezquindad

Reconozco que yo, que a estas alturas de la vida ya debería estar curado de espanto, me quedé anonadado por la bajeza de espíritu de la que se alardeó durante la manifestación del 26 de agosto tras el ataque de las Ramblas.

Por contarlo sucintamente, como es habitual en estos casos tras un ataque del ISIS (estos en concreto no, eran catalanes de pura cepa de Ripoll, nacidos aquí, educados aquí, hablando catalán como Pompeu Fabra y con planes de ser voluntarios el 1-0, pero podemos asimilarlos a los de ISIS), con numerosas víctimas de paises europeos, se organizó una "gran manifestación de repulsa". Quiere el protocolo que el jefe del Estado y el presidente del Gobierno encabecen la manifestación, y a menudo otros mandatarios extranjeros también acuden o envían a representantes. Así que, como no podía ser menos, el Rey, Rajoy y muchos ministros, presidentes de comunidades autónomas y andamases de partidos políticos aportaron su presencia. El Rey, y Rajoy. La CUP dijo entonces que si iban esos, ellos no. Colau, mal rayo la parta, encontró una solución: el Rey no encabezaría la manifa. Iría en una segunda fila, más atrás. La primera, en la frente. Ella, como alcaldesa, se suponía que era la anfitriona y que organizaba el cotarro. El Rey y Rajoy transigieron. Aún me hago cruces de que Rajoy transigiera en semejante feo al Rey, que es nuestro rey y por lo tanto hacérselo a él es hacérselo a todos nosotros. En fin, eso no fue lo peor.

Resulta que Ada Colau, mal rayo la parta, encargó la organización de la manifa a la ANC. Con un par. Y la ANC vio una ocasión y la aprovechó.

LA ANC organizó las cosas de manera que tras las personalidades iban todos los hiperventilados. Y luego, lejos, los manifestantes normales. Los hiperventilados llenaron la cabecera de la manifestación, lo que podían filmar los medios de comunicación, de carteles clamando contra el Rey, contra Rajoy, contra la islamofobia y diciendo que el Rey es culpable, por vender armas a los saudíes. Aparte, los insultos y los silbidos que ellos encuentran correcto si es al Rey y a Rajoy pero que les sube por las paredes y les hace decir de todo cuando se los dedican a Puigdemont (como le pasó en Badalona). 

Más aún: acudió gente creyendo que era una manifestación normal, y fueron increpados por los separatistas. Muchos de los normales decidieron largarse, viendo que la mani se había convertido en otra cosa; otros tuvieron que salir por piernas, y parece ser que hubo casos en que los mossos tuvieron que intervenir para sacar a gente, porque los hiperventilados los querían linchar. Creo que es que llevaban banderas de España.Y fue sonado el que una pareja de judíos, que acudieron con la bandera de Israel (parece ser que es habitual en las manifestaciones de este tipo, que los paisanos de las víctimas y en general los turistas de la zona acudan con la bandera de su país; quiero decir, hicieron lo normal) también fueron expulsados de malos modos.

¿Las víctimas? Por lo que pareció, eran los musulmanes, pobrecitos. ¡Qué malos que somos los españoles, por atacarles! ¡No a la islamofobia! ¡Por amor de Dios, si pusieron entre Rajoy y del Rey a una musulmana con su pañuelo y todo! Ahí, los dos, haciéndole escolta. ¿Quién presidía? ¿El Rey? ¿Rajoy? No, la mora. El Rey, porque tiene mucho aguante, y los demás porque si el Rey no se va no se va nadie, pero me pareció una maniobra sucísima.

¡Ah, las "otras victimas"! ¿Las que murieron e hirieron en las Ramblas? Nada. Que les den. Y éstas, y los suyos alucinadas. ¿Qué manifestación de apoyo es ésta, decían, que en realidad apoya a los de ISIS y les arrincona a ellos? De verdad, no lo entendían. Ni tampoco los medios de comunicación extranjeros que cubrieron el evento.

Fue bochornoso. 

