martes, 28 de febrero de 2017

The river de Bruce Springsteen





Confieso una cosa: cuando empecé el ciclo de las canciones que sobrevivirán y que no son de los Beatles, pensaba en The River de Bruce Springsteen; el ciclo entero no es sino una excusa para hablar de esta canción. Porque para mí es una canción universal, válida para todos los tiempos y todos los lugares.

La canción cuenta la historia de un llamémosle Joe y empieza bosquejando la escena de una manera magistral:
I come from down in the valley
where mister when you're young
they bring you up to do like your daddy done
Señor, soy de una tierra donde cada uno está condenado a ser lo que era su padre.

No hay nada malo en seguir los pasos del padre, pero ha de ser porque uno quiere. Pero no, lo primero que aprende Joe es que no ha de tener sueños en la vida. Si su padre es peón, él va a ser peón, qué se ha creído. Aquí las cosas se hacen así.
Me and Mary we met in high school
When she was just seventeen
We'd ride out of this valley down
To where the fields were green
We'd go down to the river
And into the river we'd dive
Oh, down to the river we'd ride
Then I got Mary pregnant
And man, that was all she wrote
Entonces ocurrió: Joe y su condiscípula Mary tienen sueños. Sueñan con salir de allí, no por conocer otras tierras, sino por desarrollarse. ¿Qué pasó, entonces? Que Mary tenía 17 años, y quedó embarazada.
And for my nineteenth birthday
I got a union card and a wedding coat
We went down to the courthouse
And the judge put it all to rest
No wedding day smiles
No walk down the aisle
No flowers, no wedding dress
We'd go down to the river
And into the river we'd dive
Oh, down to the river we'd ride
Joe reaccionó con responsabilidad, pero como pudo. Cuando cumplió 19, se sacó el carnet del sindicato (para poder trabajar) y consiguió un traje decente, y se casaron. No fue la fiesta soñada, la boda de las películas americanas; empezaba la vida real. Al menos, estaban juntos. Y siguieron yendo al río.
I got a job working construction for the Johnstown Company
But lately there ain't been much work
On account of the economy
Joe encontró un empleo en la construcción, en la Johnstown. Supongo que como su padre. Pero la construcción tiene rachas, y hay rachas que pueden ser muy malas y muy largas. Y eso pasa factura.
Now all them things that seemed so important
Well mister, they vanished right into the air
I just act like I don't remember
Mary acts like she don't care
El tiempo ha pasado. Los sueños juveniles, está claro, quedaron atrás. Y Joe hace como que no los recuerda, y Mary como que no le importa que no se cumplieran.

Piense. ¿Fue adolescente, alguna vez? ¿Tuvo sueños de futuro? Seguro que sí. Y años después, como todos, descubrió que la vida real no es como en los sueños. Lo ha hecho, lo hace, lo mejor que puede, claro que sí, todos lo hacemos, pero… los sueños de adolescente no incluyen la cara dura de las cosas. Y todos, todos, hacemos como Joe y como Mary.
But I remember us
Riding in my brother's car
Her body tan and wet down at the reservoir
At night on them banks I'd lie awake
And pull her close
Just to feel each breath she'd take
Now those memories come back to haunt me
They haunt me like a curse
Is a dream a lie if it don't come true?
Or is it something worse?
That sends me down to the river
Though I know the river is dry
Down to the river tonight
Down to the river, my baby and I
Oh, down to the river we ride
Lo malo de que los sueños de adolescente no se cumplan no es que no se cumplan; es que los recordamos. Como Joe.  

Con lo hermosa que era Mary en su lozanía. Con lo felices que fueron, cuando vivieron como jóvenes. Con lo felices que éramos…

 Ahora, cuando es tarde, esos recuerdos se le aparecen a Joe. Como una maldición. ¿Es un sueño una mentira si no se convierte en realidad? ¿O es algo peor? Joe no sabe qué responder. Yo tampoco.

Y Joe a veces baja, de nuevo, al río. Por si las cosas pueden ser como las soñaron. Baja, aunque sabe que el río ya está seco.

No sabemos cómo termina lo de Joe y Mary. Les unieron los sueños de adolescencia, y ahora esos sueños han desaparecido y ellos se comportan como si nunca los hubieran tenido. Pero los tuvieron y los dos los saben. Y no hablan de ello, porque nadie se confiesa con su mujer y le dice he fracasado en mi vida.

La historia de The river es intemporal. El dolor por la dureza de la vida lo reconocemos todos. Y cuando la cantamos, sentimos el mismo abatimiento que sentiría Springsteen, que sentiría Joe.

Por eso, esta canción seguirá cantándose así que pasen 200 años.




Bruce Springsteen - The river (versión de Hunter & the bear)