miércoles, 26 de junio de 2013

Historia de S.


Después de acabar la carrera de Periodismo, S. se casó con un ingeniero, "Jordi" (llamémosle así). Tuvieron una hija, luego un hijo,... Con el correr de los años, 6 hijos 6. Jordi trabajaba como un mulo para sacar adelante tanta familia, y S. la gestionaba. Hijos en el colegio, hijos que aún no iban al colegio, ropa, comida, deberes,... S. estaba suficientemente ocupada. Pero pasaron los años, y llegó un momento en que todos los hijos iban ya al colegio. Sí, seguía habiendo ropa, comida y deberes, pero era distinto. Y a medida que los chicos crecían, la carga disminuía. S. ya tenía incluso tiempo de acudir a las reuniones de padres en el colegio; así fue como un día, al acabar una de éstas y tomando un café en el bar de enfrente, otra madre del colegio le presentó a "Nicolás".

La historia de siempre. Nicolás era padre de dos niñas del colegio, pero a diferencia de S. y Jordi, en su caso era E. quien trabajaba, como exitosa profesional que era. Nicolás, que no pasaba de ser un pintor de brocha gorda, en paro desde hacía años, se dedicaba simplemente "a sus labores". El Diablo, que todo lo lía y todo lo enreda, y S. traba amistad con Nicolás. Por las mañanas, una vez ambos han soltado a sus vástagos en el colegio, se tomarían un café. Nicolás, como buen amo de casa (que no ama), no se dedicaba a la casa como un trabajo, no. Primero iba él, y eso significaba correr, cuidarse,... S. y Nicolás empezaron a correr juntos, y luego iban a la casa de Nicolás a hacer el consiguiente uso del tálamo. S. se cambió de corte de pelo, se la veía radiante.

Según parece, los hombres no son muy listos en estas cosas y E. supo algo. Como mínimo, lo suficiente para echar a Nicolás de casa. Ningún problema, el muy jeta se fue a casa de sus padres.

A todo esto, S. se separa de Jordi (¿se creería que Nicolás realmente iba a separarse de E.?), y aprovecha la coyuntura para, por fin sin el marido, que Nicolás duerma por las noches con ella, y así ya no son sólo las mañanas. Eso sí, a las 7 de la mañana debía el hombre salir de casa, no fuera a ser que lo descubrieran los niños, la mayor ya con 18, el chaval con 16,... ¡ya me dirán! ¿Qué hacía Nicolás a esa hora? Fácil, ir a casa de E. a jurarle amor eterno y que le deje volver; luego, después de las nueve, con S. a correr y a casa, y luego a casa de sus padres.

Total, que Jordi le pasa una pensión a S., que no trabaja, y como Nicolás sí que no trabaja ni nada de nada, S. le paga todo. Absolutamente todo. Jordi, esto es la definición de cornudo y apaleado.

Hasta que, hace poco, en el acto de fin de curso y de colegio de uno de los chicos de S., E. aparece en mitad de la ceremonia, busca a S. y le monta una escena. Imagínensela.

Después del sofoco, S. razona: mejor, si ahora ya lo saben los niños Nicolás no tendrá que marcharse a las 7 de la mañana...

Llegados a estas alturas, uno no sabe qué admirar más: si la estupidez de S. o lo que sea que tenga Nicolás para conseguir que dos mujeres inteligentes y todo lo demás se peleen por él y no lo vean como un jeta que vive del cuento a costa de ellas. 

Yo, la verdad, puedo comprender a S., nos puede pasar a cualquiera, pero... ¿cuál es el secreto de Nicolás?

 
 
Gotye - Somebody that I used to know (versión de Walk of the earth)