Andan estos días revueltas las aguas en torno a la aplicación de "Bolonia" en los planes de estudios universitarios: parece ser que hasta ahora se programaban 4 años para los grados y 1 para los master, y el ministro quiere cambiarlo a 3+2; el sector universitario, ¡que raro!, se opone.
Llevo tiempo dándole vueltas a un artículo sobre los planes de estudio universitarios: no consigo aclararme, a mí mismo, cuál es mi postura. En concreto, hay dos cuestiones capitales para tener una opinión formada que no tengo cerradas:
- ¿Es beneficiosa la reforma "Bolonia" del sistema de estudios? La reforma es beneficiosa si mejora lo que existía, eso está claro. Pero para saber si mejora lo que existía convendría responder a la segunda pregunta:
- ¿Era bueno, el sistema precedente?
Soy del plan del 64. Desde siempre, he pensado que la formación que yo recibí era muy mala, porque tuve muchos profesores muy malos. Muy pocos eran ingenieros que ejercieran la ingeniería en el mundo real, casi todos eran ratas de departamento universitario. Y eso se notaba.
Sin embargo, recientemente tambié tuve una conversación con un ingeniero de mi mismo plan (pero de otra universidad). Él no veía las cosas como yo. Opinaba que la misión de la universidad es dar una base (una primera capa de pintura, fue el símil que yo usé); luego, cada cual debía aprovecharla para desarrollarse, y allá cada cual se las apañe en eso. Visto así, la bondad de la formación se ha de valorar en los ingenieros que la han recibido.
Y lo cierto es que la ingeniería española tiene un nivel muy alto. Son ingenieros españoles los que están realizando enormes obras en todo el mundo: el canal de Panamá, la unión de Sicilia e Italia, el AVE a La Meca; pero también plataformas petrolíferas en la costa de Noruega, participaciones importantes en el Airbus o en el túnel bajo el Canal de La Mancha, aeropuertos, trenes (y líneas ferroviarias) y autopistas en América del Norte... sin ir más lejos, el primer asteroide que de verdad va a chocar contra la Tierra lo tiene que detener el equipo español. Constructoras e ingenierías españolas compiten en todo el mundo sin ingún complejo; está claro que los ingenieros españoles no tienen nada que envidiar a los demás; por lo tanto, la manera española de formar ingenieros no debe de ser tan mala, ¿no creen?
La segunda pregunta, pues, queda respondida por la fuerza de los hechos. Así que volvamos a la primera.
Vaya por delante que yo entiendo muy poco de cómo funciona eso de la Universidad: mi experiencia personal es que era el sitio donde convergían de manera natural aquellos poseedores de un título superior que no sabían hacer la O con un canuto (ambas cosas no son incompatibles, sino frecuentes). Y en el momento en el que apareció eso de los créditos, yo ya perdí todos los hilos.
Sin embargo, recientemente tambié tuve una conversación con un ingeniero de mi mismo plan (pero de otra universidad). Él no veía las cosas como yo. Opinaba que la misión de la universidad es dar una base (una primera capa de pintura, fue el símil que yo usé); luego, cada cual debía aprovecharla para desarrollarse, y allá cada cual se las apañe en eso. Visto así, la bondad de la formación se ha de valorar en los ingenieros que la han recibido.
Y lo cierto es que la ingeniería española tiene un nivel muy alto. Son ingenieros españoles los que están realizando enormes obras en todo el mundo: el canal de Panamá, la unión de Sicilia e Italia, el AVE a La Meca; pero también plataformas petrolíferas en la costa de Noruega, participaciones importantes en el Airbus o en el túnel bajo el Canal de La Mancha, aeropuertos, trenes (y líneas ferroviarias) y autopistas en América del Norte... sin ir más lejos, el primer asteroide que de verdad va a chocar contra la Tierra lo tiene que detener el equipo español. Constructoras e ingenierías españolas compiten en todo el mundo sin ingún complejo; está claro que los ingenieros españoles no tienen nada que envidiar a los demás; por lo tanto, la manera española de formar ingenieros no debe de ser tan mala, ¿no creen?
La segunda pregunta, pues, queda respondida por la fuerza de los hechos. Así que volvamos a la primera.
Vaya por delante que yo entiendo muy poco de cómo funciona eso de la Universidad: mi experiencia personal es que era el sitio donde convergían de manera natural aquellos poseedores de un título superior que no sabían hacer la O con un canuto (ambas cosas no son incompatibles, sino frecuentes). Y en el momento en el que apareció eso de los créditos, yo ya perdí todos los hilos.
Me viene a la cabeza el ejemplo de nuestro (espero que) irrepetible José Luis Rodríguez Figatelix: se licenció en Derecho en 1982, supongo que haría 1 año de mili (¡ah, no!, que fue pidiendo prórrogas hasta librarse), y en 1983 fue contratado como ayudante de Derecho Constitucional en la universidad en la que había estudiado. Pedazo de profesor, convendrán conmigo, perdió España cuando en 1986 lo deja para ser diputado en Madrid. Pues eso.