Fue tan bochornoso que un conocido, hiperventilado él, vino a decirme "que no fue tanto como se dijo". Lo más parecido que le he oido a una disculpa.

Fue increíblemente bochornoso, y me dejó muy afectado. Porque fue la constatación de lo ruines que son mis conciudadanos. Los tipos con los que no tengo más remedio que convivir.


Un par de semanas después, montaron el golpe en el parlamento. Habían presentado unas propuestas de ley, la del referéndum y la de lo que se haría cuando se ganara el referéndum. Ninguna de las propuestas fue siquiera admitida a trámite por el parlamento (por la Mesa, se entiende). No podían damitirlas, porque sabían que serían automáticamente inhabilitados por desobediencia al TC. Y no era éste, el normal, el camino que tenían pensado, no. Se montó un Pleno para el 6 de septiembre, y al empezarlo los separatasdijeron que tenían un tema urgente que tratar, que eran estas dos leyes. Que querían que se aprobaran ya. Sin que la oposición las pudiera estudiar. Sin que la oposición pudiera presentar enmiendas a la totalidad (ey, sí les dejaban presentar enmiendas parciales, podían opinar sobre aspectos sueltos). Fue escandaloso. La presidenta de la mesa, Forcadell, ejerció de fascista y les retiraba la palabra. A votar, a votar, decía constantemente. Al final, claro, la oposición abandonó el parlamento y las leyes se aprobaron... sin oposición. Y ya puestos, esa misma noche, a las dos de la madrugada, el parlamento (los separatas, que eran los que estaban) nombraron a los cinco partidarios que formarían el equivalente a la Junta Electoral. Y luego, para terminar, decidieron clausurar el parlamento hasta después del 1-0 (¡ay, cómo se arrepienten de ahora, que no tienen el parlamento para protestar por la respuesta judicial y policial que están sufriendo!). Las 4 asociaciones de jueces de España, todas, afirmaron que lo que habían hecho era totalitarismo, no democracia. Que vulneraron a posta todos los derechos de las minorías, de los que disentían de ellos. ¡Y además terminaron cerrando el parlamento! No tenían votos para cambiar ni una coma del estatuto de autonomía, y decidieron abolir todas las leyes.

Porque las abolieron todas. Las españolas, y las de ellos. En la sesión se saltaron a la torera todas sus normas. Por ejemplo, hay una norma que dice que antes de aprobar una ley, es obligatorio que pidan un dictamen al Consejo de Garantías Estatutarias. No es obligatorio que acaten el dictamen (estos tíos, en otras ocasiones, se han saltado sus recomendaciones alegando que eran sólo eso, recomendaciones - de no promulgar la ley porqe vulnera principios establecidos, dicho sea de paso). El Consejo protesto, diciendo que como mínimo tenían que enviarles la ley. Pero los separatas contestaron que, como de todas maneras no iban a hacer caso, ni se molestaban en cumplir el trámite.

También falsearon. Necesitaban que el secretario de la Mesa firmara unos papeles: falsificaron su firma. 

Y así con todo. Pero lo mejor es que hace unos días, al empezar la campaña, los de CDC (Puigdemont y los suyos) anunciaron que montarían 636 actos a favor del referéndum, con la colaboración de Puchi y sus consejeros, y que también participarían en actos de otros partidos y de "entidades cívicas". Pues bien, el artículo 10 de la ley (suya, la de ellos) del referéndum dice que "las administraciones públicas catalanas se han de mantener neutrales en la campaña electoral y abstenerse de utilizar sus recursos presupuestarios para favorecer cualquiera de las opciones en la campaña del referéndum".

Pero claro, están más que acostumbrados. Con ellos, ni leyes ni derechos para los que no son de su cuerda. Sumemos a esto la opresión por parte de la administración catalana, los acosos, los señalamientos públicos,... Esto es nazilandia.

Y las personas normales, los hiperventilados que nos cruzamos en la calle, en el trabajo o en las aulas, son la mezquindad personificada. Las personas con las que tenemos que convivir.





(esta entrada no tiene música, porque de verdad que no estoy de humor).