También aclaro que no tengo nada claro todo esto de Bolonia, y no conozco a ningún ingeniero "boloñés"; mucho menos, con experiencia suficiente para poder valorarle como tal. Ahora bien: el otro día, comiendo con más ingenieros, dos de los cuales también eran profesores universitarios (aquí en Barcelona hay casi tantas universidades como bares de tapas), uno de ellos me dijo que iba a ser todo igual: no cambiaban los profesores, no cambiaban las asignaturas, y éstos no cambiaban los temarios de éstas.
Por otro lado, el modelo español hasta ahora ha probado con creces su aptitud. La pregunta es entonces si "Bolonia" cambia en demasía el modelo. Si es así, me temo que el cambio no va a ser a mejor.
Por otro lado, el modelo español hasta ahora ha probado con creces su aptitud. La pregunta es entonces si "Bolonia" cambia en demasía el modelo. Si es así, me temo que el cambio no va a ser a mejor.
Hablo, claro, de la Ingeniería Industrial. Imagino que, por citar algunas, si uno estudia Ciencias Politicas o Teología el sistema boloñes funciona perfectamente: uno estudia unos años, pongamos 4, y obtiene un grado en Ciencias Políticas o en Teologhía, y ya puede trabajar en lo que consigan trabajar los grados en Ciencias Políticas y los teólogos. Y, si quiere, estudia un año más de alguna especialidad de la cosa suya, y tiene título de master, que imagino que lafranja de trabajos que lo buscarían se ensancha una barbaridad.
Pero la Ingeniería no funciona así. En la actualidad (creo que desde hace 7 años), uno estudia 4 años de ingeniería y obtiene el título de grado en ingeniería; pongamos como ejemplo "grado en Ingeniería Biomédica", que parece ser que es un título dentro del epígrafe "Ingeniería Industrial". O "grado en Ingeniería Electrónica Industrial y Automática", si quieren. Y luego se puede estudiar un master en ingeniería biomédica o en ingeniería de sistemas automáticos y electrónica industrial (todo esto lo oferta la UPC). No sé mucho del contenido de estos estudios ni conozco a nadie que los haya cursado, pero da la impresión que el grado da la formación necesaria en la especialidad de su nombre, y el master lo especializa más aún. El master, supongo, está más especializado que el grado, al igual que en Ciencias Políticas y en Teología. Y el cambio que quiere el ministro es que en vez de 4+1 sean 3+2, eso es todo. Es posible que 3 años sean suficientes para saber lo necesario para trabajar de eso, y 2 años permiten una especialización más profunda (sí, yo también opino que 1 año, siete meses en la práctica, no da para aprender lo que se supone que diferenciará al master del grado de por vida).
Y digo que la ingeniería no funciona así y por eso el sistema boloñés no se tendría que aplicar así, porque el ingeniero industrial superior no es un ingeniero técnico especializado. Al contrario, como les expliqué hace tiempo el ingeniero superior tiene una visión diferente que la del ingeniero técnico: más global, más general. Diferente.
La cuestión es que no creo que lo adecuado sea formar ingenieros técnicos y, a partir de éstos, ingenieros superiores. Sí, es algo que siempre se ha podido hacer con aquellos famosos "curso Puente", pero el usuario solía ser un ingeniero técnico que, tras años de enriquecedora experiencia, volvía a la universidad para sacarse el título de superior.
El 13 de mayo de 2014 escribí una entrada en la que defendía la aplicación de Bolonia para los ingenieros: venía a decir que prefiero un ingeniero especialista a uno generalista y que, en mi opinión, la formación de generalistas no la estábamos haciendo bien, con lo que era partidario de darle una oportunidad a Bolonia. Pero, como les he dicho al principio, esto es algo que nunca he tenido claro.
Entonces ¿en qué quedamos?
Pues en que:
1) los ingenieros generalistas son necesarios. Son muy necesarios. Se ha desatado una obsesión especialista y solo se ofertan grados especializados y masteres aún más especializados. Habría quer ofertar también lo contrario: grados más generalistas e incluso algunos muy generalistas, y lo mismo en los masteres. Existen muchísimos puestos de ingenieros en los que es importante tener un conocimiento general (a costa de carecer de conocimientos de especialistas).
De hecho, existe un ingeniero especializado: un doctor. O un ingeniero técnico. Ambos se han especializado en una rama de la ingeniería, y saben un condrio de lo suyo. Cubierta esa necesidad, por favor no eliminemos la opción de formar ingenieros generalistas.
2) 3+2 me parece mejor que 4+1.
3) Antes que cambiar de arriba abajo los planes de estudio, yo cambiaría de arriba abajo... la Universidad.
Bee Gees - Stayin Alive, interpretado por el grupo a capella Nota